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Fazla: innovación para evitar el desperdicio alimentario

Esta compañía opera en España con un sistema de gestión de donaciones, con el que digitalizan procesos de redistribución de los excedentes de comida
fazla desperdicio

Basándose en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) -concretamente en el 12.3, el de reducción de desperdicio de alimentos-, el viaje de Fazla comenzó en 2016. Con raíces turcas, tiene su sede en EEUU y opera en España desde el año pasado. Esta compañía nació de una realidad: el desperdicio de alimentos es un gran contribuyente a los desafíos ambientales y económicos, causando el 8% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. 

“Fazla diseñó una solución integral para reducir el desperdicio a lo largo de la cadena de suministro de alimentos, desde el comercio minorista hasta los niveles de consumo. El objetivo siempre ha sido construir un modelo de negocio sostenible que cree un impacto positivo significativo, abordando tanto los problemas locales como globales de desperdicio de alimentos”, explica Mustafa Ergene, portavoz de Fazla.

El desperdicio de alimentos es un problema global crucial. Según la FAO de las Naciones Unidas, el 14% de los alimentos del mundo se pierde después de la cosecha y un 17% adicional es desperdiciado por los consumidores. Este desperdicio contribuye significativamente al cambio climático y a las pérdidas económicas. 

La compañía, por tanto, aborda estos problemas a través de su solución de 360 grados siguiendo todas las capas existentes de la jerarquía de recuperación de alimentos, excepto el vertedero. La empresa no solo garantiza la seguridad y el control de los alimentos excedentes, sino que también proporciona una infraestructura digital para rastrear y gestionarlos. 

“En España -especifica Ergene-, las operaciones de Fazla se alinean con las nuevas regulaciones de donación de alimentos, haciendo que el papel de la empresa sea aún más crítico para garantizar que el excedente de alimentos se redistribuya de manera efectiva, beneficiando tanto al medio ambiente como a la sociedad”.

Papel en España

En España, el Sistema de Gestión de Donaciones de Fazla digitaliza el proceso de donación, facilitando a las empresas la donación de alimentos y la gestión de la logística de redistribución del excedente. Con este sistema, según su portavoz, los productores y minoristas de alimentos pueden gestionar fácilmente todo el proceso de donación, desde el seguimiento del inventario excedente hasta la selección y distribución de donaciones a bancos de alimentos y ONG. Además, ofrece apoyo operativo durante todo el proceso, asegurando el cumplimiento de las regulaciones y mejorando la eficiencia de la redistribución de alimentos.

“Asimismo, una parte clave de esta solución está en la etapa de prevención, que se llama Plataforma de Mercado Fazla, que ofrece un canal de ventas secundario alternativo para minoristas y productores. Esta plataforma permite que los productos excedentes en riesgo de convertirse en desperdicio se vendan a precios reducidos al por mayor, creando valor en lugar de pérdida”, cuenta.

De cara al futuro, Fazla tiene como objetivo posicionar a España como un “centro crítico” para resolver los desafíos del desperdicio de alimentos en Europa, con planes para expandir sus operaciones a otros países europeos y más allá. 

“Fazla ve a España como un trampolín hacia una misión internacional más amplia: proporcionar soluciones a los problemas de desperdicio de alimentos en diferentes regiones del mundo. A medida que la empresa continúa creciendo, está dedicada a ingresar a nuevos mercados y escalar su impacto a nivel global”, adelanta Ergene.

Las conexiones con las ONG

El propio Ergene asegura que se ha establecido con éxito modelos de colaboración para minoristas de alimentos, fabricantes y el sector horeca, con las ONG desempeñando un papel crítico en la redistribución. 

“Aunque algunas empresas inicialmente se mostraron reacias a admitir que tenían alimentos excedentes, el enfoque de Fazla, que enmarca el excedente como una oportunidad para el impacto social en lugar de desperdicio, ha ayudado a generar confianza”. 

Con los próximos cambios regulatorios en España que hacen que la donación de alimentos sea obligatoria, estas asociaciones se han vuelto “más eficientes”, subraya, asegurando que el excedente de alimentos llegue a los lugares correctos de manera segura y eficiente.