Fiat y SEUR marcan el camino de la logística urbana sostenible

En su compromiso por lograr entregas ecológicas, SEUR tiene integradas en su estrategia de RSC DrivingChange distintas iniciativas para lograr un reparto urbano respetuoso con el entorno y la sociedad. Muestra de ello es su apuesta por la flota ecológica, a la que se acaban de unir 100 vehículos Fiat Professional GNC (Gas Natural Comprimido), que serán utilizados para llevar a cabo las entregas superurgentes en Madrid y Barcelona.

"La logística urbana no es algo nuevo, pero ahora con los problemas medioambientales existentes se habla más de ello. Nosotros tenemos claro que las bicis, las motos y coches eléctricos y vehículos como los últimos incorporados a nuestra flota van a jugar un papel fundamental en los repartos", ha explicado a Innovaspain Andrés Tolmos, director regional de SEUR. Gracias a la flota más limpia de SEUR, la compañía entrega ya 170.000 envíos al mes con medios y combustibles alternativos, reduciendo un 16% sus emisiones de CO2 por paquete entregado.

Los responsables de este hito son desde las bicicletas y triciclos eléctricos, vehículos de GNC y GLP, hasta los llamados “andarines”, repartidores a pie en los núcleos urbanos que permiten acortar las rutas y respetar las restricciones de tráfico, además de ser 100% limpios. Actualmente, la flota alternativa de SEUR ya está presente en más de 25 ciudades españolas, entre las que se encuentran Madrid, Barcelona, Sevilla, San Sebastián y Málaga. Pese a que los datos son positivos, Tolmos anima a "continuar trabajando en un modelo eléctrico", que, como ha reconocido, "es difícil de consolidar en España debido a que aún hay que mejorar mucho en infraestructuras". En este sentido, ha criticado la escasez de terminales de recarga y asegurado que "no solo vale con tener voluntad política, sino que hay que invertir más recursos".

El futuro pasa por los hubs urbanos
Pero la apuesta de la compañía por el reparto sostenible no termina aquí, ya que ha invertido también en hubs urbanos –centros logísticos más pequeños, situados en el corazón de las ciudades– que le permiten estar más cerca de los destinatarios y acortar las distancias, minimizando así las emisiones de CO2 de la última milla. "Nos van a hacer más eficientes", ha confirmado Tolmos.

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