Como ya ha pasado en otras energéticas, Endesa ha querido dar una vuelta de tuerca a algunos de sus servicios para, o hacerlos más atractivos para sus clientes, o hacerlos más innovadores, enmarcándose en el mercado actual. Eso ha pasado con su filial de distribución eléctrica en España, que ahora pasará a llamarse E-distribución y, aunque seguirá englobando todas las actividades anteriores, ahora además apostará por la innovación.
Así, E-distribución apostará por “la digitalización de la red, de todos sus sistemas y procesos, y de los canales de atención al cliente, poniendo un foco muy importante en la mejora de la calidad del servicio eléctrico, a fin de disminuir las interrupciones de suministro y los tiempos de respuesta en caso de averías”.
Desde Endesa explican: “Tenemos el firme compromiso de liderar la transición energética y en el que la digitalización será una palanca esencial para hacer frente a los nuevos desafíos”. Y es que el desarrollo de las redes inteligentes es “indispensable” para impulsar la electrificación de la demanda que exige “la descarbonización de la economía, favorecer la integración de las energías renovables, facilitar el desarrollo del autoconsumo y promover la movilidad eléctrica”.
Seguirán llevando, por ejemplo, el proyecto MONICA, que controla en tiempo real la red de distribución eléctrica para conocer qué está pasando en cada momento, y así, mejorar la calidad del servicio. Este proyecto es uno de los primeros estimadores de estado de la red de media y baja tensión “a nivel internacional” y recoge diez millones de datos al día mediante tecnología big data para ofrecer información relevante de los indicadores que determinan la calidad del suministro eléctrico en baja tensión.
En la perspectiva de cumplir estos objetivos, según Endesa, en E-distribución se seguirá teniendo al cliente como eje principal –no en vano, cuenta con 12,4 millones de estos–. De hecho, durante el pasado año, esta distribuyó 124.714 GWh a través de sus más de 319.000 kilómetros de redes eléctricas, lo que equivale al 44% de la demanda total de España.
Además, destinó casi 300 millones de euros a la digitalización de sus redes de distribución y completó el despliegue de contadores inteligentes entre sus clientes domésticos. También están presentes en 27 provincias españolas de diez regiones atendiendo –sin contar con sus clientes– una población cercana a los 21 millones de personas.