El chief technology and strategy officer de Siemens, Peter Koerte, se muestra convencido de que entramos en una nueva era en la relación persona-máquina gracias a los avances en gemelos digitales alimentados con datos en tiempo real y a la irrupción de la IA generativa que se convertirá en la nueva interfaz con el mundo artificial. En la industria 4.0 contempla sistemas autónomos que transformen las piezas mientras las trasladan dentro de fábricas, que dejan de ser estáticas, pide una respuesta unificada de Europa en materia de ciberseguridad y repasa la estrategia para llegar a las pymes a través de su Xcelerator.
El año pasado ponías el acento en el Web Summit de Lisboa en el metaverso industrial. ¿Crees que puede suceder algo en 2024 que cambie nuestra percepción acerca de ello? ¿Quizás el lanzamiento de la Vision Pro de Apple suponga un punto de inflexión?
Cada vez son más las empresas que utilizan el metaverso industrial, estamos viendo cómo pasa del concepto a la realidad. Una startup de baterías de Noruega que cotiza en el mercado de valores de EEUU quiere crear la próxima generación de gigafábricas y juntos la estamos construyendo. Las empresas están viendo que esto es real, podemos demostrar el beneficio, el valor de ser más rápidos y flexibles. ¿Se acelerará con las Vision Pro de Apple? Los avances tecnológicos ayudan, de modo que sí, creo que absolutamente.
No estoy seguro de si serán las gafas de Apple, cualquier dispositivo de realidad virtual va a ayudar, las nuevas de Sony son muy ligeras, muy enfocadas a la realidad mixta que es lo que nos gusta, tenemos una estrecha colaboración allí. En lo que todo el mundo incide también es en la necesaria conversación sobre la inteligencia artificial (IA). En el metaverso industrial conectamos el mundo real con el digital y para ello tienes que dar sentido a los datos y hacer simulación. La clave es acelerar esas simulaciones.
Imagino que estáis desarrollando aplicaciones para esas nuevas gafas, para ese nuevo mundo.
Sí. En particular, para la simulación y la colaboración. La semana pasada firmamos un acuerdo con Microsoft para impulsar un software de gestión del ciclo de vida del producto llamado Siemens Teamcenter. Ayuda esencialmente a la forma en que te organizas, democratizamos los datos de ingeniería para que se puedan compartir fácilmente con cualquier otro componente de nuestra empresa y de otras empresas. Para ello necesitamos entender el sistema en general. El hecho de que puedas usarlo perfectamente en tus dispositivos de realidad virtual supondrá un cambio muy importante.
Es interesante la carrera tecnológica por las interfaces.
La última milla sigue siendo lo más complicado. También en nuestra vida diaria. ¿Cuál es la pantalla, cuál es la interfaz con la que estás interactuando, la interfaz hombre-máquina? Hacerlo bien es la clave. Y ahí es donde la integración de los equipos con Microsoft va a ayudar. La otra parte clave es el uso de Copilot.
«En España era muy importante entrar en en el diseño para construcción naval»
La IA generativa se va a convertir en la interfaz entre el humano y la máquina.
Exactamente. Está el caso de uso general en el que simplemente preguntamos a la IA generativa, pero luego está el caso de uso con respecto al servicio al cliente. Cuando llaman diciendo que necesitan una pieza de repuesto porque su máquina no funciona, ahí es donde realmente vamos a usar mucho la IA Generativa. Imagina que eres un ingeniero de mantenimiento, revisas una bomba muy compleja y no entiendes necesariamente lo que está haciendo. No importa, porque la IA te lo puede decir, te puede dar los datos de la máquina, todo. Puedes decirle: “OK, muéstrame los registros de mantenimiento”. Y lo hará. “Veo un código de error, ¿cómo lo soluciono?” Y te lo dirá en tu lenguaje natural. Esto va a ser muy relevante para los trabajadores en la línea de producción
Hablas de cinco bloques clave a desarrollar para el metaverso industrial. ¿Cuáles crees que están más avanzados y cuáles necesitan más impulso?
En el caso del diseño, el bloque de construcción central está bien, está mejorando un poco, pero yo diría que está al 90%. La simulación sigue siendo algo muy complejo. Por ejemplo, si coges un coche eléctrico y quieres simular el desarrollo de calor dentro de él mediante un modelo fluidodinámico computacional, se necesitan entre ocho y 12 horas para hacerlo. Es posible entrenar el modelo y acelerar el tiempo de simulación a 6 minutos.
Para los ingenieros esto se convierte casi en tiempo real. Por otro lado, el fotorrealismo es clave y todavía queda camino por recorrer. Vemos grandes avances con las GPU de NVIDIA y en los modelos de trazado de rayos, pero hay que acelerarlos. Y el último punto es el tiempo real. Funciona, pero no está donde tiene que estar.
