ENISA pone cifras al impacto económico y social de sus préstamos

Según un informe elaborado por José Martí Pellón, catedrático de Economía Financiera de la UCM, la inversión pública de la Empresa Nacional de Innovación genera 29.776 puestos de trabajo
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participantes en la presentación del informe, ayer en Madrid. Imagen: ENISA.

La Empresa Nacional de Innovación (ENISA), ha hecho balance del resultado tangible que tiene su impulso al emprendimiento innovador. La entidad presentó ayer en la sede de Fundación COTEC, en Madrid, el ‘Informe sobre la valoración del impacto económico y social de sus préstamos participativos’ (descargar el informe), que analiza los 6.487 préstamos otorgados a 5.701 empresas entre 2005 y 2019. Esto se traduce en una inversión pública de 939,2 millones de euros. El documento ha considerado factores como el empleo, ventas, margen bruto, activos totales y activos inmateriales.

El CEO de ENISA, Borja Cabezón, destacaba el papel protagónico de la empresa pública a la hora de ayudar a aquellas personas “que han tenido la valentía de emprender”. En las seis semanas transcurridas al frente de ENISA, Cabezón asegura haberse encontrado con una plantilla “muy profesional”, que lleva pegada a la piel “la camiseta de la innovación y el emprendimiento”.

Asimismo, dentro de la Ley de Startups, ha aludido a una de las funciones de ENISA, encargada de certificar como tales a las empresas emergentes, “lo que supone un sello de calidad extra para los proyectos emprendedores”. Y añadía que “ENISA es un socio ideal: no pide avales ni garantías, y acompaña a las startups tanto en su nacimiento como cuando llega el momento de crecer. Lo que hacemos es una muestra de la visión pública que ayuda a consolidar un cambio en el modelo productivo de España”.

El informe

El informe es, tal y como opinaba su autor, José Martí Pellón, catedrático de Economía Financiera de la UCM, experto en capital riesgo, “una radiografía que sirve para corroborar la utilidad de una Administración pública como ENISA. Comprobamos que las tres cuartas partes de los préstamos que se concedieron en dicho periodo, sirvieron para empresas que estaban empezando su actividad emprendedora”. Es en esa etapa tan crucial donde fue a parar el 56,9 % del importe total prestado.

Martí Pellón lleva más de 20 años analizando el sector del capital riesgo. “En un momento dado, descubrí que ENISA era un complemento esencial en la financiación de muchas empresas. No es habitual analizar el verdadero impacto del gasto público, y me parecía interesante abordarlo así”, apuntaba el experto.

Ideas que prosperan “en un país de pymes”

“En un país de pymes como España”, añadía el profesor, “lamentablemente, incluso las buenas ideas lo tienen complicado para evolucionar. Crear una herramienta pública de apoyo es fundamental para que estas nuevas empresas nazcan y sobrevivan”. Pellón considera que ENISA tiene “un equipo capacitado” para seleccionar los proyectos a financiar. Este expertise ha sido testado científicamente en diferentes publicaciones. “ENISA ha demostrado que sus elecciones tienen sentido. Necesitamos una institución pública bien estructurada que maneje un volumen de préstamos mayor cada año”.

En cuanto a los sectores más financiados, el profesor Pellón subrayaba que otros Servicios es la categoría representada con un mayor porcentaje del número de empresas, con el 38,1 %, seguida por Tecnologías de la Información y Comunicaciones (TIC), con el 21,3%.

El informe “es fundamental” no solo por la inversión que describe, sino también por el empleo neto creado y que, hasta el tercer año, en las 4.725 empresas de la muestra impactó en que 15.887 personas trabajasen. La persistencia en el crecimiento hasta 2021 fue confirmada al incrementarse la cifra hasta 29.776 personas, superando en un 62,8 % el empleo agregado antes de recibir el primer préstamo de ENISA.

Compromiso público

Así las cosas, en lo que se refiere al análisis coste-beneficio de los resultados alcanzados en crecimiento y empleo, éste “es muy positivo”, ya que evidencia un compromiso de fondos por empleo generado de 30.000 euros, que baja hasta los 14.000 euros al considerar los reembolsos ya recibidos. Un efecto multiplicador del préstamo sobre la inversión en activos totales de 8,5 veces el importe prestado y sobre los activos inmateriales de 1,3 veces el importe prestado.

El informe también incluye una estimación de la recaudación fiscal generada por la mayor actividad económica de las 4.725 empresas analizadas que fueron apoyadas por ENISA. Los resultados muestran valores, por encima de lo que hubiera generado el grupo de control, de 653,2 millones en el IRPF, 1.037,7 millones en Seguridad Social y 3.887,4 millones en IVA.

José Martí Pellón ponía en acento en la buena salud de los programas de financiación de ENISA. “Ha crecido mucho ofreciendo los servicios adecuados e impactando. De su función original -la reconversión económica de distintos grupos industriales- ha virado con éxito hacia el mundo del emprendimiento”.

El buen momento del ecosistema emprendedor

Según el profesor, los resultados positivos que expone el informe no son puntuales, sino que aumentan cada año, y trascienden a las empresas para alcanzar a la actividad económica en su conjunto. “ENISA genera un ecosistema emprendedor que accede más fácilmente a financiación inicial, pero también a segundas y terceras rondas complementarias”.

El experto percibe que el citado ecosistema ha cambiado “radicalmente” en la última década. Pese a las dificultades de financiación, es a partir de 2015 cuando asistimos a una entrada más decidida de inversores extranjeros, activos en rondas de entre 10 y 200 millones de euros, reflejadas en alrededor de 30 unicornios españoles consolidados. “El ecosistema ha evolucionado hacia una base más amplia y consistente, lo que favorece el arranque inicial sin diluirse en exceso en distintas rondas de financiación que dificultarían un gran crecimiento posterior. Es un momento dulce que debemos ser capaces de mejorar”.

Desde una perspectiva más amplia, José Martí Pellón ha pedido a las administraciones públicas coherencia en sus estrategias de apoyo a las empresas. “No tiene sentido que gobierno, ayuntamientos, comunidades autónomas e incluso Europa, hagan cosas muy parecidas sin coordinación, compitiendo en un mismo mercado ya de por sí estrecho. De ahí la importancia de que el gasto público en general sea bien analizado. No se trata de gastar por gastar; por disponer de un presupuesto concreto o porque esté de moda.  Los impuestos han de ser bien empleados, y los programas públicos de apoyo, validados en su aportación y como solución a los fallos del mercado”.

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