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Eye4Sky, la empresa española que lidera la revolución de los dispositivos ópticos de cristal líquido en el espacio

Las soluciones de la primera spin-off del INTA mejoran exponencialmente la observación del Sol o la Tierra, y pueden ser decisivas en la seguridad de las comunicaciones. Hablamos con el investigador Alberto Álvarez Herrero, uno de sus fundadores
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Alberto Álvarez-Herrero y Pilar García Parejo, fundadores de Eye4Sky.

Durante 20 años, investigadores del INTA, liderados por Alberto Álvarez-Herrero, investigaron cómo el cristal líquido podía dar el salto al espacio, en este caso en dispositivos llamados moduladores de polarización. Fue una realidad en el año 2020, cuando esta tecnología sale ahí fuera por primera vez integrada en la misión Solar Orbiter (SolO), de la ESA. “Empezamos con un viaje al Sol”, explica Álvarez-Herrero al otro lado del teléfono. “Lo verdaderamente disruptivo de nuestra tecnología tiene que ver con ser capaces de medir y modular la polarización (cómo vibra la luz y cómo transporta información del objetivo observado, pero esta vez en el espacio)”.

Los cristales líquidos están presentes en las pantallas de televisión o en nuestros teléfonos móviles, pero son parte de una tecnología inédita en el espacio. “El gran valor que aportamos es que podemos analizar o modular la polarización de la luz con un pequeño voltaje, sin requerir que nada se mueva. Y en el espacio esto marca la diferencia, porque todo mecanismo añade complejidad y riesgo”.

Transferencia de conocimiento

En octubre de 2022, Eye4Sky (ubicada en el Parque Científico de Madrid), se convirtió en la primera spin-off del INTA, con Alberto Álvarez-Herrero y Pilar García Parejo como fundadores. Sus dispositivos ópticos acumulan una serie de ventajas que los posicionan en la primera línea innovadora del sector aeroespacial. Son utilizados en la observación del Tierra, el estudio de la vegetación y el clima, las comunicaciones cuánticas o los relojes atómicos.

“Contar con dispositivos ópticos que permitan esta observación tan precisa sin mover nada, abre un campo de posibilidades enorme. A ello se suma un mercado emergente, el de los pequeños satélites de órbita baja en cuyas cámaras y telescopios las soluciones de Eye4Sky encajan a la perfección”, argumenta el experto.

Décadas de investigación

El camino hacia el estatus deep-tech de la empresa no ha sido sencillo. “El ambiente espacial es hostil, lleno de complejidades. Es difícil que los dispositivos sobrevivan y funcionen entre alta radiación y grandes oscilaciones térmicas que dañan el mejor de los equipamientos. Tuvimos que estudiar durante muchos años qué materiales eran los más adecuados para que los cristales líquidos fueran válidos”.

Hoy están orgullosos de haber logrado ser parte de los telescopios que trabajan más cerca del Sol. “Se observarán los polos del Sol por primera vez. Se trata de un hito dentro de las misiones científicas espaciales”.

En el campo de las comunicaciones cuánticas, Eye4Sky está llamada a jugar un papel importante. Los ordenadores cuánticos son una amenaza para la ciberseguridad, al ser capaces de ‘arrasar’ con los sistemas de criptografía tradicionales. Entre otros proyectos, son partner de Telespazio Ibérica, compañía que ha ganado un contrato del CDTI para la primera fase del desarrollo del primer sistema español de distribución cuántica de claves (QKD) con un satélite de órbita baja.  

Recoger los frutos

Actualmente, Eye4Sky es parte de ESABic, el programa de incubación de la Agencia Espacial Europea. “Nos aporta un rango importante en el sector. Además, queremos aprovechar este periodo para cumplir con uno de nuestros objetivos más inmediatos: industrializar, serializar y miniaturizar nuestros dispositivos, trabajando en diferentes versiones de los mismos.

Ser una empresa única en su clase es, según Álvarez Herrero, la clave para que Eye4Sky haya estrechado lazos con la ESA en los últimos tiempos en diferentes proyectos de la agencia. La spin-off participa en la misión Vigil de seguridad y climatología espacial. “Es la primera dentro del programa iniciado por la ESA para detectar con antelación eventos solares y avisar a la Tierra”.

TALISMAN, dentro del programa InCubed, incluye cámaras de observación (con cristales líquidos made in Eye4Sky) de la Tierra destinadas a detectar fugas de metano. En NanoMagSat, del programa Scout, contribuirán a “revolucionar” la comprensión del campo magnético terrestre y del entorno ionosférico gracias a una constelación de nanosatélites.  

De vuelta a España, Eye4Sky acaba de ser certificada como empresa emergente a través de la Empresa Nacional de Innovación (ENISA). “Es un sello importante, nos distingue como empresa innovadora. Se trata de una carta de presentación diferencial, además de otros beneficios y ventajas también ligadas a la Ley de Startups”.