Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Objetivos 2030

Con la colaboración  de

Cosentino

Empleos del futuro: cómo será trabajar con moléculas verdes

Cepsa presenta su informe sobre el hidrógeno verde, en el que desgrana no sólo cómo afectará al sector en España, sino también su importancia económica
moleculas verdes cepsa
Parque eólico en el campo andaluz, clave para el hidrógeno verde y su aplicación. (Imagen: Cepsa)

España será líder en creación de empleo derivado de moléculas verdes en 2030 y 2040. Así lo asegura el informe ‘Las moléculas verdes: la inminente revolución del mercado del empleo en Europa’, realizado por Cepsa y Manpower y presentado la pasada semana en el foro Davos. Entre otras cuestiones, el estudio muestra cómo impactará el hidrógeno verde en el sector energético europeo (y español) y cómo serán estos trabajos del futuro.

Según el informe, el PIB de Europa aumentaría hasta en 145.000 millones en 2040 respecto a 2023, lo que significaría un incremento medio anual de 8.500 millones de euros. En cuanto a España, el hidrógeno verde aportaría por su parte 15.600 millones de euros más al PIB en 2040, es decir, un 1% incremental respecto al de 2022.

Para poner en contexto, cabe recordar que el hidrógeno verde es ahora una economía que generará más empleo y valor económico al resto de sectores e industrias que a la energética. Y es que “el 88% de los nuevos empleos generados por el hidrógeno verde y los biocombustibles a 2040 surgen en el sector servicios y comercio, en el industrial, la construcción o la educación”, indican.

El hidrógeno verde

Para Cepsa, el hidrógeno verde es una ventaja: producirlo no genera emisiones de CO2 contaminantes para el medio ambiente, convirtiéndolo en un elemento clave en la descarbonización de la industria y el transporte.

“Es capaz de almacenar y transportar energía procedente de energías renovables, tales como la solar, hidráulica o eólica (…) Lo hace a través del proceso de la electrólisis, mediante el cual el hidrógeno se separa de la molécula del agua utilizando electricidad procedente de fuentes renovables, consiguiendo una energía verde y limpia de emisiones de CO2”.

Trabajar con moléculas verdes

Trabajar con moléculas verdes estará ligado a un sector eminentemente técnico -si bien, se buscarán profesionales con las llamadas softs skills-. Y España tendrá mucho que decir, pues liderará la creación de empleo derivado de hidrógeno verde en 2030 y 2040. En Cepsa adelantan que habrá 116.000 nuevas posiciones en España en 2030; esto es, el 18% de toda la región analizada.

Por otro lado, para 2040, España podría generar 181.000 posiciones, lo que supondría el 11% del total de empleo generado a nivel europeo -ya que estos crecerían después que nuestro país-.

Se pedirá, sobre todo: comunicación; colaboración y creatividad; competencias en materia de información, como el pensamiento analítico y la documentación de datos y la prestación de asistencia y cuidados, entendida como proteger y velar por el cumplimiento de normas, orientar al equipo y facilitar información y apoyo público.

Asimismo, se fijarán en habilidades de gestión de información; el trabajo con ordenadores y el trabajo con maquinaria y equipos especializados.

Se pedirá también formación específica en las áreas de mayor crecimiento y demanda de profesionales. Por ello, las empresas energéticas atraerán a profesionales con experiencia previa o a través de procesos de capacitación masivo de profesionales en sectores que decrecerán en cuanto a ofertas de empleo, y que podrían aprovechar la oportunidad del hidrógeno verde para mantenerse empleables.

Retos

Entre las notas buenas para trabajar con moléculas verdes: el 54,5% de los nuevos empleos en 2040 requerirán green skills -esas habilidades verdes más allá de las puramente técnicas y profesionales-. España es líder en Eruopa en este punto. Y cada vez más mujeres entran en este tipo de empleos -para 2040 podría superar a los hombres en nuestro país. Pero tiene otros muchos puntos negativos que habrá que superar.

La edad media actual, por ejemplo, es de 43 años. Nada mal si no fuera por el poco relevo general que se encuentra en un sector de futuro. “En 2030, casi el 60% de los profesionales que ocupen los empleos de la economía del hidrógeno y los biocombustibles tendrá más de 40 años. Un 10% superará los 60”, indican en el informe. Ya en 2040 se empezará a ver ese relevo… Pero habrá que trabajar en él.