“Factfulness” es un libro aplaudido en todo el mundo escrito por el sueco Hans Rosling, fallecido en febrero de 2017, cuya edición en español se lanzó en noviembre del año pasado y que ha merecido el Premio Know Square al Mejor Libro de Empresa hace unos días, premio conseguido de entre 10 libros finalistas, todos ellos muy recomendables para estar al tanto de tendencias, “agujeros negros” negros que encontramos en la sociedad actual, reflexiones sobre hechos recientes y, como no, adecuarnos al mundo que está conformando la vida contemporánea y el próximo futuro.
El libro escrito por Rosling, con la colaboración de su hijo Ola y la mujer de este, Anna, tiene en el gran objetivo de tener “consciencia plena de la realidad de los hechos”, todo un desafío en una sociedad presidida por un alud de información que, sin embargo, da una visión general del mundo bastante deformada a lo que es la realidad. Es el resultado, según confiesa el autor, de llevar a la práctica el objetivo de la Fundación Gapminder que, creada en 2005, pretende “combatir la devastadora ignorancia mediante una visión del mundo basada en hechos reales”.
Lo primero que hacen los Rosling es ponernos ante una serie de preguntas y mostrarnos los resultados de una encuesta posterior en diferentes países para que veamos que porcentaje de población opina correctamente. Les pongo una pregunta: En los últimos 20 años la proporción de población mundial que vive en condiciones de pobreza extrema… (y propone tres respuestas) A: casi se ha duplicado; B: se ha mantenido más o menos estable; C: casi se ha reducido a la mitad. La respuesta correcta es la C. En España, solo el 3% de la población acertó. En Suecia y Noruega, el 25%, que fue el porcentaje más alto.
Es decir, tenemos una visión muchas veces confundida y es, entre otras cosas, porque manejamos datos de hace décadas o, simplemente, los hacedores de la opinión pública ofrecen interpretaciones erróneas de los datos que obligatoriamente deberían pasar por sus manos. Es, en este sentido, un libro inquietante, pero necesario. Decir que estamos en manos de interpretaciones interesadas es muy fuerte, pero conviene tenerlo en cuenta en este mundo tan complejo en el que vivimos.
Tiene algo que ver esta cuestión con el último post publicado que, aunque dedicado al Anuario de la Innovación en España 2018, estaba centrado en el gran descubrimiento que resulta Madrid como gran centro de actividad innovadora en España y dábamos las razones. Eso no es ni bueno ni malo, simplemente es levantar acta de una realidad concreta porque, si preguntamos en la calle, y lo he hecho en estos últimos siete años, dónde se innova en España, resulta que una mínima parte señalaba el ámbito administrativo en el que se encuentra la capital de España. Esta realidad no desmerece en nada el esfuerzo que se hace en otras comunidades por innovar, pero conviene siempre establecer las realidades para paliar donde se producen, de verdad, las necesidades.
A desvelar las grandes realidades nos va a ayudar mucho la Inteligencia Artificial o la capacidad para preguntar a una máquina la realidad de ciertos temas. Y lo digo porque de forma separada un jurado, del que tengo el honor de formar parte, otorgó el Premio que merece una Trayectoria Divulgativa Ejemplar a dos cerebros españoles reconocidos internacionalmente en este tema, como lo son Asunción Gómez Pérez y Ramón López de Mántaras, dos de los científicos españoles más premiados.