Desde julio de 2021, momento en que fue nombrado viceconsejero de Universidades, Ciencia e Innovación, Fidel Rodríguez Batalla asumió la misión de llevar a buen puerto algunos de los planes y estrategias que marcarán los pasos de la región en los próximos años. El VI Plan de Investigación Científica e Innovación Tecnológica para el periodo 2022-2025 (PRICIT), es la columna vertebral de estas acciones, aunque no la única.
“Durante el tiempo que dura el plan, incrementaremos en un 48 % la financiación respecto a lo contemplado en el anterior PRICIT”, explica Rodríguez Batalla en una entrevista concedida a este periódico en los despachos de la viceconsejería. “Permitirá, creemos que holgadamente, superar la famosa barrera del 2 % de inversión pública en I+D (Madrid y Navarra lideran estas inversiones dentro del conjunto del país). Todos nos hemos dado cuenta de que la realidad dificulta cumplir con el 3 % fijado como ideal durante la Cumbre de la UE celebrada en Lisboa en el año 2000”.
El responsable público sintetiza otros objetivos de plan, como el fomento de la investigación y la innovación en universidades y centros propios de la Comunidad de Madrid, en centros estatales ubicados en la región (fundamentalmente del CSIC) y en los espacios privados dirigidos a la I+D, dentro de las grandes empresas.
“Somos una de las locomotoras de España en I+D, pero no se trata sólo de asignar presupuestos”. El viceconsejero añade que la administración debe propiciar las condiciones adecuadas para atraer inversión empresarial. “La iniciativa privada es fundamental para mantener la buena salud de la innovación y la investigación”.
Objetivo Europa
El PRICIT “mejora o suprime lo que no funcionaba y abre nuevas líneas de actuación”. De carácter plural y participativo, la Comunidad de Madrid ha contado en su elaboración con todos los agentes implicados. “Algunas mesas se trabajo han permanecido activas más de dos años y se estructuraron en la etapa del consejero anterior, Eduardo Sicilia. El ecosistema nos ha hecho ver ineficiencias a las que hemos intentado dar respuesta”.
Además de “luchar para que Madrid sea un referente en ciencia de excelencia”, el plan hace una apuesta “clara y decidida” por Europa. “Nos podemos quedarnos atrás ni un solo paso. Es mucho lo que nos jugamos”.
Con Horizonte 2020 dando sus últimos coletazos, el gobierno regional se alinea con las directrices y las pautas de Horizonte Europa. “Vamos a por todas, considerando las importantes novedades que incluye respecto al programa anterior. Por ejemplo, ahora serán las empresas receptoras las que contratarán a las universidades para el desarrollo de sus proyectos. Cambia radicalmente la relación empresa-universidad. Las universidades tendrán que trabajar para ser elegidas”.
Mejor transferencia
Otro punto fuerte del PRICIT tiene que ver, a su juicio, con la aceleración de la transferencia de conocimiento, un terreno bien conocido por Fidel Rodríguez Batalla en su trayectoria profesional. “Debemos poner en valor algunos números, como los más de 20.000 acuerdos que las universidades públicas madrileñas firman cada año con empresas para la prestación de servicios o el desarrollo de I+D”.
“Posiblemente sea insuficiente”, añade el viceconsejero”, “pero también significa que hay mucha gente haciendo bien las cosas: empresas que saben ‘hablar’ con las universidades y grupos de investigación orientados a la resolución de problemas reales. De algún modo ayuda a cerrar el circulo desde que lanzamos una pregunta a la ciencia básica hasta la posterior puesta en marcha de un servicio. Se genera riqueza, y esa riqueza sirve para invertir en nuevas soluciones. En Madrid esto sucede de forma tan habitual que no le damos la importancia que merece”.
Contrario a diferenciar entre ciencia básica y aplicada –“prefiero hablar de ciencia buena o mala”- Rodríguez Batalla afirma que, en el marco del PRICIT, la actual normativa basta para facilitar que un investigador de una institución pública se relacione con una empresa. “Los incentivos son suficientes como para que sea interesante hacerlo”. Alude así a que la transferencia real a la sociedad es en sí misma una motivación que se ve acompañada asiduamente por un retorno económico para la institución y para el propio investigador.
