Escobas Mendi lleva desde el año 1905 fabricando escobas de forma artesanal. Con espigas de mijo y un palo de madera, siguen al pie del cañón ante los precios de los productos importados de plástico. “Algo tendrán”, asegura Miguel Mendi, el guardián de las esencias de la compañía artesana, el que actúa “como un poco de todo”, indica, en un mundo completamente digitalizado.
“Mi abuela tuvo que ir en su día a recorrer los pueblos de Navarra para ir vendiendo las escobas. Es en esos pueblos donde tenía que ir haciendo amistades y dejando las escobas en las tiendas, como se hacía por aquel entonces. Con mi padre, el formato de venta ya eran en cadenas de compra y distribución”. Ahora, Mendi recorre a través de Internet todo el mundo yendo directamente al cliente final, el comprador, como hacía su abuela.
“Ayudar a llegar al cliente final, eso ha sido la innovación para nosotros, para Escobas Mendi”, asegura. Según él, quien lo quiere, lo encuentra, no hay que ir a cualquier lado para hacerlo. Solo hace falta una conexión a Internet y un dispositivo.
“En las tiendas a las que van los clientes de ahora no se encuentran nuestras escobas artesanales, pero a través de la web o de Amazon ya tienen el producto. La innovación ha sido sobre todo eso, junto con el posicionamiento, tener en orden las páginas y redes… Es lo que más nos ha tenido en cuenta para los marketplace, la gran cantidad de canales para llegar al producto”. Y apunta: “Antes era en físico, cuanto más distribuidores y marroquinerías, mejor. Pues en online es lo mismo”.
Cómo se crean las Escobas Mendi
El proceso sigue siendo el mismo, con maquinaria adaptada, de hace 40 años. “El formato es el mismo: el palo de madera y los procesos con maquinaria para el cosido de las fibras de la escoba. Y la filosofía es la misma”, explica.
El palo de madera se sujeta a un torno y se va dando forma con las espigas, un material natural de mijo que ya ha llevado un proceso anterior: desde el corte de las espigas hasta el pulido y el secado. “Se va dando forma y luego, según el tamaño, el cosido, el número de cuerdas, se crea la escoba. Es como las escobas de barrer míticas, o como las de brujas, que son redondas, y se van haciendo las espigas en ese sentido”.
Ese mijo se siembra en primavera y el peso de las semillas hace que la palma de mijo se doble. Luego, se cortan seis espigas naturales y se secan en el campo. Y de allí se llevan a las naves, donde se desgranan en la maquinaria –pequeña– se enroscan las espigas al palo, se unen los hilos y se cose a mano.
En Escobas Mendi defienden que cuentan con unas características que no tiene el plástico de productos importados. “Se intenta imitar, con curvaturas, pero el agarre al suelo de cemento, por ejemplo, que tienen nuestras escobas no lo tiene. Algo tendrá. No se venden en volumen como antes, porque no se puede competir por precios con las de importación. Pero algo tendrá”.
Además, defienden la sostenibilidad, ya que, como afirma el propio Miguel Mendi, “más natural que esto no hay nada, porque es un producto natural”. Asimismo, ahora se encuentran en estudio para ver el nuevo embalaje: qué materiales utilizar, utilización de plásticos reciclables, etcétera. “Ese es nuestro próximo paso”, anuncia.
‘Navarra a un clic’
Hace unos días, Amazon anunció que Escobas Mendi ha sido la elegida para la iniciativa ‘Navarra a un clic’, un proyecto con el que quieren reconocer la cultura y el talento local, dando a conocer a las pymes y creadores de la región al resto de España y del mundo.
“Escobas Mendi es un ejemplo de cómo las pymes españolas se están digitalizando y encontrando en las ventas por Internet un aliado para mantener sus negocios, o incluso para crecer”, aseguran desde Amazon.