Farmidable es una plataforma madrileña que une a consumidores y productores locales, sin intermediarios y de manera profesional, a través de comunidades naturales de consumo ya constituidas, como los colegios. El objetivo es que los consumidores realicen el pedido a través de su web o app móvil desde cualquier lugar y lo recogen a la salida del colegio, lo que permite, entre otras cosas, reducir la huella de carbono.
La startup, que se define como la manera más sencilla de poner al alcance de todos los consumidores alimentos de producción local sanos, de calidad, frescos y de temporada, tiene su proyecto piloto en el colegio Zola de Las Rozas (Madrid). "Somos lo que comemos", comenta Alessandro Lambertini, cofundador de Farmidable, que adelanta que "estaremos presentes en más colegios de cara al futuro porque la iniciativa está teniendo una gran acogida". De esta forma, el objetivo de la empresa es extender su modelo a empresas, centros de culto, ayuntamientos y a grupos de consumo convencionales previamente constituidos.
Para lograrlo, busca una ampliación de capital de 60.000 a 90.000 euros a través de una campaña de equity crowdfunding en la Bolsa Social. La campaña de inversión acaba de salir al público y ya ha superado los 33.000€. Esta campaña se enmarca en una nueva línea de financiación de la Bolsa Social, la Línea Semilla, destinada a empresas que pretenden mejorar la sociedad o el medio ambiente, cuentan con un buen modelo de negocio en su primera fase de desarrollo y necesitan un primer impulso de capital de hasta 100.000 euros.
Entre los principales factores de impacto social de Farmidable cabe mencionar la concienciación de la producción local y sostenible entre los consumidores, la reducción de la huella de carbono, el desarrollo de la economía local y la preservación de la biodiversidad de cultivos o la inclusión laboral de personas en riesgo de exclusión, por la generación de empleo directo e indirecto de colectivos desfavorecidos.
El modelo de negocio de Farmidable está basado en el cobro de un margen al productor sobre cada venta (15% sobre el total facturado). De este margen, un 3% se destina al colegio para ayudar a promover acciones orientadas a un fin social específico. "La sociedad apreciará más los alimentos si saben el esfuerzo que hay detrás de cada uno y de la importancia de tratar con la naturaleza. Por eso los colegios suponen un gran trampolín para nuestro proyecto porque", continúa Lambertini, "son uno de los más importantes focos de conocimiento de los países".
