Apoyar innovadores modelos de negocio enfocados hacia una economía circular y baja en carbono en empresas recién creadas o en fase de desarrollo de Galicia y algunas provincias de Castilla y León. Éste es el objetivo del proyecto Low Carbon Innovation, la aceleradora para emprendedores verdes impulsada por la Escuela de Organización Industrial (EOI).
Según ha explicado Teresa Martínez Tomé, jefa de Programas de EOI, la finalidad pasa por “potenciar una competitividad sostenible del tejido económico de las regiones donde se va a implantar y favorecer las iniciativas emprendedoras que se centren en actividades relacionadas con la eficiencia de los recursos, especialmente energéticos. Igualmente, se busca mejorar la competitividad empresarial de la zona y encontrar nichos de mercado para nuevos servicios y productos relacionados con la economía verde y economía circular”.
La iniciativa se dirige a emprendedores que trabajen en torno a la reducción de impactos ambientales, la eco-innovación en productos o servicios, las energías renovables, la eficiencia energética o la optimización de recursos naturales. Los proyectos candidatos deberán, asimismo, tener base en Galicia o en las provincias castellanoleonesas de Zamora, Salamanca, Ávila, León y Valladolid.
El programa, cuyo plazo para inscribir las candidaturas finaliza el próximo 28 de febrero, es gratuito y ofrecerá a sus participantes mentorización individualizada para poner en marcha estos proyectos empresariales así como formación especializada a través de talleres, sesiones de networking y servicio de seguimiento en remoto por parte de los expertos asesores. Finalmente, la idea es crear una Red de Emprendimiento Verde en la que los participantes establezcan colaboraciones y puedan participar en foros con inversores especializados en economía verde y sostenible.
Emprendimiento verde, oportunidades reales
Según ha indicado Martínez, “el emprendimiento verde está dando lugar a oportunidades reales de generar empleo, a la vez que promueve nuevos modelos empresariales que hagan un uso más eficiente de los recursos”. Por ello, a su juicio, este contexto es el propicio para adoptar “un modelo productivo más sostenible” con el que poder “desarrollar una estrategia de carácter global que nos permita dirigirnos hacia una verdadera economía circular, una oportunidad para impulsar el crecimiento económico y mejorar el bienestar de los ciudadanos”.