En el lado negativo, el viceconsejero lamenta que la Ley Orgánica del Sistema Universitario y la Ley de Ciencia hayan perdido la oportunidad de situar los méritos en innovación en un nivel similar a los de investigación. “Daríamos esa imagen de una innovación reconocida que sirve para ‘tirar’ del tejido empresarial”.
15 años de IMDEA
“Los IMDEA fueron un acierto”. La red de siete centros públicos de investigación que salpican la Comunidad de Madrid cumple 15 años. “La literatura científica dice que es el tiempo necesario para determinar si un proyecto de esta índole ha pasado con nota las fases de arranque y estabilización. Lo importante es que hoy podemos asegurar que, de cara euro invertido en la red, obtenemos un retorno del doble o más. Los IMDEA son muy rentables”.
Desde el punto de vista científico, Rodríguez Batalla indica que los IMDEA permiten dar un salto de calidad a todo el sistema, incluyendo las universidades con las que se relacionan. “Favorecen la gran ciencia; capaces de abordar proyectos importantes y de impacto con empresas de cierta envergadura. Muchos de ellos son centros de excelencia Severo Ochoa o Ramiro de Maeztu, así que tienen más fácil la atracción de talento de máximo nivel”.
A nivel presupuestario, las inversiones de parte del gobierno de la región han sido constantes. “Este año haremos un nuevo esfuerzo. Destinamos 25 millones para los siete centros. Siguen con algunas limitaciones para crecer que vienen dadas por cuestiones administrativas, pese a que, al funcionar como fundaciones públicas, su gestión es más ágil”.
Descentralización
“En el Gobierno de la Comunidad de Madrid trabajamos para que la región siga siendo uno de los mejores lugares para que se instalen infraestructuras y empresas de alta capacidad científico-tecnológica”, detalla el responsable público. “Estamos abiertos, y sabemos que no somos los únicos, pero no entendemos el sectarismo. Solo pretendemos competir en igualdad de condiciones”.
El rechazo del gobierno central a barajar Madrid como posible sede de la Agencia Espacial Española toma un camino que, según Rodríguez Batalla, no es el de juzgar la mejor opción ateniéndose solo a criterios técnicos dado el expertise y la potencia de la Comunidad de Madrid en industria aeroespacial.
“No queremos que una visión sesgada lleve a los centros a cualquier lugar con un objetivo político”, añade. “Lo que está ocurriendo en algunas de estas instituciones es que los investigadores jefes, o directamente no se postulan para un puesto o, si lo hacen, duran poco. Se marchan cuando tienen una oportunidad mejor. Son indudables determinadas ventajas, como contar con un aeropuerto internacional, una buena oferta educativa y, sobre todo, la posibilidad de conectar con tus iguales de forma natural en distintos lugares. Los grandes polos, como Madrid y otros cuantos con los que sí sabemos que tenemos competir, crecen y hacen crecer”.
Spain Neurotech
No todo son malas noticias en este sentido. Madrid será la sede del Centro Nacional de Neurotecnología (Spain Neurotech) tras recoger el guante lanzado por el gobierno de Pedro Sánchez a las autonomías en forma de invitación pública. Si el ejecutivo aportaba 40 millones y exigía otros 40 millones a las regiones que decidieran ir adelante con el proyecto, Madrid subió hasta los 80 millones.
El centro estará ubicado en el Campus de Cantoblanco de la Universidad Autónoma de Madrid y su desarrollo cuenta con el asesoramiento de expertos en esta materia de universidades como Harvard, Columbia y Berkeley comandados por el profesor Rafael Yuste.