¿Estáis buscando socios o posibles inversiones en estas áreas?
Sí. Hacemos desarrollo orgánico y adquisiciones. En España, era muy importante para nosotros acceder al diseño para la construcción naval, que es muy específico del dominio. Trabajamos con NVIDIA, con Microsoft, y AWS sigue siendo un socio fuerte.
Asistimos a un auge de los sistemas autónomos, especialmente en hardware. En automatización, al menos en el área de defensa, se prevé un aumento de la demanda. ¿Cuáles son las expectativas de Siemens?
Sin duda, el futuro es más autónomo. Para nosotros, la aplicación más relevante en este momento es la planta de producción, la fábrica. Si lo piensas, hoy en día, sigue siendo muy estática. Aquí está la parte que corta, aquí la que suelda y aquí la que ensambla. En la fábrica del futuro habrá máquinas conduciendo, autoorganizándose, hablando entre sí, por lo que los vehículos pesados o los vehículos guiados autónomos (AGV) no solo transportarán material de A a B, sino que también podrán manipularlo.
Los cobots, por ejemplo, harán el ensamblaje mientras están en movimiento, y luego otro sistema recogerá la pieza y la pintará y así sucesivamente. Esta es la visión de una fábrica verdaderamente oscura, sin personas, en la que todo es autonomía. En el ámbito de la movilidad hay trenes que funcionan sin ningún tipo de conductor. La clave es que, para que todo esto funcione, necesitas un par de cosas: potencia de cómputo, para que el procesamiento sobre el edge sea importante, y una conectividad muy estable.
La conectividad es, en efecto, uno de los puntos débiles de la automatización, uno de los que más preocupan.
El 5G es muy importante. Disponemos de nuestros propios equipos 5G para complejos industriales que exigen latencias ultra bajas, de milisegundos, y una confiabilidad ultra alta.
La importancia de acelerar el ritmo en el ámbito regulatorio
Hay una brecha entre la velocidad a la que avanza el sector tecnológico y la regulación en este sentido. Sigue demandándose espectro para el Wi-Fi 6e y el 7 y en países como España hay restricciones para crear redes privadas de 5G.
Son problemas reales y necesitamos más velocidad en esto. Nosotros construimos redes privadas en plantas industriales, con repetidor, receptor y el dispositivo que envía todos los datos…
…Alemania tiene una mejor regulación en redes privadas de 5G que en España.
La conectividad es absolutamente importante para comprender lo que está sucediendo en largas distancias, como trenes, y en distancias cortas, como fábricas, es crítica.
¿Qué tecnología será más importante en el futuro para la automatización, el 5G o el Wi-Fi?
Creo que el 5G, porque te da la libertad de pensar en un espectro más amplio.
En Automatica de Munich se pudo ver una demostración de varios AMR, de diferentes fabricantes, trabajado de manera orquestada y comunicados con un sistema central gracias al software VDA 5050. ¿Cómo va la carrera de los estándares en áreas donde están innovando compañías distintas de forma separada?
La posibilidad de un sistema único es un muy buen punto. Y la respuesta corta es la interoperabilidad, para que los sistemas puedan comunicarse entre sí. La estandarización es sin duda el camino a seguir. Tenemos una iniciativa llamada Over the Web Teamcenter Installation (OTW), la idea es establecer la conexión, saber quién es la otra parte para sacar a relucir los formatos de datos o las estructuras que vienen con ellos y que las diversas partes puedan empezar a comunicarse. Esa es la idea y eso es lo que estamos impulsando. Hay muchas empresas en todo el mundo fuera de nuestras tecnologías de operación, pero las cosas envolventes son realmente la próxima generación del IoT, para permitir esa comunicación autónoma de máquina a máquina.
En términos de ciberseguridad, se habla de priorizar una respuesta unificada en Europa, incluso por encima de la soberanía nacional.
Actuar con una voz unificada es bueno, porque todos los países tienen intereses diferentes, y eso muy a menudo significa que tenemos que seguir muchas regulaciones diferentes. Tenemos un hub de desarrollo en España y vamos a seguir construyéndolos en todo el mundo. Es crucial en particular para las infraestructuras críticas, como las plantas, por supuesto, o la movilidad. Pero la cuestión no se limita a la seguridad cibernética, es la ley de IA que está ahora mismo en proceso de finalización en el Parlamento Europeo, es la Ley de Resiliencia Cibernética, es una ley de datos que trata sobre la cuestión de si puedo cobrar datos y cómo permitir que sean compartidos.
Es interesante porque, aunque se puede decir que son ubicuos, los datos de los ciudadanos son diferentes de los de las máquinas y muy a menudo las leyes no los distinguen. Eso nos complica mucho la vida. Tenemos que tomar medidas destinadas a los humanos o a los consumidores finales, pese a que nosotros trabajamos con máquinas. En este momento, en Europa la estrategia es mirar el riesgo en primer lugar y luego quizás el valor. ¿Pero por qué? Si no hay valor, no hay riesgo. Porque si no hay valor, nadie lo hará. Y eso es lo que a veces pienso: solo demuestra cuál es el valor, observa el riesgo y luego trata de mitigarlo.
