Fusión entre arte y tecnología: así es el Escaparate de la innovación de Cotec

Una de las piezas ubicadas en la sede de la fundación es el Datascopio, una obra interactiva ideada por el diseñador Paul González
El Datascopio. Cortesía de la Fundación Cotec.
El Datascopio. Cortesía de la Fundación Cotec.

La sede de la Fundación Cotec es ahora un Escaparate de la innovación. Entre conductores y peatones, cada hora pasan cerca de 4.000 personas por delante de este espacio expositivo ubicado en el número 3 de la calle Cea Bermúdez, en Madrid, en pleno barrio de Chamberí, junto a los Teatros del Canal. Quienes pasen por aquí pueden observar dos instalaciones a pie de calle que fusionan arte y tecnología; diseño e innovación. 

“Con el escaparate cumplimos uno de los objetivos que nos llevaron a cambiar de sede hace un año: acercarnos a los ciudadanos, abrirles nuestras puertas e invitarles a participar en la cultura de la innovación”, aseguran desde la fundación. “La instalación incluye una original ventana de conocimiento, donde contaremos todo lo que hacemos de un modo diferente”, precisan.

El Datascopio

Una de estas piezas es el Datascopio, una obra interactiva ideada por el diseñador Paul González (Madrid, 1974). El artista explica a Innovaspain que la idea de esta instalación surgió tras identificar los pilares fundamentales de la fundación. “Cotec al final no deja de ser un observatorio de innovación y de tecnología. Trabaja sobre una serie de temáticas muy concretas que giran principalmente alrededor de la economía, la sostenibilidad y la educación”, explica González, “tomando estos ejes me pareció bonito hacer una pieza que metafóricamente trabajase sobre la idea de observatorio”.

El Datascopio funciona por sí mismo (independientemente de que haya gente frente a este) como una ventana de visualización de información. “Lo que hace es una búsqueda en internet, en la nube, relacionada con cuatro temáticas concretas: educación, sostenibilidad, digitalización y economía”, añade. La pieza rastrea en la red dónde está girando la conversación en relación con estas temáticas y resalta las palabras que más se repiten.

No se trata de una pieza pedagógica. “No pretende ser tampoco una pieza educativa, ni de formación, ni tampoco 100% funcional. Es más una pieza estilística, metafórica, poética o conceptual, que intenta atraer la atención del público”, detalla González. 

El diseñador pretende con ella llamar la atención a las personas que pasan cada día ya sea para ir a casa o al trabajo . “No es una acción especial de comunicación para una agencia de publicidad que necesita hacer un reclamo, que la gente se pare, participe y entienda un concepto, un producto. Esto no funcionaba de esa manera. Es algo mucho más sutil”, agrega. “Nos parecía mucho más interesante que alguien que tiene que pasar por allí 365 días al año vaya imaginando y construyendo qué es y para qué es esa pieza a lo largo del tiempo”.

El Datascopio. Foto: Cortesía de la Fundación Cotec.

El Informatrón

A un lado del Datascopio, que estará cerca de un año y medio en la sede de la fundación, se encuentra el Informatrón, una pieza que es una mezcla de lámpara, pantalla y escultura, también diseñada por González, que estará de forma permanente. “No solo es una pantalla que permite generar una conversación de uno a uno con la calle, de una manera muy informal, pero de actualidad, sino que a su vez genera también un reclamo visual y una atención de fuera hacia adentro”, precisa.

La pantalla está conectada y sincronizada con unos anillos led que reaccionan de una manera diferente dependiendo del contenido. Esta pieza permite a Cotec generar comunicación en tiempo real con la calle. “Esto permite ser muy actual a la vez que muy directo”, afirma González, “casi como si te hablase un amigo”.

El desarrollo de ambas piezas no fue sencillo, apunta su diseñador, ya que son piezas únicas, y tardaron en hacerse entre ocho y nueve meses. Las obras tampoco tienen un carácter comercial. “Más que muchas otras cosas que he hecho, se acercan a cómo soy yo y a lo que hago yo a nivel artístico y creativo”.

González trabaja desde hace cerca de dos décadas en la intersección entre arte, diseño, tecnología e innovación. Durante 10 años trabajó en China como director creativo para su propio estudio y ha desarrollado proyectos en distintos países como México, Alemania y Estados Unidos. En 2003 desarrolló la campaña de comunicación para el Museo Guggenheim de Bilbao.

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