“Vamos a intentar que España y Madrid sean una referencia global en neurotecnología. El centro estará muy orientado a la innovación empresarial; al desarrollo de startups y de patentes propias”. Rodríguez Batalla apunta además que Sapain Neurotech hará hincapié en considerar los neuroderechos. “La ética debe imperar detrás de estas investigaciones y aproximaciones”.
Emprendimiento y cuatro nuevos clústeres
Coincideindo con la visita de la comisaria europea de Innovación, Investigación, Cultura, Educación y Juventud, Mariya Gabriel, la presidenta Isabel Díaz Ayuso anunció la puesta en marcha del plan Madrid Km 0: Innovación y Startup. “Contribuye a que Madrid se mantenga como un gran hub de startups. Los informes internacionales así lo dicen: la región está posicionada entre el 5 y el 8 lugar dentro del ecosistema europeo”.
El viceconsejero explica que Madrid tiene todo lo necesario para seguir creciendo: emprendedores, empresas, startups e inversores. “Las herramientas que otras comunidades autónomas promocionan ahora -aceleradoras, incubadoras, parques científicos- están en Madrid desde hace tiempo. Lo que sí debemos lograr es un ecosistema más vivo”. El programa presentará pronto la Agenda de la Innovación de la Comunidad de Madrid, un punto de encuentro común de la actualidad del I+D regional.
Con 3.700 agentes identificados, y de nuevo mirando a Europa, la Comunidad de Madrid ha seleccionado varias áreas estratégicas donde la región es fuerte y que coinciden con la visión de la UE. “La conclusión es que nuestros centros y universidades destacan en deep tech y deep science. Se trata de tecnologías e investigaciones basadas en la física, la química o la biología que sientan las bases de grandes industrias como la aeroespacial o favorecen el desarrollo de nuevos materiales.
En conexión con Madrid Km 0, y en la idea de que las startups siembren la semilla de estas tecnologías, la región pondrá en marcha cuatro nuevos clústeres de innovación, tecnología y talento. Estarán centrados en semiconductores, tecnologías del español, tecnologías del espacio y biotecnología.
Divulgación
El fomento a la innovación promovido por la Comunidad de Madrid ha sido premiado en estos meses por el Foro Transfiere (Málaga) y Startup Olé (Salamanca). “Si Madrid es un crisol de culturas, con la ciencia nos ocurre lo mismo. Es tanta la capacidad alojada de la región, que es muy difícil priorizar. Que el mercado elija”.
La Semana de la Ciencia y la Innovación 2022 (7-20 de noviembre) servirá para responder a otro anhelo de Fidel Rodríguez Batalla. “La divulgación científica debe basarse en cosas muy reales. Llevar un cohete a marte está muy bien, es muy glamuroso, pero nos pilla bastante lejos. La ciencia y la innovación deben tener personalidad propia en las políticas, pero debemos empujarlas entre todos”.
En esta y otras actividades, así como en el día a día, la colaboración con el Ayuntamiento de Madrid es estrecha. “El propio sector nos exige que vayamos juntos, aunque cada uno tenga sus estrategias”. Ha sido posible ver esta colaboración en ciclos de encuentros como los Innodays o los Innobar.
ODS
“Los ODS han calado tan fuerte que son inherentes a las cosas que hacemos. No necesitamos hacer una promoción de nuestros valores en cada discurso”, argumenta Fidel Rodríguez Batalla. “Este gobierno no precisa decir que hombres y mujeres somos iguales, que hay que respetar el medio ambiente o que conviene potenciar la economía pensando siempre en las personas. Los ODS están arraigados y marcan la forma de hacer política”.
El viceconsejero considera que algunos de los objetivos impulsados por la ONU se cumplen de forma natural, “pero debemos permanecer vigilantes y acudir a la academia para que nos ayude a mejorar”. Percibe que existen puntos especialmente sensibles a nivel social, como el agua y la energía. “Se trata de temas que sí están en la calle. Que preocupan. Trabajamos mucho para que todos tomemos conciencia del problema. No olvidemos que la solución de los grandes problemas está en la innovación, y la innovación encuentra sus respuestas en la ciencia”, concluye.