El proyecto FCH2Rail ha conseguido un hito que puede que marque el futuro de sector ferroviario del país: su demostrador ha conseguido convertirse en el primer tren de hidrógeno -una unidad de Cercanías de Renfe, con una solución instalada de energía eléctrica de CAF– que ha circulado en España. Si bien es cierto que lo ha hecho en un recorrido de pruebas, la realidad es que la línea que ha superado no es nada fácil.
Como destacan desde Renfe, la línea Zaragoza-Canfranc, en el pirineo aragonés, tiene varias rampas “pronunciadas y elevadas”, lo que demuestra la capacidad de un tren que ha tenido que cambiar entre su modo eléctrico y su modo híbrido -esto es, con pilas de hidrógeno y baterías- debido a los constantes tramos sin electrificar. En definitiva, una ruta que “supone un gran desafío para los nuevos sistemas de generación de energía embarcados”, apuntan.
Zaragoza-Canfranc forma parte de la Red Ferroviaria de Interés General (RFIG), como también lo hacen las líneas de Madrid y Galicia, las siguientes que probarán la capacidad del tren de hidrógeno. La idea: probar las nuevas tecnologías de FCH2Rail en diferentes condiciones.
De hecho, como recuerdan desde Renfe, estos nuevos escenarios de pruebas incluyen “circulaciones en diferentes condiciones climáticas y de operación”. Todo ello, permitirá una “caracterización más completa de la nueva tecnología embarcada, para la evaluación posterior de la competitividad de la nueva solución de propulsión bimodo híbrida con pilas de hidrógeno como alternativa sostenible a la tracción diésel que se emplea hoy en día en muchas líneas”.
El proyecto FCH2Rail
En primer lugar, cabe recordar que este hito es solo un paso más en el camino que lleva recorriendo el proyecto FCH2Rail desde el año 2021 -y, previsiblemente, hasta el año 2024-. Este iniciativa, llevada a cabo por el consorcio integrado por Renfe, CAF, DLR, Toyota, Adif, CNH2, IP y Stemmann-Technik, cuenta con un presupuesto de 14 millones de euros, además de una financiación de 10 millones de euros por parte de Clean Hydrogen Partnership.
La información proporcionada por esta última, una agencia de la Comisión Europea para impulsar el desarrollo del hidrógeno y pilas de combustible, muestra que la idea era desarrollar un bloque de alimentación híbrido de pilas de combustible para satisfacer las necesidades intermedias. Y, cuando hablan de “necesidades intermedias” se refieren a que el sistema ferroviario europeo “se está volviendo más ecológico y está viviendo una transición a la electrificación y a fuentes de combustible alternativas para reducir la dependencia de los combustibles fósiles”. Solo Suiza dispone de un sistema 100% electrificado, de ahí que el resto de países, en diversos grados, pretendan llegar a ese nivel sostenible.
Así, “FCH2Rail permitirá a los trenes obtener electricidad a través de los cables eléctricos superiores en zonas donde exista electrificación y cambiar al sistema híbrido de pilas de combustible de hidrógeno en los tramos no electrificados de la vía. Además, podrá emplearse para la actualización retroactiva de los trenes diésel o eléctricos existentes para que ninguno se quede fuera de circulación”, recogen en su dossier.
Los diferentes papeles
En primer lugar, las pruebas estáticas -y las dinámicas- de FCH2Rail las ha realizado CAF en su planta de Zaragoza, así como los primeros repostajes de hidrógeno. Por otro lado, los maquinistas y jefes de tren de Renfe han recibido la formación necesaria para conducir el tren de Cercanías convertido a tren de hidrógeno bimodo.
Por otro lado, el proyecto está contando también en esta fase de pruebas con la colaboración de empresas como Iberdrola, en cuanto al suministro de hidrógeno verde para las pruebas del tren; Shie-Arpa, proporcionando una solución de dispensación de hidrógeno a alta presión, y de Ercros, empresa productora de H2 verde para aplicaciones de movilidad, que ha facilitado el uso de sus instalaciones en Sabiñánigo durante la etapa de pruebas en el tramo entre Sabiñánigo y Canfranc, informan.