El proyecto Eco-net (Spanish Network of Alternative Fuels Refuelling Stations, en inglés), liderado por Enagás, desarrollará 15 estaciones de repostaje de GNL (Gas Natural Licuado) vehicular y una de hidrógeno –el primero de España a 700 bares de presión–, con el objetivo de contribuir a la descarbonización del transporte de España. Serán 16 puntos de suministro de combustibles alternativos a los tradicionales para vehículos pesados y turismos en un plazo de hasta tres años y contará con un presupuesto global aproximado de 13 millones de euros.
Los 15 puntos de suministro de GNL irán en las provincias de Castellón, Madrid (cuatro instalaciones), Guipúzcoa, Zamora, Gerona, Jaén, Álava, Navarra, La Rioja, Burgos, Cáceres y Badajoz, y un punto de suministro de hidrógeno en Madrid.
El desarrollo de está iniciativa será llevado a cabo por Scale Gas, una startup acelerada por Enagás Emprende, y que ya fue ganadora de los premios Ingenia Business –también de Enagás– en la edición de 2015, si bien se formó en empresa como tal en el año 2017.
Así, la startup se encarga de invertir, construir, operar y mantener infraestructuras de GNL a pequeña escala a lo largo de toda la cadena logística, dirigida a dos mercados nuevos y prometedores para desarrollar: el uso del gas natural como combustible en el sector del transporte (marítimo y vial) y el suministro de gas natural a zonas remotas mediante el manejo de pequeños volúmenes de GNL.
Para ello, contarán también con la colaboración del Instituto de Crédito Oficial (ICO) que cubrirá el 50 % del proyecto, aproximadamente; Enagás aportará la cantidad restante con recursos propios y, además, el proyecto Eco-net ha recabado el apoyo de compañías como Toyota e instituciones como Gasnam y el proyecto europeo Eco-gate, “un plan de acción global cofinanciado por la UE e impulsado por un consorcio de más de 20 empresas para el desarrollo de la movilidad con GNC y GNL en Europa”.
Y es que, según Enagás, el uso del gas natural en el transporte es clave “para mejorar la calidad del aire y avanzar hacia una movilidad más sostenible". Desde la compañía aseguran que el gas natural permite eliminar “la práctica totalidad” de las partículas contaminantes de los óxidos de nitrógeno (NOx) y de los óxidos de azufre (SOx).” En concreto, reduce entre un 80-90 % las emisiones de NOx y cerca de un 100 % las de SOx. Además, consigue reducir entre un 20-30 % las emisiones de CO2 respecto a los combustibles tradicionales”.
Por otro lado, el hidrógeno es una energía limpia y eficiente y es fácilmente transportable y almacenable. “Además, sus aplicaciones son múltiples: desde la generación y suministro de energía renovable a hogares, industria o negocios hasta su uso como combustible para la movilidad, sea cual sea el medio de transporte (marítimo, ferroviario o terrestre)”, explican en un comunicado.
Enagás, como ya ha informado Innovaspain, no es la primera vez que apuesta por el GNL como combustible de futuro. Ya se han posicionado como pioneros en el uso de un combustible que, según ellos, será clave para España y para el resto del mundo. De hecho, junto a Renfe Mercancías, Cepsa y las Autoridades Portuarias de Bahía de Algeciras, Huelva, Melilla y Cartagena, llevaron a cabo con éxito la primera prueba piloto en Europa de transporte multimodal de gas natural licuado (GNL) bajo el proyecto CORE LNGas hive.
Europa ante el GNL
Cabe recordar que, como marca la Directiva 2014/94/UE para el desarrollo de infraestructuras para los combustibles alternativos –y que sigue Eco-net–, la decisión sobre la ubicación de los puntos de repostaje de GNL “debe basarse en un análisis coste-beneficio que incluya un examen de los beneficios medioambientales. Deben tenerse también en cuenta las disposiciones aplicables en materia de seguridad. La implantación de una infraestructura para el GNL contemplada no debe frenar el desarrollo de otros combustibles alternativos energéticamente eficientes que puedan aparecer”.
Asimismo, “habría que garantizar la neutralidad tecnológica y asegurarse de que los marcos de acción nacionales tengan debidamente en cuenta la exigencia de apoyar el desarrollo comercial de combustibles alternativos. Además, al elaborar los marcos de acción nacionales deben tenerse en cuenta la densidad de población y las características geográficas”.
Para la UE, es necesario crear nuevas redes de infraestructuras, por ejemplo para la electricidad, el gas natural [gas natural licuado (GNL) y gas natural comprimido (GNC)], y, en su caso, el hidrógeno. Para el organismo, “es importante reconocer las distintas fases de desarrollo de cada tecnología y su infraestructura correspondiente, incluidas la madurez de los modelos de negocio para los inversores privados y la disponibilidad de los combustibles alternativos y su aceptación por los usuarios".