Evaluación por micro-competencias: el futuro de la nota dependerá (también) de tus capacidades propias

La Universidad Loyola, junto a la Pablo de Olavide, la de Bielefeld (Alemania), y la FH Joanneum (Austria), impulsan un proyecto europeo para evaluar de manera automática y personalizada
La evaluación por micro-competencias permitirá evaluar de manera automática y personalizada.
La evaluación por micro-competencias permitirá evaluar de manera automática y personalizada.

La evaluación por micro-competencias deja de ser una utopía. Un proyecto europeo, en el que participan las universidades Loyola, Pablo de Olavide, Bielefeld (Alemania) y FH Joanneum (Austria) comenzó este abril las pruebas para evaluar de manera automática y personalizada a cada alumno en los niveles superiores de educación.

Unos parámetros “esenciales” de medir para el investigador principal del proyecto, el profesor de la Universidad Loyola, David Becerra Alonso. “Las competencias son difíciles de abordar por profesores a un nivel detallado. Y por eso, un sistema que automatice el proceso es la única salida. Vivimos en tiempos en que tecnológicamente esto ya es posible”, detalla a Innovaspain.

Becerra comenzó a probar un sistema similar hace unos siete años aproximadamente. “Se hicieron necesarios evaluadores automáticos en la universidad”, recuerda. El sistema programado por este profesor creaba libros personalizados. Cada alumno tenía uno, que se modificaba cada curso académico. “Unos libros que tienen material común, pero también específico para cada uno de ellos”.

Esta evaluación por micro-competencias pretende “hilar fino”, asegura Becerra. “Por eso para cada apartado de cada ejercicio se asigna un itinerario de micro-competencias. Un hito que te lleva a otro hito y a otro sucesivamente. Cada una es un paso cognitivo y se puede representar de manera encadenada”. Al final, el itinerario de estas “unidades indivisibles” tejerá una red que conforma lo que denomina “la huella dactilar del alumno”.

A su vez, este sistema permite detectar los caminos cognitivos que no se están andando. Se consigue, precisa, “conectando material de distintas asignaturas. Así el profesor sabe por qué no se hacen estos caminos cognitivos y redirigir sus clases a los conceptos que los alumnos no entienden. Ir a las causas de esta incomprensión”, añade.

David Becerra, profesor de la Universidad Loyola, es el investigador principal del proyecto.

SAPIENS

El proyecto SAPIENS (Skill Assessment for PersonalIsed compEtence NetworkS) cuenta con la financiación de la Unión Europea a través del programa Erasmus + KA226: ‘Asociaciones para la preparación de la educación digital’ y el apoyo del SEPIE (Servicio Español para la Internacionalización de la Educación). El proyecto cuenta también con el apoyo de INCOMA, en materia de gestión y difusión de contenidos. Se harán eventos multiplicadores en cada país para dar formación y difusión adicional a profesores que estén interesados.

Los compañeros de las carreras STEAM de los otros tres partners que desarrollan el proyecto con la Universidad Loyola decidirán, por su parte, cuáles son esas micro-competencias a evaluar. Uno de los “riesgos” presentes en esta investigación. “Corremos el riesgo de crear una que nos dé información que ya era evidente en primer lugar o bien que es demasiado críptica, que no está claro lo que se puede extraer de ellas. Crear estas redes de micro-competencias no va a ser tan fácil como pudiera parecer desde un principio”, reconoce Becerra.

El objetivo es conseguir seleccionar una red de competencias “elegante” y lo suficientemente interesante para que, cuando alguien la vea, pueda comprender de manera clara los perfiles de alumnos. O bien del curso con el que el docente puede trabajar.

Además, en la educación superior española, se suma a que el profesor diseña su asignatura “desde los contenidos”. Esta evaluación por micro-competencias le da la vuelta a la tortilla. “Crear un material desde las competencias es irse al meta conocimiento de lo que se tiene que aprender, y luego alimentarlo con contenido”.

Es el reclamo del proyecto: “un diálogo entre contenidos y competencias”, resume Becerra. Así, los contenidos, de forma natural, alimentan las competencias; y estas, de forma espontánea, sugieren la modificación de contenidos.

Software libre

Una vez finalice el proyecto, cuando la plataforma esté pulida, la Comisión Europea (quien lo financia) obliga a que se ofrezca como software libre. Otro de los alicientes de este sistema de evaluación por micro-competencias es que puede utilizarse sin conexión. Como señala el profesor de la Universidad Loyola: “permite descargar un PDF para trabajar offline y poder entregar los ejercicios al día siguiente en cuestión de medio minuto. Así la plataforma se puede implementar en países donde la conexión no está tan resuelta”.

En la Universidad Loyola, el equipo está formado también por Isabel López Cobos, María Luisa Parody Núñez y Alfonso Carlos Martínez Estudillo. Todos asumirán tareas de desarrollo de la herramienta, modelo de datos, gestión documental, además de incorporar a sus asignaturas el sistema de evaluación automática y personalizada.

Las políticas de la Unión Europea en el ámbito de la educación superior tienen como objetivo abordar tanto la necesidad de equilibrar los desajustes educativos como de promover la excelencia en el desarrollo de las capacidades. Así mismo buscan fomentar la inclusión, la innovación y tecnologías específicas eficientes.

Si bien va tomando forma en educación superior, los intentos con niveles inferiores demuestran que aún no es posible evaluar a un nivel tan preciso en institutos o colegios. Básicamente porque, concluye Becerra, “en Secundaria no están acostumbrados a un sistema que todos los días espera algo de ti. Están acostumbrados a trabajar más a borbotones”.  

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