El ecosistema fintech español está en buena forma. El país es el tercero de Europa en cuanto a empresas de este tipo, con 977, según el reciente informe Fintech Global Vision publicado por Finnovating. Pese a que el panorama financiero a nivel internacional es complejo en cuanto a inversión –debido especialmente a la Guerra de Ucrania y el fantasma de una repetición de la crisis de 2008 tras las caídas de Credit Suisse y Silicon Valley Bank–, el sector fintech ha alcanzado una madurez que, si bien lo hace más exigente a la hora de invertir, también lo convierte en una de las grandes sensaciones de la década. Y en este sentido, una compañía como Visa tiene mucho que decir.
El lanzamiento de la segunda edición de Visa Innovation Program Europe en España de la mano de Hackquarters supone por parte de la compañía la ratificación de su confianza en las nuevas tecnologías aplicadas a los métodos de pago. Eva Ruiz, Head of Fintech de Visa en el sur de Europa, define al evento como “un espacio de conversación amable con espíritu de colaboración, innovación e inclusión”. Esta conversación no solo abarca a los bancos y startups de innovación financiera; también supone un acercamiento a una sociedad cada vez más digitalizada.
Visa Innovation Program Europe en España está diseñado para acelerar el desarrollo y la adopción de soluciones y servicios de pago innovadores, al tiempo que ayuda a las fintech españolas a crecer y escalar sus negocios. “Uno de los grandes valores del programa es su capacidad de generar negocio”, asegura Ruiz. Lo que comenzó siendo un experimento para Visa es ahora una de sus grandes iniciativas. Aunque el programa ya apuntaba maneras.
En la primera edición en España fueron 116 las fintech que solicitaron su participación en el programa, con seis finalistas que pudieron disfrutar de 36 horas de mentoring por parte de Visa. Además, una de ellas, Divilo, consiguió cerrar una ronda de financiación tras unirse al programa de forma independiente o a través de las conexiones de los gestores del programa y los socios locales del ecosistema.
Estas Fintech recibieron sesiones de mentoring por parte de directivos de Visa, así como de expertos globales de Hackquarters. Asimismo, tuvieron la oportunidad de trabajar mano a mano con los clientes y socios de Visa en España, realizando pilotos y pruebas de concepto, así como acceder a la red global de inversores. “Las primeras ediciones de los programas están para aprender, pero nosotros vimos un claro potencial desde el comienzo”, sostiene Ruiz, que, pese al éxito, reconoce que fue una edición poco presencial, especialmente debido a la resaca poscovid. “Lo gestionamos bien, pero encontrarnos presencialmente al final del programa [en el Demo Day] fue tremendamente valioso. En 2023 hay un componente presencial importante y se le va a sacar mucho partido”.
Novedades
La segunda edición cuenta con varias novedades, entre ellas la ampliación del programa a Portugal, convirtiéndose así en una edición conjunta entre ambos países. “Esta unión permite al sector español crecer de forma más amplia y dinámica”, afirma Ruiz. Además, se sincronizará con el desarrollo del programa en otros mercados como Chipre, Grecia, Italia, Malta, Portugal y Turquía, donde el programa se estará llevando a cabo.
Con esta expansión, la edición 2023 de Visa Innovation Program Europe en España continuará proporcionando a las Fintech un amplio abanico de recursos, incluyendo acceso a las APIs de Visa, redes globales de inversión, nuevo acceso a mercados, capacidad de mentoring y alianzas con bancos e instituciones financieras de la región. El proyecto pretende crear una sólida red de fintech y socios comerciales en todo el sur de Europa. “Que España esté conectada con el resto de países es siempre una buena noticia porque permite a nuestras fintech ser más visibles y generar colaboraciones que son beneficiosas para todos”, valora Ruiz.
Los retos propuestos en esta edición son variados: desde construir un futuro inteligente y sostenible, hasta empoderar a las pymes o generar experiencias de pago de nueva generación y abordar el universo de las finanzas Integradas. Las solicitudes se aceptarán hasta el 14 de abril y los proyectos seleccionados se anunciarán en mayo.
Un futuro internacional
Visa Innovation Program Europe está acelerando el ecosistema Fintech en el sur de Europa desde 2019. Con 4 mercados activos en 2022, ya se ha convertido en un programa con más de 900 solicitudes recibidas, 72 startups impulsadas y 68 Pruebas de Concepto implementadas con éxito. En un mundo cada vez más globalizado, el futuro es indudablemente internacional.
“Auguro un futuro muy positivo. Esta edición es importante por el contexto de contención en cuanto a la inversión”, señala Ruiz, que confía en que la nueva Ley de Startups y el Sandbox regulatorio supongan una nueva era para la generación de nuevos proyectos de valor. “A pesar de su madurez, el sector fintech tiene aún mucho por crear en cuanto a nuevos medios de pagos, soluciones para comercios, iniciativas de sostenibilidad, apoyo a las ciudades inteligentes… Hay players muy potentes en el mercado y la colaboración fomenta un ciclo virtuoso”.
Regulación, innovación, pedagogía, funcionalidad de las propuestas e inversión forman el quinteto titular –utilizando un símil baloncestístico– de un sector cada día más competitivo y que ha sabido evolucionar del modelo B2C (Business to Consumer, del negocio al cliente) al B2B (Business to Business, del negocio al negocio). No obstante, el consumidor final sigue siendo el juez de todas las nuevas soluciones.
“Las experiencias tienen que ser transparentes y la innovación tiene que ir acompañada de educación financiera a la sociedad”, explica Ruiz. En este sentido, la responsable considera que las fintech “están haciendo su trabajo”, pero no todo es responsabilidad suya. “El marco regulatorio tiene que acompañar a esta etapa de innovación. También hay que entender que las fintech son mucho más que neobancos. Por eso desde Visa Innovation Program Europe en España aspiramos a generar nuevas propuestas de valor que potencien al ecosistema emprendedor y a la sociedad en general”, concluye.
