Un grupo de nueve investigadores de la Universidad Pública de Navarra (UPNA) ha analizado en un libro cuáles serán los usos que en un futuro tendrá la fibra óptica. Entre las aplicaciones que recoge la obra Fiber-optic sensors: current status and future possibilities destacan la ingeniería biomédica, la monitorización ambiental de entornos urbanos, la ingeniería química o la ingeniería de potencia.
Silvia Díaz, coautora del libro, ha explicado que la tecnología empleada por la fibra óptica, “denominada fibra hasta el hogar o FTTH, permite velocidades de decenas de gigabits por segundo; es decir, si una película de resolución aceptable tiene dos gigabits de memoria, se podrían descargar unas cinco o diez películas por segundo si se dispusiera de toda la capacidad de transmisión de la fibra óptica”.
La fibra, sin embargo, no sirve sólo para propagar información rápidamente y en forma de luz. Abián B. Socorro, otro de los investigadores involucrados en el libro, ha afirmado que actualmente ya hay “negocios basados en el textil que integran fibra óptica y luz en sus diseños. Consiguen así un efecto luminoso en la ropa que también puede aplicarse a los tejidos que cubren los muebles de nuestras casas”. Y no sólo eso. Socorro ha asegurado que “la fibra óptica también se usa como detectora de fenómenos físicos o químicos, e incluso para curarnos. De hecho, varias aplicaciones médicas a día de hoy usan este cable para guiar la luz de manera que podamos diagnosticar pacientes o hacer terapia con él”.
En este sentido, otro coautor del libro, Joaquín Ascorbe, ha indicado que al comportarse como un sensor, la fibra puede ayudar a “medir magnitudes como presión, temperatura, posición, deformación…, simplemente, por los materiales de los que está hecha y aplicando unas pocas nociones de instrumentación y de procesamiento e interpretación de la luz que propaga”. De esta forma, “ya sea combinando diferentes tipos de fibras ópticas, o recubriéndola con materiales que sean sensibles a determinados parámetros, podemos hacer que la fibra óptica obtenga información de lo que está pasando a su alrededor”.
El libro recoge aplicaciones prácticas de la fibra en estos ámbitos. Por ejemplo, describe sensores de radiación o que monitorizan el estado de obras civiles en una ciudad, así como la detección de sustancias químicas con mayor precisión gracias a nuevas técnicas de recubrimiento. Todo ello, sin olvidarse de sus posibles usos relacionados con la biomedicina, ya que tal y como ha destacado Abián B. Socorro, “se analizan desde el desarrollo de biosensores que puedan detectar enfermedades, hasta el uso de la fibra óptica en dispositivos actuales, caso de los bisturís láser o en los endoscopios, que permiten ver el interior de las cavidades del cuerpo humano, como el tubo digestivo o el respiratorio”.