En los últimos treinta años, la población española mayor de 65 años se ha duplicado, hasta suponer a día de hoy un 20% del total. Según las previsiones, en 2040, el porcentaje se situará próximo al 30%. Las cifras sitúan a España en una posición especialmente crítica frente a otros países de su entorno, donde la longevidad avanza, pero la pirámide poblacional se invierte a un ritmo menor. En este contexto, Fundación General CSIC (FGCSIC) ha presentado el informe ‘Entornos inteligentes para un envejecimiento activo y saludable‘.
Con el foco puesto en la Comunidad de Madrid, uno de los territorios que concentra mayor numeró de seniors; el informe aborda aspectos como el análisis del contexto social, la capacidad de investigación e innovación y los modelos de éxito en el entorno empresarial y asociativo. Según expuso Jorge Cabero, director de Innovación de FGCSIC, el trabajo pretende ser una herramienta de gran utilidad para el tejido innovador madrileño puesto que enmarca las oportunidades y retos en el sector de la longevity economy y a la vez fomenta la colaboración interdisciplinaria y la transferencia de conocimientos desde la investigación a la empresa».
Por cada día que sobrevivimos, ganamos seis horas más de expectativa de vida. «Esta realidad es un gran avance como sociedad, pero también nos apela a adoptar una nueva visión, enfocada a la sostenibilidad de una sociedad que se hace mayor». Desde este punto de partida, José Luis Fernández Nuevo, responsable de Vigilancia Estratégica de la Fundación General CSIC, invitó a «innovar con corazón fomentando una tecnología que favorezca el contacto humano«.
Yendo a las circunstancias que apremian la necesidad del factor humano, el informe destaca el incremento en el gasto de vivienda y alimentación para los hogares con personas mayores, y cómo ésta presión económica dificulta que se cubran otras necesidades, como los servicios de salud y ocio, esenciales para un envejecimiento activo y saludable.
Áreas y disciplinas con mayor empuje investigador
Según los datos recogidos por el equipo de FGCSIC, el volumen de producción científica sobre envejecimiento representa el 14% del total de la producción científica española, con un incremento especial en los últimos 10 años. Unas cifras nacionales que avanzan parejas a las de otros países del entorno y que se muestran muy similares a las observadas en la Comunidad de Madrid, donde si se registra un especial interés por los estudios centrados en el ámbito del hogar y en su vertiente tecnológica. Si bien el porcentaje de trabajos científicos en este área solo supone el 4,11%; en Madrid representan un significativo 24,72% del total nacional.
En lo que respecta a las áreas de investigación desde las que se abordan los trabajos científicos sobre entornos inteligentes y hogar digital para un envejecimiento activo y saludable, se encuentran geriatría y gerontología, neurociencias, psicología y ciencias del comportamiento. Agrupan más del 70% del total. Si atendemos a las áreas de estudio emergentes, la mayoría pertenecen a la categoría de enabling technologies, cuyo desarrollo es necesario antes de avanzar en otras temáticas. Es el caso de las Ciencias de la Computación, la Biología Computacional, Matemáticas, Fisiología o Robótica.
El informe ‘Entornos inteligentes para un envejecimiento activo y saludable‘ también analiza la financiación de los trabajos científicos, donde destaca «una gran intermitencia vinculada a convocatorias puntuales» e identifica a la Unión Europea, como principal proveedor de fondos, por encima del 20% del total. Asimismo, en lo que respecta a organismos, incide en la Agencia Estatal de Investigación (AEI) y el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) que suman cerca de un 37% de los proyectos financiados.
Presentación del informe ‘Entornos inteligentes para un envejecimiento activo y saludable’ en la sede de AEDHE.
Barreras para la Transferencia de Conocimiento
Durante la presentación, José Luis Fernández Nuevo alabó la buena salud en lo que respecta a producción científica, pero destacó un importante gap a la hora de transferir este conocimiento y convertirlo en soluciones y productos o servicios reales que lleguen a mercado. «Hemos detectado una reseñable dificultad de Transferencia de Conocimiento con circunstancias paradójicas como que no quien más ciencia produce es quien participa en más proyectos», explicaba.
En cuanto a las barreras para completar el proceso de transferencia y que la investigación de paso a una Longevity Economy realmente pujante, el responsable de Vigilancia Estratégica de FGCSIC destacó «la escasa interoperatividad y la no reutilización de los datos». Para superar estas barreras instó a «incentivar y fomentar la colaboración entre proveedores de salud».
En el debate posterior a la presentación del informe, también se puso el foco en los factores necesarios tanto para la aceleración en el desarrollo de soluciones y servicios que promuevan un envajecimiento activo real, respetuoso y accesible. Par abrirlo, Barbara Rey, experta en longevidad, reclamó la sustitución del término envejecimiento por longevidad y destacó que ésta atañe a todas las capas de la sociedad. En esta concienciación sobre la longevidad como reto y oportunidad colectivos, Rey también pidió eliminar la condescendencia y el paternalismo.-«Los mayores no son nuestros»- y dar el giro hacia un sistema sanitario «menos reactivo y más centrado en la prevención».
El «compromiso necesario» de la Administración»
Adolfo Torres, vicepresidente de SECOT Madrid, reclamó que las tecnologías sean respetuosas con la intimidad del usuario y a nivel de sostenibilidad puso el foco en la independencia financiera de los senior y en las herramientas para no dejar a nadie atrás. Punto en el que señaló como «urgente» la involucración de la Adminsitración. Una demanda refrendada también por Cristina Reig, geriatra en BIOCON S.A. y responsable del proyecto New Homes; y Jesús García Domíngez, investigador y catedrático de la Universidad de Alcalá de Henares.
En el cierre del acto, Jorge Cabero, director de Innovación de FGCSIC, instó a «mantener siempre un esfuerzo destacado en la vigilancia, a seguir produciendo conocimiento y a no perder push en ningún eslabón de proceso». «Nos encontramos en el momento idóneo para que las empresas generen ofertas y servicios, lo que sin duda redundará en que nuestros adultos séniors mejoren su calidad de vida durante muchos años después de la edad de jubilación», expuso. Una concusión que enlaza con lo que los responsables de informe entienden como «una urgencia asistencial para atender a nuestros mayores como se merecen».