Durante el 2019, 18 familias en situación de vulnerabilidad de Calatayud han estado probando un proyecto piloto de Endesa dedicado al ahorro del consumo energético. Se trata de ReLUCE, un sistema de gestión innovadora, dedicada sobre todo al consumo eléctrico, que cuenta con un sistema de prepago para, por un lado, incentivar el consumo eficiente y, por otro, controlar el gasto de estas familias. Además, permite limitar la potencia –en lugar de un corte de suministro–, ayudar en la gestión de ayudas públicas e informar sobre el gasto energético.
ReLUCE –que ha sido desarrollado con la colaboración de Ecodes y el Ayuntamiento de Calatayud– ha sido un éxito: todas las familias han reducido en un 23 % de media su gasto eléctrico. Además, el 70 % de ellas han podido ajustar su consumo a las recargas propuestas y, en cuanto a la reducción de potencia, únicamente ha sido necesario aplicarla en 9 ocasiones, “valorándose muy positivamente el preaviso de su ejecución”. Asimismo, según Endesa, “para el 81% de las familias, este sistema de información, a través del cual han conocido periódicamente su saldo, ha generado tranquilidad, seguridad y capacidad de prever sus gastos para organizarse económicamente y adecuar su consumo”.
El funcionamiento de ReLUCE es sencillo: a través de un SMS semanal, se informa al usuario de la evolución del saldo, así como de la previsión en caso de una necesidad de recarga –en el caso de que fuera necesario para poder llegar a final de mes–. Por ello, cuando se detecta que el saldo se va a acabar o que hay un consumo alto y prolongado en el tiempo, también se avisa al usuario para que realice la recarga. Pero, para que no haya cortes de suministro, en el caso de que no realicen esa recarga y se queden sin saldo, Endesa reduce la potencia hasta un nivel que permita cubrir las necesidades básicas.
Todo ello ha hecho que Endesa y sus dos colaboradoras hayan decidido ampliar durante un año más este proyecto. Esto, según la compañía, “permitirá obtener más información sobre la factibilidad de este mecanismo como alternativa al corte de suministro”. Además, se realizará una serie de mejoras para seguir de forma “mucho más cercana” la experiencia de las familias. El objetivo final: poder estudiar, en un futuro, “una posible escalabilidad del procedimiento como mecanismo para mitigación de la pobreza energética”.
Del mismo modo, no quieren que el proyecto se quede estancado durante este año. Tras el análisis de esta herramienta, han querido optimizar la iniciativa con nuevas mejoras. La primera consistirá “en que la información periódica que actualmente se está facilitando se refiera al coste variable eliminando el efecto del termino fijo, de manera que se pueda seguir con mayor facilidad la correlación de la energía realmente consumida y el importe asociado a la misma”. Y, en segundo lugar, la realización de un seguimiento “más cercano” de los participantes, “a través de talleres sobre ahorro energético y visita a los hogares para asesorar sobre los equipos y realizar análisis de consumos personalizados”, explican.