La Red de Institutos Tecnológicos de la Comunidad Valenciana (REDIT) está compuesta por 11 centros que emplean a más de 2.000 profesionales del ámbito científico y tecnológico y trabajan con más de 15.000 empresas, dentro y fuera de la Comunidad Valenciana. Con una trayectoria de 50 años dedicados a mejorar la competitividad de la industria, la red de centros cierra 2023 en «un momento dulce». «Hemos generado unos ingresos por encima de 160 millones de euros y un impacto social y ambiental (según el SROI) que supera los 2.600 millones», destaca Gonzalo Belenguer, director general de la organización, en una entrevista con Innovaspain.
El responsable de REDIT valora el punto de madurez en el que se encuentran los centros, que define como «auténticos referentes internacionales» en ámbitos como alimentación, calzado, cerámica, embalaje, biomecánica o energía entre otros. «La pandemia puso de manifiesto que, en torno a los institutos, se había consolidado un ecosistema real, una red de colaboración sólida. Tras ese momento duro, la Administración autonómica, principalmente a través del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE), ha reforzado su apuesta por la I+D+i y por la labor desempeñada por los institutos tecnológicos de REDIT.
Como consecuencia de ese apoyo, con un incremento presupuestario del 150% en los últimos años, a día de hoy, somos la principal red de apoyo a la innovación en las pymes españolas», apunta Belenguer. El 61% de los clientes que trabajan con la red nacional de centros tecnológicos, lo hacen con alguno de los institutos de REDIT.
No obstante, el director general de la Red de Institutos Tecnológicos de la Comunidad Valenciana afirma que «el crecimiento nunca es suficiente ya que nuestros competidores internacionales van a una velocidad superior y desde hace más tiempo rás», e insta a Administración y empresa a «no titubear en la apuesta decidida y sostenida por la innovación». «Mientras en países como Finlandia, con una población similar a la de la Comunidad Valenciana, tienen como objetivo llegar al 4% de inversión en innovación respecto a su PIB, aquí nos situamos en un 1,4 a nivel nacional y en un 1,2 en la Comunidad Valenciana», apunta Belenguer.
«Dotar de recursos a la red mejora la robustez de nuestras empresas e industrias y, por lo tanto, la calidad de vida de los ciudadanos»
El tejido industrial de la Comunidad Valenciana se caracteriza por la diversidad de sectores, el tamaño de las empresas (el 99% son PYMES) y por su dispersión geográfica. «Los centros ha ejercido un papel vertebrador y conector para las empresas de nuestro territorio y estas especificidades de nuestra industria, lejos de ser un handicap son una realidad que valida nuestro modelo», destaca el director de REDIT.
«El denominador común de todos nuestros centros es la proximidad a la empresa, su vocación de servicio para atender las necesidades de los sectores industriales. Como aliados estratégicos que somos de éstos, entendemos su realidad y les ayudamos a incrementar su competitividad, a partir de la I+D+i que desarrollamos», afirma Belenguer.
«Los institutos de REDIT han desarrollado, en el último año, más de 2.500 proyectos de I+D+i dirigidos a las pymes; proyectos cuya implementación mejora la competitividad de estas empresas y genera puestos de trabajo de alto valor añadido. Esta red de institutos, participa activamente en otras redes nacionales e internacionales y contribuye, por tanto, a crear ecosistemas de oportunidades”. “Atendiendo al impacto generado por nuestra Red -impacto social, incremento de la competitividad de las pymes, retorno en el último año de más de 145 millones de euros, a la Comunidad Valenciana, procedentes de programas nacionales y europeos- considero que somos una inversión altamente eficiente para la región y que se ha consolidado como una auténtica referencia gracias al apoyo de la Generalitat Valenciana, desde hace 50 años, así como a la confianza demostrada por las empresas de la región y de otras grandes corporaciones nacionales e internacionales», señala con determinación el responsable de la red.
Gonzalo Belenguer insiste en que el modelo económico de REDIT, «híbrido y equilibrado», es un claro caso de éxito de colaboración público-privada. «Con la financiación pública -un 40%- desarrollamos las líneas de I+D, el 60% restante es transferencia directa a las empresas». Un equilibrio necesario que facilita la interacción con el resto de agentes del ecosistema en beneficio de nuestras empresas. Para dar testimonio de ello cita el último Estudio de Competitividad Regional Europea, donde la Comunidad Valenciana ha crecido por encima de la media española y europea y se encuentra «en la parte alta del tablero europeo, aunque los retos obligan a seguir esta senda de crecimiento e inversión decidida en I+D+i, como factor estratégico de desarrollo».
REDIT Ventures, un «modelo único» que opera sobre todos los sectores industriales de la región
En 2022 se creó REDIT Ventures, con el objetivo de potenciar la transferencia de tecnología disruptiva al tejido industrial y crear nuevas empresas de base tecnológica con vocación de permanencia en el territorio. En estos meses «de intenso trabajo» se han analizado más de un centenar de proyectos.
Justo esta semana, ha visto la luz la primera empresa lanzada por REDIT Ventures. Se trata de RI Medical, un proyecto conjunto con el Instituto de Biomecánica (IBV), el Instituto de Investigación Sanitaria La Fe, la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) y el CSIC, que ha desarrollado un dispositivo médico para el cribado de cáncer de próstata. Se espera que alcance los tres millones de euros de ventas en cinco años y emplee a 10 trabajadores de alta cualificación.
El dispositivo, que será fabricado y comercializado por RI Medical, será capaz de proporcionar información objetiva, reproducible y precisade la rigidez de la próstata. De esta forma, será posible realizar una detección temprana mejorando así la tasa de supervivencia y calidad de vida posterior de los pacientes.
Para Gonzalo Belenguer, REDIT Ventures «es un modelo único en Europa que opera sobre todos los sectores industriales de la región y que plantea un doble reto: la creación de empresas de base tecnológica, a partir de la I+D más disruptiva de los institutos tecnológicos, e invertir sobre éstas para posicionarlas como grandes players, radicados en nuestra tierra. Tenemos previsto que en el corto plazo se generen 11 nuevas empresas y se creen más de 100 puestos de trabajo directos, de alto valor añadido”.