El 'Informe Especial GEM (Global Entrepreneurship Monitor) sobre Emprendimiento Senior' revela que el número de adultos mayores que trabajan por cuenta propia supera al de los jóvenes de entre 18 y 29 años, lo que indica que las personas de 50 años o más tienen un papel muy relevante en las economías de todo el mundo. El estudio se basa en los datos recopilados entre 2009 y 2016 sobre la actividad emprendedora en 104 países y comprende más de un millón y medio de adultos de entre 18 y 80 años de edad divididos en cinco regiones del mundo: África subsahariana, Oriente Medio y Norte de África, Sudeste Asiático, América Latina y el Caribe y Europa.
Innovaspain ha hablado con Federico Gutiérrez-Solana, presidente de la Red GEM España, que ha profundizado acerca del informe en relación a nuestro país. "Más allá de los datos concretos, es evidente que el emprendimiento se ha convertido en una oportunidad laboral y social, tanto para los jóvenes como para quienes tienen experiencia y deciden ser los jefes de su propio negocio". Por otro lado, "las empresas están necesitadas de innovación y nuevas ideas, por lo que encuentran en los emprendedores la disrupción que muchas veces les falta", apunta.
Las cifras que revela el informe tienen una importancia particular para las economías que tienen poblaciones envejecidas. Con aproximadamente el 16% de la población mundial con 55 años o más, las cuestiones relacionadas con la actividad emprendedora en edades avanzadas afectan directamente a más de 1.200 millones de personas que pueden aportar valor impulsando nuevas iniciativas, generando innovación como intraemprendedores o participando en proyectos como inversores informales. "Como país, debemos actuar simultáneamente en materia de emprendimiento prestando atención tanto a los llamados millennials como a los seniors, porque realmente ambas generaciones conviven en las empresas".
A nivel regional, el emprendimiento senior (entre 50 y 64 años) -en términos tanto de intención emprendedora como de la actividad emprendedora en etapa inicial-, es más elevada en África (35%/19%) o América Latina y el Caribe (27%/14%) que en Europa (6%/4%). Estos números son consistentes con las conclusiones de GEM, que indican que los niveles de actividad emprendedora son normalmente más altos en las economías impulsadas por factores de producción (donde las iniciativas a menudo requieren habilidades más bajas y menos dinero para crecer) que en las economías impulsadas por eficiencia o innovación, entre las que se encuentra España. Además, como señala Gutiérrez-Solana, "es prioritario seguir apoyando a los investigadores jóvenes y potenciar la innovación desde los colegios, ya que todo ese conocimiento se verá transformado en grandes resultados para las empresas españolas".