Los Fondos de Recuperación Europeos incluyen un claro compromiso con la economía verde. España destinará el 37 % de los 140.000 millones que le corresponden a iniciativas relacionadas con la transición energética, la sostenibilidad, el medio ambiente o una movilidad libre de agentes contaminantes. Francisco López, General Manager de Mitsubishi España, detallaba hace unos días que su compañía se está retirando de proyectos poco alineados con la lucha contra el cambio climático (como la puesta en marcha de una central térmica en Vietnam). Donde sí han participado es en la logística de un viaje lleno de complejidades técnicas: el primer transporte de amoniaco azul desde Arabia Saudí hasta Japón.
“Amoniaco e hidrógeno verdes, movilidad eléctrica y, más ampliamente, todo lo que tenga que ver con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, son materias en las que Japón siempre ha atendido al liderazgo de la Unión Europea”, apuntaba López. El directivo ha participado junto a Luis Escartín, BD Director Asia-Pacific de Acciona Energía en una jornada organizada por la Fundación Consejo España Japón, entidad presidida por Josep Piqué.
López explicaba que, en las últimas dos décadas, Japón ha participado en proyectos de energías renovables desarrollados en suelo europeo. “Han aprendido y ganado una experiencia que ahora aplican en el mercado japonés y en el sudeste asiático”. El responsable de Mitsubishi no descarta que con el hidrógeno ocurra algo similar. “Hoy Japón es el máximo importador de gas natural. Poco a poco habrá de recurrir a combustibles menos contaminantes. Tienen en marcha una interesante batería de proyectos relacionados con el hidrógeno verde”.
El papel de España
Yoshihide Suba, primer ministro de Japón, hacía público en octubre de 2020 el ambicioso objetivo de alcanzar la neutralidad de las emisiones en el año 2050. El desafío para Japón es mayúsculo al depender casi totalmente de los recursos energéticos del exterior. “Su territorio es limitado para desarrollar energías renovables a gran escala, un problema que España no tiene”, aseguraba Francisco López. Según el General Manager de Mitsubishi en España, ambos países pueden abrir una importante vía de cooperación.
Más allá de que España produzca y exporta hidrógeno verde con destino Japón, López recordaba otras buenas razones para establecer alianzas cada vez más estrechas. “En Japón contamos con instituciones de calado que acompañan a las empresas japonesas. Es el caso del Banco Japonés de Cooperación Internacional, una ventaja competitiva que los grupos empresariales japoneses pueden aportar”. El directivo añadía que uno de los mandatos del banco es el de promover proyectos en el extranjero que contribuyan a preservar el medio ambiente y mitigar el calentamiento global.
Primera planta de hidrógeno verde en España
“La opción de colaborar entre empresas españolas y japonesas es muy clara”, añadía Luis Escartín, que coincidía en señalar las ventajas financieras de Japón a la hora de mirar por la buena salud de proyectos a gran escala. “España, por su parte, tiene conocimientos técnicos muy valiosos en energías verdes e influencia en determinadas geografías. La complementariedad en notoria. En infraestructuras innovadoras y en su diseño, no hay dos países iguales. Hay que adaptar los proyectos y potenciar la flexibilidad”.
Escartín explicaba que Acciona es pionera en España en el desarrollo de plantas de hidrógeno verde. La primera la están construyendo en la isla de Malloca, y servirá para proveer de dotar de energía a los autobuses que circulan por la ciudad de Palma.