Escuelab nació en el año 2013, cuando las propuestas para fomentar vocaciones STEAM todavía escaseaban. El proyecto comenzó con la voluntad de romper con algunas dinámicas del aprendizaje (aún vigentes) basado en horas de repetición y memorización. A través de la experimentación científica, Escuelab aúna rigor y diversión en múltiples actividades presenciales y online dirigidas a niños y niñas de 3 a 14 años.
Campamentos científicos, extraescolares (están en 13 colegios de la Comunidad de Madrid), talleres, formación al docente, propuestas para familias y proyectos a medida conforman un amplio abanico en el camino hacia un aprendizaje «más significativo». Escuelab también aboga por trabajar la autonomía y la autoestima del niño. Sus programas ponen el acento en el pensamiento crítico, la creatividad, el trabajo en equipo o la gestión de la frustración.
Cristina Balbás, Fernando García-Lahiguera y Patricia Soriano lideran un equipo formado por investigadores con experiencia internacional, pedagogos, expertos en trabajar con infancia en riesgo de exclusión, divulgadores científicos y artistas. Patricia Morales es coordinadora de actividades extraescolares y campamentos de verano en Escuelab. Durante la participación de la empresa en el festival MadBlue, la docente explica a Innovaspain que, en estos más de 10 años, el proyecto no ha dejado de crecer. “Lo que comenzó como un voluntariado empezó a gustar. El feed back recibido nos llevó a dar un paso adelante y unir la vertiente empresarial al espíritu social de Escuelab”.
Compromiso
Morales apunta que el compromiso de la iniciativa con aquellos menores que no disponen de recursos para acceder a sus actividades es uno de los motores que les mueven. “No queremos que ninguno se quede atrás. Creemos que democratizar el acceso al conocimiento científico es fundamental”. Escuelab desarrolla proyectos solidarios tanto en España como en otros lugares del mundo. La empresa destina parte de sus beneficios a becar a niños y niñas que de otro modo no tendrían la opción de nutrirse con estos recursos pedagógicos.
Todo ello, haciendo viajar a los niños y niñas más allá de las pizarras ‘tradicionales’. “Existe mucho desconocimiento alrededor de la divulgación de la ciencia en las aulas. Tratamos de cubrir un déficit del sistema educativo. Apostamos por aprender haciendo y por un mayor dinamismo, con los alumnos como protagonistas”. Morales añade que, a lo largo de este trayecto, la mejor herramienta para crecer ha sido el boca a boca entre familias y docentes.
“Pensamos que estamos aportando nuestro granito de arena para fomentar las vocaciones STEAM. Al principio comprobábamos que buena parte de los alumnos que se apuntaban a nuestras actividades eran hijos e hijas de profesionales dedicados a la ciencia o la tecnología. Por fortuna, hoy llegamos mucho más allá”, asegura la experta. Los planes de Escuelab pasan por ganar presencia en otras ciudades españolas y seguir expandiendo su filosofía por Latinoamérica.