José Bayón, consejero delegado de Enisa, está convencido de que la política es la piedra angular sobre la que desarrollar y transformar un país. Con la crisis del coronavirus, su filosofía se ha acentuado aún más, también en el terreno emprendedor, donde la empresa pública que lidera "jugará un papel decisivo para reconstruir el emprendimiento español".
El impacto de la pandemia está siendo profundo y evidente en el tejido emprendedor. El 35% de los emprendedores que estaban poniendo en marcha nuevas actividades se vieron obligados a parar sus planes y el 4% ya ha abandonado la idea. Aunque el 61% de estas iniciativas continúan su proceso de desarrollo. Estos son algunos datos significativos que arroja la RED GEM, institución avalada por Enisa, que acaba de publicar un informe nacional en el que refleja las inquietudes de quienes emprenden y las medidas que esperan de las autoridades públicas para responder a la situación actual.
"El gran reto del emprendimiento ahora es lograr reactivar la demanda y la oferta para volver a una senda de normalidad lo antes posible", recalcan desde RED GEM. Esta reactivación pasa necesariamente, como sostiene el informe, en repensar el ecosistema emprendedor, con nuevos pilares y dinámicas. "Es decir, que sea menos vulnerable, más articulado, más innovador, más resiliente y que dé respuesta a las nuevas necesidades sociales", confirman estas mismas fuentes.
Queda camino por recorrer. Las medidas que más solicita el colectivo empresarial según el informe son eliminar tanto las cuotas de autónomos durante un año como las trabas burocráticas. Un 58% reclama financiación blanda y un 56% reducir las cuotas de la Seguridad Social. Menor importancia se le otorga a los programas para el apoyo a nuevas empresas (40%), la formación en nuevas tecnologías (33%) y las ayudas para la internacionalización (23%).
Las cuatro claves, según el informe
1. Fomento de los valores y competencias emprendedoras en todos los ciclos educativos. Así se consigue una sociedad próspera con espíritu emprendedor apoyada en la iniciativa innovadora y empresarial.
2. Debate constructivo sobre el futuro del trabajo, para responder a las necesidades del tejido productivo, considerando también los modelos híbridos relacionados con el intraemprendimiento, la colaboración y la flexibilidad, que facilitan el máximo aprovechamiento de las oportunidades de trabajo y las competencias profesionales de la ciudadanía.
3. Diseño de políticas gubernamentales más ágiles. Lo que implica la reducción de los procesos administrativos y la mejora de los tiempos de respuesta. Este paso ha de ir en paralelo con una revisión de la legislación fiscal que facilite e incentive la actividad emprendedora.
4. Apostar por nuevas fórmulas públicas, privadas y mixtas de financiación en las diversas etapas del proceso emprendedor, incentivando tanto los proyectos innovadores como los que estabilicen el empleo y la supervivencia de sectores clave para la estabilidad del tejido productivo y la economía. Además, habría que tenerse en cuenta las necesidades de liquidez, la reestructuración de la deuda, y la inversión en proyectos de futuro.
Como ha adelantado José Bayón, estos cuatro aspectos se han incluido en el 'Plan de recuperación, transformación y resiliencia. España puede' elaborado por el Gobierno de España en base a la estrategia Next Generation EU, aprobada por las instituciones europeas.