Antes de la crisis del 2008, en España se animaban 8 de cada 100 personas a lanzar un negocio. 12 años después, cierto aura de Déjà vu se ha apoderado del ecosistema emprendedor. «Al igual que con la pasada crisis económica, ahora esperamos una caída drástica. Pero la mayor incertidumbre ahora está en que no sabemos cuándo y cómo vamos a salir de este fondo imprevisto que hemos tocado», analiza Iñaki Peña, director técnico de GEM España. El observatorio acaba de presentar su Informe GEM España 2019-2020, cuyos datos reflejan algunos avances en cuanto a los emprendedores. Eso sí, la mayoría centrados en la etapa preCOVID-19.
«El emprendimiento tendrá protagonismo en la recuperación económica», prevé Peña, aunque recalca que esta será lenta. Según los datos del Informe GEM, el 6% de las personas habían creado una empresa en 2019; unas cifras que, sin ser espectaculares, ratifican ciertas mejoras, sobre todo en los últimos cinco años. Por ejemplo, en comparación con las cifras del 2015, el porcentaje de nuevas empresas en el sector de la transformación (manufactura) ha pasado del 15 % al 20 %. En el sector de servicios a empresas ha alcanzado casi un 35 %, en comparación al 30 % del lustro anterior.
Peña recalca que el objetivo de los emprendedores españoles en la etapa poscoronavirus debe pasar por generar una mayor capacidad productiva y un mayor nivel de bienestar. «Como país, tenemos que plantearnos qué tipo de emprendimiento queremos. ¿Más productivo? ¿Debemos penalizar el ineficiente? ¿Crear uno más transformador? ¿Más sostenible enfocado a los ODS [Objetivos de Desarrollo Sostenible]? ¿Más digital? ¿Más inclusivo?».
Todas estas preguntas no embarullan la compleja actual situación, sino que como afirma Peña «mejora la salud emprendedora de España». Es aquí donde entra uno de los apartados en los que GEM España ha querido profundizar en su reciente informe: la motivación. «Generar riqueza o unos ingresos elevados son las principales causas por las que las personas emprenden e innovan», señala Peña. Aunque se observa que 4 de cada 10 personas emprendedoras manifestaba haber creado su negocio para ganarse la vida debido a la escasez de trabajo. En general, el perfil de quien emprende es el de una persona de edad cercana a los 40 años, con estudios universitarios y alto nivel de renta (tercio superior).
El informe también destaca que en la última década se ha avanzado de forma considerable en la disminución de la brecha de género. Los datos de 2019 indican que a día de hoy por cada varón emprendedor hay una mujer emprendedora. «Nos queda la reconstrucción del país, lo más difícil. Pero no debemos cambiar el espíritu que nos está haciendo superar problemas como la desigualdad», valora José Bayon, consejero delegado de Enisa, empresa pública que respalda al Observatorio del Emprendimiento de España junto al CISE.
Emprender más y mejor
Los resultados que arroja el Informe GEM guardan relación con las percepciones que la sociedad española tiene acerca del emprendimiento y su relevancia para el desarrollo personal del país. Solamente el 36 % de la población española considera que hay buenas oportunidades de negocio, un dato muy por debajo de la media de los países vecinos de España, que se sitúa en un 52 %. En lo que se refiere al miedo al fracaso empresarial, más de la mitad de la población española lo percibe como un importante obstáculo para emprender (concretamente un 55 %), cifra superior a la media europea, que no supera el 43 %.
Los expertos consultados sobre las condiciones del entorno para emprender en España coinciden en algunas recomendaciones para mejorar el ecosistema: diseñar políticas gubernamentales que reduzcan las trabas administrativas y revisen la legislación fiscal que incentive la actividad emprendedora, apostar por fórmulas públicas/privadas de financiación en las diversas etapas del proceso emprendedor y fortalecer los valores de los emprendedores en los programas formativos impartidos en los diversos niveles educativos.
«Gestionar bien el conocimiento pasa por conocer a las personas. Solo así se pueden hacer negocios de forma eficiente», sostiene Federico Gutiérrez-Solana, director de CISE, en cuanto a la importancia de este tipo de estudios como el elaborado por GEM España. Por otro lado, aspectos como el intraemprendimiento o la innovación abierta son parte de la «constante educación y formación del mundo laboral», apunta Gutiérrez-Solana. A esto se suma otro factor clave, como es la educación. «Si queremos un país con un emprendimiento sólido debemos formar a la sociedad desde etapas tempranas. Es una labor colectiva. La recuperación está en nuestras manos», concluye Iñaki Peña.