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Los empleos que traerá la transición energética

Según Laura Martín, directora del Instituto de Transición Justa, los retos para 2030 permitirán crear entre 250.000 y 364.000 empleos
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Laura Martín Murillo, directora del Instituto de Transición Justa. (Imagen: Fundación Naturgy)

Fundación Naturgy ha organizado la jornada ‘Transición energética y oportunidades de empleo’, en la que ha presentado el informe “Empleos que demandará el sector energético: nuevas oportunidades sostenibles”, realizado por la Cátedra de Sostenibilidad Energética del IEB-Universitat de Barcelona. En este evento, se ha puesto de manifiesto cómo la transición energética cambiará los trabajos en el futuro, y Laura Martín, directora del Instituto de Transición Justa, ha indicado que, además, será imprescindible para abordar la emergencia climática.

“El proceso transición ecológica y energética en el que estamos inmersos es imprescindible para abordar la emergencia climática. Creemos también que es una palanca clave para construir una economía más justa, más segura y más duradera en el tiempo, y tiene que serlo”, ha indicado en la presentación.

En el caso de España, la transición energética y ecológica tiene que ser una palanca de generación de empleo. El punto de partida de la estrategia de generación justa para el país, que aprobó el Gobierno y es que es principal cometido desde este Instituto es que, para que la transición ecológica y energética funcione en España, tiene que funcionar para el empleo. “Y tenemos que dotarnos de los mecanismos necesarios para optimizar su potencial, pero también para identificar y minimizar los impactos negativos”.

“Esto es así porque España, en cuestión de empleo, siempre se ha posicionado como la principal preocupación de la ciudadanía –ha afirmado–. Y no es de extrañar, porque históricamente hemos tenido tasas de desempleo mucho más altas que nuestros vecinos comunitarios, y nuestro mercado laboral tiene lastres importantes como la temporalidad, la precariedad, que estamos atajando”.

Los empleos y el papel del Gobierno

Cuando desde el Gobierno se propuso el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, se tenía que definir unos objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, de penetración de energías renovables, de eficiencia energética. “Lo hicimos –asegura Martín– acompañándolo de un análisis de los impactos que demuestran que, en España, tenemos mucho que ganar en este proceso de descarbonización y arrojar datos de gran oportunidad para el país”. Así, la consecución de los objetivos que se plantearon para 2030 permitirá crear entre 250.000 y 364.000 empleos.

Son empleos muy diversos, ligados fundamentalmente a la industria, “y eso es importante”, apunta, ya que también va a la mejora de la eficiencia energética en rehabilitación de casas y edificios, a la innovación, a las energías renovables en el sector servicios… “Solo las inversiones dentro del Plan Nacional Integrado, solo lo que representa la transición energética a renovables, podría generar entre 100.000 y 180.000 empleos durante una década”. Estos empleos, aunque son en renovables, beneficiarán fundamentalmente a la industria manufacturera, a la construcción, al comercio y a la reparación asociada al sector.

Asimismo, asegura que desde el Gobierno están desplegando un paquete de reformas de la economía y, entre los objetivos fundamentales, está apoyar la economía para crear más y mejores empleos y hacerlo al mismo tiempo que se descarboniza la misma y hacer las dos cosas al mismo tiempo. 

“Y es que, de alguna manera, hay que reconocer que en España somos muy afortunados: tenemos unos excelentes recursos renovables para que el impulso a la transición energética de nuestro país se traduzca en mejoras competitivas de nuestra economía sobre otras, tenemos un tejido empresarial que ha sido y sigue siendo pionero en muchos de los desarrollos, tenemos centros de investigación que llevan años liderando el cambio”, ha declarado. 

El estudio y el papel de Fundación Naturgy

Por su parte, Rafael Vilaseca, presidente de Fundación Naturgy, presente también en el evento, ha explicado que la motivación del estudio es muy clara: estamos inmersos en una transición energética “necesaria, importantísima y urgente”. 

“Si vemos el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030, se estima que el aumento neto de empleo consecuencia de la transición medioambiental estará entre 250.000 y 350.000 empleos por año. Una cifra de lo más apreciable, y que va justo atacando dos problemas muy serios de nuestra sociedad: el primero, la transición energética y la necesidad de avanzar en la descarbonización, en este caso, de la energía. El segundo, en el problema del paro y del paro juvenil que padece endémicamente España y que necesita de medidas». 

Del mismo modo, ha indicado que “está claro» que la transición energética no es un proceso que afecte por igual a todos los países, sectores y colectivos. El impacto va a ser notablemente desigual. Y, en ese sentido, habrá que prestar mucha atención a cuáles serán las consecuencias que pueden tornarse muy positivas, en este caso, para el empleo. “Y, para ello, habrá que prestar especial atención a cuáles son las demandas que va a producir esa transición energética, esos nuevos enfoques, sobre todo, tecnológicos, y cómo podemos prepararnos para que sea un auténtico éxito y esos 350.000 empleos netos al año se cubran de una manera eficiente”.

Y ha añadido: “Estamos en un sector con una enorme y profunda transformación y, realmente, presenta riesgos que todos conocemos y que algunos ya estamos padeciendo. Pero también presenta oportunidades. Es el momento de paliar los problemas y, sobre todo, aprovechar las oportunidades, como la generación de empleo. Para ello, habrá que tener muy presente cuáles son los nuevos requisitos que se van a requerir desde las empresas para incorporaciones al mercado de trabajo”.