Las enseñanzas de Xcelerator
¿Quién es el dueño de los datos? Una de las grandes cuestiones que deberemos resolver. En Alemania, el Gobierno está trabajando seriamente en establecer unas guías.
Esa es otra gran pregunta, sí.
Hace ya más de un año que Siemens lanzó Xcelerator. ¿Qué lecciones habéis podido extraer en este tiempo, porque se trata también de un buen barómetro de la situación tecnológica del mercado?
A analistas como Gartner les encanta, dicen que es exactamente el camino correcto a seguir. La idea es acelerar proporcionando bloques de ‘Lego’, por así decirlo. Puedes tomar piezas de hardware y software y construir soluciones personalizadas. Está funcionando maravillosamente y nuestros clientes dicen que esto es exactamente lo que necesitan, porque hoy en día tienen integradores de sistemas que hacen mucho trabajo manual solo para conectar cosas.
Y si las máquinas ya son capaces de comunicarse entre sí porque son abiertas, interoperables, las empresas ahorran mucho dinero y ganan velocidad. En estos momentos Xcelerator está creciendo a doble dígito. No obstante, está tardando un poco más en crecer porque los ecosistemas siempre se basan en la confianza y se construyen sobre el valor que pueden generar.
Cuando lanzamos la aceleradora, teníamos 65 socios, ahora son el doble. Acabamos de firmar con Tata Consulting Services, sigue creciendo en el ámbito de integradores de sistemas, pero probablemente está tardando más en establecerse en el mercado industrial. Las pequeñas y medianas empresas batallan día a día con la digitalización, pero muchas carecen de un departamento de TI, tienen presupuestos muy ajustados y, por lo tanto, quieren tener algo que en cinco minutos se puedan instalar.
Construimos ese mercado industrial porque no podíamos llegar a las pymes con nuestra propia organización de ventas, era demasiado caro. Podemos democratizar esa información y crear soluciones seleccionadas en el sitio web que además comercializamos as a service, lo que significa que no tienes que instalar software, basta con iniciar sesión y registrarte y ya puedes consumir en menos de dos minutos.
Llegar a las pymes lleva un poco más de tiempo. Asimismo, está creciendo el número de personas que vienen, pero se necesita tiempo para que la gente vuelva. No está progresando tan rápido como nos gustaría, pero está avanzando, así que, en general, estamos contentos.
«Para las tecnologías climáticas, en Europa hay un futuro brillante»
Excepto en el caso de la automoción, Europa está perdiendo su posición en nuevos sectores estratégicos. ¿Cuál es tu visión sobre esta carrera?
El cambio climático es real y los esfuerzos de sostenibilidad son enormes. En Europa hemos estado invirtiendo mucho en tecnologías climáticas y ahora tenemos industrias muy reguladas. Eso también es una oportunidad. La captura de carbono, el hidrógeno, las bombas de calor, las redes inteligentes, todo esto es una oportunidad única que podemos desplegar aquí en Europa y lo demostramos.
En nuestra hoja de ruta hacia las emisiones netas de carbono cero podemos utilizar nuestras propias tecnologías para demostrar y construir industrias nacientes. Así que, en cuanto a las tecnologías climáticas, soy muy optimista de que en Europa hay un futuro brillante. También porque tenemos una buena base de fabricación en el lado de la TI y del software. Con la ley de chips de la UE hay muchas inversiones en la industria de los semiconductores. Hemos visto a TSMC llegar y a Intel construyendo nuevas fábricas.
En cuanto a los datos y el software, todavía queda camino por recorrer y, bueno, China siempre lo es para China, pero los estadounidenses para el resto del mundo son definitivamente más rápidos y más grandes. Aquí es donde tenemos que ser inteligentes. Y creo que la forma de hacerlo es no tratar de abarcarlo todo.
Por bloques sí podemos ganar, y uno de esos bloques es en el mundo industrial. Con metaverso e IA industrial, realmente podemos marcar la diferencia porque tenemos las máquinas, tenemos las fábricas, somos realmente fuertes en ese sentido. No somos tan fuertes llegando al consumidor, cierto, pero somos fuertes en el B2B en el lado industrial, esta es el área en la que podemos ganar y por eso soy optimista.
Tus tres tecnologías para 2024.
La IA generativa es, sin duda, algo que está ahí. La pregunta más importante será sobre los datos: la curación de datos y su almacenamiento, es mucho lo que tiene que suceder. Y la tercera es probablemente la inmersión, en realidad mixta y virtual veremos un gran avance.