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Fake news en la ESO: la mitad de estudiantes no saben detectar una noticia falsa

Un estudio de la Universidad Carlos III de Madrid ha puesto cifra a la consecuencia de no alfabetizar mediáticamente a los adolescentes. En él, los profesores reclaman herramientas para formar en este sentido al alumnado
La mitad de estudiantes de la ESO no sabe diferenciar fake news de noticias verdaderas.
La mitad de estudiantes de la ESO no sabe diferenciar fake news de noticias verdaderas.

La mitad de estudiantes de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) no saben si están ante fake news (noticias falsas) o informaciones verdaderas. Un estudio realizado por investigadores de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) cifra en hasta un 50% los alumnos de este ciclo educativo que incurren en este fallo.

Si bien casi el 60% de los estudiantes encuestados afirma que sabe diferenciar entre una noticia verdadera y una fake new, en la práctica se descubrieron diferencias. Así, ante cuatro titulares (dos verdaderos y dos falsos), el 50,21% acertaron y el 49,79% no. Casi un 60% acertó con un titular falso de dos noticias sobre la Covid-19. Cuando tuvieron que analizar titulares sobre inmigración irregular, el 52,6% no supo identificar cuál era el bulo.

El trabajo, posible gracias a una Beca Leonardo a Investigadores y Creadores Culturales de la Fundación BBVA, ha dejado en relieve otra consecuencia. Y es que la falta de alfabetización mediática de adolescentes y de profesores retroalimenta este peligroso hábito. Un problema que “todos los docentes” han reconocido a los investigadores, señala la coordinadora del estudio y profesora del Departamento de Comunicación de la UC3M, Eva Herrero.

“Ellos demandan también formación en alfabetización mediática para poder trabajar también con los estudiantes. Y por lo tanto lo que demandan son recursos, herramientas y tiempo para poder impartir también esta competencia”, comparte con Innovaspain.

“Mientras la alfabetización mediática se concreta o no en una asignatura”, añade, la investigación va acompañada de una Guía para profesores de la ESO, elaborada junto al medio maldita.es, que ofrece recursos a los docentes para que estos puedan trabajar de forma transversal esta competencia en las aulas.

Una vez adquieran las habilidades correspondientes, los profesores pueden preparar dinámicas en sus clases “para acercar ciertos contenidos de alfabetización a sus estudiantes”.

Influencers como fuente de información

Este proyecto de investigación, denominado ALFAMEDESO, evidencia cómo los jóvenes de 11 a 16 años se informan sobre todo a través de influencers. “Son sus referentes porque ellos están en la mayor parte de tiempo en las redes sociales. Son sus líderes de opinión y como tal reproducen en muchos casos opiniones”.

Así, mientras un periodista tiene por obligación ofrecer informaciones rigurosas y con pluralidad de voces para narrar o interpretar un hecho, el influencer no. “Habla desde su opinión, desde una valoración personal. Por tanto lo que llega a los estudiantes no son datos, no son argumentos contrastados con fuentes expertas, sino que les llegan opiniones”, explica Herrero.

La separación entre información y opinión se difumina y desemboca en resultados como los de este estudio. Si bien la muestra en este abarca a 1.651 estudiantes de 77 centros de toda España, la dimensión es mucho mayor. El 70% de la población entre 10 y 15 años (algo más de 2,5 millones de personas) dispone de teléfono móvil, su principal medio de acceso a internet, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Y la mayoría de ellos ni ven informativos, ni escuchan boletines en la radio. Herrero cree que “probablemente” aunque en internet lean noticias, “no siguen a periodistas”. Y mientras que a los profesionales de la información se les exige rigor y pluralidad de voces para contar un hecho, al influencer no.

La universalización del canal (internet) no ha ido pareja al desarrollo de habilidades para utilizarlo de manera correcta. De ahí que en las encuestas del proyecto se recojan hasta 463 influencers distintos (85% de ellos hombres), mientras que “el 64% de alumnos no es capaz de citar el nombre de un solo periodista”. A lo sumo, “profesionales con mucha presencia en redes sociales, como Jordi Évole o Sara Carbonero”, detalló la investigadora en una jornada sobre alfabetización mediática celebrada recientemente en el Campus Madrid-Puerta de Toledo de la Universidad.

Instagram, principal red social para informarse

De entre las preguntas realizadas a estudiantes de centros públicos de todas las comunidades autónomas y de Ceuta y Melilla quedó claro que la actualidad se sigue en las redes sociales. La más popular es Instagram, con un 64,4% de popularidad. Detrás, a mucha distancia, TikTok, con un 10,4%; WhatsApp, un 9% y YouTube un 5%.

Incluso algunos jóvenes citaron 14 redes y 31 influencers que visitan y ven a diario. “Les hemos preguntado y descubrimos que muchos comparten sin hacer clic en la noticia; basta con que el titular o la foto ‘te lleguen’, que apelen a emociones básicas”. Esto coincide con una de las percepciones que los docentes transmiten. “Los estudiantes de la ESO consumen de manera compulsiva material audiovisual, pero sin pausa para digerir los contenidos”.

Detalles como el sesgo de género patente en los referentes virtuales de los adolescentes también se deslizan de los resultados. El estudio, no obstante, abre la veda para analizar los hábitos en otros perfiles.

“Sí nos gustaría seguir esta investigación, y por supuesto que entre nuestros objetivos está ampliar el trabajo que ahora estamos cerrando. Y no solo entre adolescentes sino también entre adultos, por lo que nos gustaría ampliar la franja de edad”, adelanta Herrero. Porque las fake news no son cosa de niños, zanja la coordinadora del estudio. “Hoy en día, si preguntamos a los adultos, muchos no sabrían tampoco identificar las noticias falsas”.

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