Emilio Ramiro, CEO de RAMEM

Esta entrevista ha sido publicada en el Anuario de la innovación en España 2016.

En los años 60 había un niño en Madrid que en los ratos libres que le dejaba la escuela disfrutaba barriendo entre los ‘cachivaches’ de ciencia ficción de la fábrica de su padre. En su primer ascenso, quizá el más emotivo de su carrera, a Emilio Ramiro le permitieron comenzar a tocar piezas y máquinas, a delinear y proyectar en tablero. Conocimientos sólidos, de lo humano y de lo técnico, transmitidos por Julián Ramiro y otros profesionales de RAMEM que calaron hondo en aquel joven que no dudó en formarse como ingeniero y asumir progresivamente un rol destacado dentro de la compañía.

Hoy RAMEM es una empresa especializada en ingeniería y mecanizado de series únicas y cortas de piezas complejas y altos requerimientos, especialmente para el sector aeroespacial y la industria de la ciencia, pero la actividad de la compañía, en aquella España atrasada y a años luz del despegue europeo pero en la que el crecimiento económico empieza a ganar estabilidad, toma impulso gracias al que entonces fue su cliente lanzador, la Fábrica Española de Magnetos (FEMSA), actualmente BOSCH.

“Otro hito importante fue introducirnos en el sector aeronáutico a finales de los 70, trabajando para IBERIA en el suministro de equipos para mantenimiento de los motores del Concorde”- explica Ramiro. “En los años 80 se suministraron equipos de apoyo en tierra a CASA Motores, actualmente ITP, que hoy constituye uno de nuestros principales clientes”. En los 90 llegó el salto al sector espacial para RAMEM, fabricando componentes de satélites para el INTA. Una aventura que en el año 2012 culminó en Marte, con piezas para el rover Curiosity de la NASA. “Otro hito en nuestra producción fue la participación en el Gran Telescopio de Canarias con los 36 equipos para el posicionamiento del gran espejo primario”- añade.

Considera que para la buena salud de los sectores a los que la compañía da servicio ha resultado decisivo el papel del CDTI “como el catalizador necesario”. Ramiro destaca también la integración de Construcciones Aeronáuticas en el grupo AIRBUS y la participación de España en el programa Eurofighter, “claves para el desarrollo del sector aeroespacial español y para que la industria auxiliar le acompañase con éxito”. Afirma que sectores tradicionales como fueron la matricería y la industria del molde, dejaron de ser competitivos en España.

Para conservar la competitividad a buen recaudo en un entorno global, Ramiro asegura que es necesario poner la vista en el futuro y en los servicios que habrá que prestar a largo plazo. “RAMEM evolucionó del mecanizado de piezas y equipos de poca complejidad, a otros de gran valor añadido; es necesario permanecer al día de los avances tecnológicos en el sector y liderar la innovación en las líneas estratégicas”. En el camino de adquirir contratos de mayor valor añadido, RAMEM forma parte de una AEI con otras tres empresas del sector aeronáutico madrileño, SUMA-Aerospace, compañía dedicada al desarrollo y suministro de equipos electromecánicos embarcados, a lo largo de todo el ciclo de vida del producto.

“Tenemos un departamento de I+D propio desde hace 15 años”-continúa Ramiro, “y hemos participado en múltiples proyectos de investigación con instituciones españolas y europeas. RAMEM tiene tres líneas de investigación ligadas a sus actividades fundamentales: técnicas de fabricación innovadora (impresión 3D metálica, soldadura láser para componentes aeronáuticos e industria 4.0), realización de prototipos de diversas tecnologías cuyos fundamentos han sido demostrados en el laboratorio y la de instrumentación científica para determinar tamaños de partículas”.

La de RAMEM es una historia de éxito, en lo tecnológico pero también en la gestión de equipos muy cualificados. “Un buen empresario ha de ser tenaz y permanecer comprometido con su proyecto empresarial, además de reinvertir los beneficios que se puedan obtener. También hay que mostrase dinámico, adaptando el negocio a las circunstancias que dicte el entorno. Por ultimo ha de cuidar de sus empleados, forman parte del proyecto empresarial”- explica Ramiro, que concluye destacando el papel de la Comunidad de Madrid en la creación de dos polos de la industria aeroespacial localizados en el Corredor del Henares y en el sur metropolitano, “algo que facilita los negocios entre proveedores y clientes”.

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