Endesa, patrocinador platino de COP25, ha participado en el evento con la mesa redonda ‘Acelerando la transición a la economía circular’, en el pabellón de Chile, donde han hablado con otras empresas sobre la relación del agua y la energía con ella, como también la mejora de la gestión de los residuos urbanos para avanzar en la implantación generalizada de este modelo.
La responsable de Economía Circular de Endesa, Virginia Ocio, ha sido la encargada de representar a la compañía. En su intervención, Ocio ha dejado patente que la respuesta a los retos ambientales globales “ha de ser también global. Por lo que solo la descarbonización y la eficiencia en los procesos, no va a ser suficiente, sino que también hay que incorporar los principios de la economía circular”.
“Hay una nueva tendencia a consumir servicios en vez de productos, así como una tendencia a obligar a incorporar los costes de las externalidades negativas en los precios de los productos. Además, hay factores que obligan a repensar los modelos de negocio desde el principio. Desde diseñar los productos con el criterio de ecodiseño, extender la vida útil, aumentar las posibilidades de utilización mediante el uso compartido, considerar el producto como un servicio, y aumentar el valor de un producto determinado haciendo que al final de su vida útil puedan ser introducidos de nuevo en el ciclo”, ha explicado.
“Más allá de la parte de proveedores, también en la fase de construcción de nuestros activos, estamos incorporando el ecodiseño en ellos. Y en los nuevos usos de las centrales que vamos cerrando. También estamos trabajando en acelerar la electrificación del transporte, desarrollando plataformas para la recarga de vehículos. Y en facilitar la generación distribuida”, ha añadido, la responsable de Endesa.
Asimismo, Virginia Ocio ha afirmado que, en el sector energético, ”está claro que la descarbonización es el camino para abordar el cambio climático y tener un plan diseñado para ello es imprescindible”. De hecho, para Endesa y para Enel, el objetivo es el año 2050: “Una de las palancas fundamentales es la propia descarbonización del proceso de generación, aumentando porcentaje de renovables en el mix hasta la descarbonización total. Y, por otro lado, por el de la demanda, se tratará de aumentar la electrificación de nuestros usos. Ahí el transporte y los edificios, los mayores consumidores de energía final, suponen el gran reto, puesto que ambos actualmente se basan en el consumo de energías fósiles”.
“En Endesa –ha declarado– apostamos por la economía circular como base de un nuevo modelo económico sostenible mediante el cual podamos preservar los recursos disponibles al mismo tiempo que generemos prosperidad económica”. Y es que, según ella, "a transición actual de un modelo de economía lineal a uno circular representa para Enel una oportunidad importante de innovación sostenible, que produce efectos tangibles también para el medioambiente, cuyo impacto se amplifica aún más por el proceso de digitalización y las nuevas tecnologías”.
Entre los demás participantes de la mesa redonda se encontraba, Hans Eben, presidente del Pacto Global Chile, que ha defendido la economía circular por su capacidad de servir como articuladora, “con unas posibilidades muy importantes tanto a nivel social y como económico en varios sentidos: en la industria, en la empresa, territorial y de una colaboración radical”.
Por su parte, Narciso Berberana, director de Aguas Andinas Chile, ha asegurado que en su capital, Santiago, se generan casi dos millones de toneladas al día de aguas residuales. El resultado fue que Santiago pasó de prácticamente cero tratamiento a las aguas residuales en 1999, al cien por cien en 2017. “Y por el camino se ha conseguido transformar todos los desechos en nuevos recursos: gas natural, abono orgánico, agua limpia para riego, energía para autoconsumo y electricidad para volcar a la red. Con el valor añadido de convertir todo este proceso en un activo de Innovación chilena exportable, porque es perfectamente replicable en otros lugares”, ha indicado.