Sustituir la necesidad de los donantes humanos de córneas. Ése es el objetivo en el que trabajan investigadores del Instituto de Investigación Biomédica del Hospital Universitario La Paz (IDIPAZ). Para ello tratan de desarrollar un estroma corneal humano biomimético, en un proyecto seleccionado por la Fundación para la Innovación y la Prospectiva en Salud en España (FIPSE), para participar en el programa de mentorización IDEA2 Global del MIT.
El equipo explorara diferentes metodologías para sintetizar una matriz extracelular polimérica de colágeno, que imita la córnea humana, sobre la que se imprimirán en 3D células madre mesenquimales del propio paciente, para fabricar córneas biológicas a medida. De esta forma, esperan que la regeneración de distintas capas de la córnea, basada en la ingeniería tisular, permita ayudar a quienes necesitan transplante de córnea y devolverles la visión.
El plazo que se han marcado los investigadores es de poder fabricar las primeras córneas dentro de 5 años, si bien “la idea es poder fabricar una cornea a medida de un paciente en una semana”, ha afirmado Mª Paz de Miguel, directora de la investigación. El objetivo del proyecto es “fabricar un sustituto completo de córnea creado por bioingeniería celular. El resultado será una córnea completamente igual a la de un donante pero con materiales biológicos y células madre de propio paciente. Es decir, un trasplante autólogo”.
Al contar con células madre que provienen del tejido graso del paciente y al utilizar elementos biológicos propios, no habrá rechazo, mientras que en las prótesis sintéticas, la córnea detecta un material extraño y lo expulsa, por lo que su vida útil es muy corta. De Miguel ha resaltado que, “el médico retirará la córnea receptora, que es opaca, y la sustituirá por esta prótesis, que se fabricará a medida de cada paciente. No esperamos rechazo porque el material que se utilizará es colágeno, que es inerte, y las células madres del propio paciente”.
Impresión 3D y nanotecnología
El equipo utilizará impresoras 3D para añadir las células madre a una matriz extracelular, que funcionará como “un andamio para las células madre” creado con herramientas de nanotecnología. La impresión 3D se utilizará para construir ese “andamio” con fibras de colágeno paralelas con unas distancias específicas que garantizan la transparencia corneal. Por su parte, la nanotecnología permitirá crear el material que sea capaz después de ser imprimible por esta impresora 3D. Se trata, ha finalizado de Miguel, “de una fabricación, no un cultivo de córneas”.