En el marco de la competición Best of Belron, el profesor Luis Ignacio Hojas, secretario del Departamento de Ingeniería Civil: Hidráulica y Ordenación del Territorio y líder del proyecto Experiencia 1.000.000 Km en Vehículos Automatizados, ha dibujado el presente y futuro del coche autónomo. La reducción del ratio de desvinculaciones (las veces en las que el conductor tiene que tomar el mando del vehículo), un mantenimiento y actualización de software constantes y saber "digerir" la revolución que provocará en la movilidad son, a su juicio, algunas de las claves de futuro en torno a la conducción autónomo, de la que España "quiere formar parte importante".
"Estamos viviendo un proceso disruptivo en la movilidad. Como el que sucedió en la informática en los años 90, cuando nos sorprendió la velocidad con la que avanzaron las redes. De las tarjetas perforadas a los smartphones han pasado solo 25 años, y probablemente suceda lo mismo en la movilidad. Los cambios van a ser muy rápidos, porque los usuarios vamos a exigir coches con niveles altos de automatización", explica Hojas, para quien el mantenimiento preventivo de los coches autónomos "va a ser vital para la correcta implantación de esta tecnología".
Sin embargo, el principal reto de cara al futuro sigue siendo lograr la siniestralidad cero, algo que según Hojas "es un error pensar que se conseguirá con el vehículo autónomo". Al tiempo que habrá menos atascos y la conducción será más eficiente y segura, "no lograremos acabar del todo con los accidentes", pese a que "las víctimas van a disminuir de forma drástica, por lo menos en un 90%, porque prácticamente se eliminará el error humano”, asegura Hojas.