La Unión Europea financia eForFuel, un proyecto que busca proporcionar una sustitución sostenible de los combustibles fósiles. En concreto, su solución pasa por utilizar CO2, electricidad y agua, recursos esencialmente ilimitados e independientes del uso de la tierra. En total, 14 socios de 9 países europeos participan de esta iniciativa, en la que la participación española corre a cargo de la Universidad de Alicante.
El proyecto parte de la necesidad de sustituir los combustibles fósiles por alternativas procedentes de fuentes renovables y sostenibles, en un momento en el que los gases de efecto invernadero que se emiten durante la combustión de los combustibles fósiles, son importantes impulsores del cambio climático y una amenaza global para la sociedad y el medio ambiente. Además, como las primeras generaciones de biocombustibles compiten con los recursos de la tierra y limitan la producción agrícola de alimentos, no pueden remplazar por completo los combustibles fósiles sin riesgos para la seguridad alimentaria o la biodiversidad.
Para solucionar este problema, la solución propuesta utiliza recursos que son esencialmente ilimitados e independientes del uso de la tierra como son la electricidad, el agua o el CO2. En este sentido el coordinador del proyecto, Arren Bar-Even, ha explicado que “lo que hace único eForFuel es la cadena de producción sostenible que convierte las emisiones de CO2 y la electricidad renovable en un compuesto de fácil manejo, el ácido fórmico, que luego se alimenta a microbios modificados para que produzcan hidrocarburos renovables que puedan usarse como combustibles”.
El proyecto pretende demostrar que es posible usar un único electro-bioreactor integrado que aúne la electro-reducción de CO2, la producción de ácido fórmico y la bio-conversión de ácido fórmico en hidrocarburos que puedan servir como combustibles.
UNIVERSIDAD DE ALICANTE
Por su parte, la Universidad de Alicante trabajará en el diseño y preparación de los electro-catalizadores de la celda electroquímica en y, especialmente, en el desarrollo de “los materiales de carbón que constituirán el cátodo de la celda electroquímica, donde se producirá la transformación del CO2 en ácido fórmico”, ha indicado el investigador Antonio Sepúlveda.