Red Eléctrica, a través la asociación sin ánimo de lucro Nordesnet, ha lanzado una iniciativa para llevar fibra óptica a la España Vacía. Esta especie de “hacendera digital” consiste en un proyecto piloto comunitario que facilita acceso a internet de ultra alta velocidad (1.000 Mbps) a municipios con muy poca población, lo que les confiere poco atractivo comercial para los grandes operadores de telecomunicaciones.
Para poner en contexto, Antonio Calvo Roy, director de Sostenibilidad de Red Eléctrica explica que la brecha digital “es un factor de desigualdad y que contribuye a la despoblación de nuestros pueblos. La conectividad es básica no solo para que una persona decida quedarse, volver o iniciar su proyecto de vida en un pueblo con los mismos derechos digitales que si viviera en la ciudad sino también para que tenga a acceso a todos los servicios públicos: desde realizar trámites administrativos de forma telemática sin tener que desplazarse a la capital, hasta estudiar a distancia, algo que ha sido casi imposible para muchos niños y niñas durante la pandemia, afectando a su desarrollo educativo”.
Y recuerdan: un 13,4% de las zonas rurales en España todavía no cuenta con acceso a Internet de al menos 30 Mbps de velocidad y un 50,2% carece de cobertura de redes ultra rápidas –más de 100 Mbps–, según el informe de cobertura de banda ancha del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital 2019.
Por ello, en principio, el proyecto se está desarrollando en tres municipios del nordeste de Segovia –“que no suman ni 180 habitantes”, apunta–: Castroserracín, Navares de las Cuevas y Cerezo de Abajo. El objetivo es ampliarlo a más de 50 municipios de la comarca, donde la densidad de población es inferior a seis habitantes por kilómetro cuadrado, la mitad de lo que la Unión Europea establece para considerar una zona como ‘desierto demográfico’ –12 habitantes por kilómetro cuadrado–.
El papel de Nordesnet
Nordesnet es un operador de telecomunicaciones que ha creado una red de conexión ultrarápida que se nutre de la fibra óptica oscura que contienen los cables de una línea cercana de Red Eléctrica, facilitando su acceso y conexión. Por otro lado, la Fundación Guifi.net, artífice de una red de telecomunicaciones libre, abierta y neutral en Cataluña, será la encargada de iluminar la fibra.
De este modo, darán respuesta a una necesidad de la población de la zona, de la España Vacía, gestionándolo como una “hacendera digital”, de modo que “los propios habitantes, empresas y administraciones que lo desean invierten y participan en el despliegue de la red en su localidad. Quienes no desean invertir pueden contratar los servicios como a cualquier otro proveedor de internet”.
Más allá del sector primario
Según Calvo Roy hay que desterrar la idea de que los pequeños municipios, los pueblos y aldeas solo se pueden dedicar al sector primario, a la actividad agropecuaria. “Es un sector importante y se puede mejorar muchísimo aplicando la digitalización, la conectividad y las nuevas tecnologías, por ejemplo, para un mejor control de las plagas o una gestión del agua más eficiente. Ahora bien, hay que dar el salto y ampliar el horizonte vital y la contribución del medio rural a todos los ámbitos en los que la vida personal y profesional se puede desarrollar”.