Financiabilidad, flexibilidad y correcta asignación de riesgos, claves para atraer inversores

Sesión sobre productividad e infraestructuras para la integración en la Conferencia CAF #Integración2018
Antonio Pinheiro, Mauricio Cárdenas, Mariana Prado, Juan Béjar y Vicente del Río
Antonio Pinheiro, Mauricio Cárdenas, Mariana Prado, Juan Béjar y Vicente del Río

“Un país que quiera desarrollar un plan de infraestructura atrayendo inversión extranjera” tiene que tener en cuenta la “profundidad de su mercados de capitales” en términos de disponibilidad de préstamos, pero tanto en moneda local como a largo plazo.

Esa “financiabilidad de los proyectos” es una de las claves que ha señalado el presidente de Globalvia, Juan Béjar, durante la mes redonda ‘Infraestructura para la integración y su impacto en la productividad regional’. Él ha sido el encargado de ofrecer el punto de vista del inversor privado en la sesión de apertura de la jornada que CAF organizó ayer en Casa América.

Del mismo modo, también es importante la flexibilidad. Béjar apuesta por el “modelo americano”, según el cual, más que adjudicar un proyecto, lo que hace el Gobierno es encontrar un socio junto al que desarrollar una determinada infraestructura. Chile, en su opinión, lo ha hecho “espectacularmente bien”. “Es un país en el que todos queremos estar” porque sabe adaptarse a todo tipo de situaciones cuando surgen dificultades.

El tercer pilar para la atracción de la inversión extranjera es “la correcta asignación de riesgos”. El presidente de Globalvia se refiere a que las empresas adjudicatarias no tengan que hacer frente a problemas muy específicos de cada país, como, por ejemplo, las expropiaciones, las reivindicaciones de las comunidades indígenas, etc.

Para finalizar su intervención, el empresario advirtió de que “los parámetros de movilidad están cambiando” debido a las tecnologías disruptivas. Esto puede provocar que estemos invirtiendo en infraestructuras que, en poco tiempo, pueden quedar obsoletas (por ejemplo, por el desarrollo del comercio electrónico). Él tiene claro que las telecomunicaciones son el futuro y cambiarán la movilidad tanto de las personas como de las mercancías.

En este sentido, el ministro de Hacienda y Crédito Público de Colombia, Mauricio Cárdenas, considera que quedan “mucho años” para que las infraestructuras viarias en América Latina sean excesivas, ya que aún existen muchas carencias. En el caso de su país, las necesidades se concentran en los casi 350 municipios (de un total de 1.100) que están identificados como los más afectados por el conflicto armado.

NUEVA INSTITUCIONALIDAD

Según Cárdenas, otro de los participantes en la primera mes de la Conferencia CAF ‘Infraestructura para la integración de América Latina’, cuando Juan Manuel Santos llegó al Gobierno de Colombia en 2010 se planteó dos grandes propósitos. El primero, resolver el problema del conflicto armado que ha sufrido el país durante más de medio siglo. El segundo, actuar en “la precaria infraestructura de transporte” que se había desarrollado en el país, “con mucho centralismo” y “poca integración” a la hora de cubrir todo el territorio.

Para llevar a cabo este último reto, se apostó, incluso ante de buscar financiación, por “fortalecer las instituciones”. Se puso en marcha “una agencia especializada que se dedica a estructurar buenos proyectos” y, además, un banco de desarrollo “moderno” que denominaron Financiera de Desarrollo Nacional –del cual CAF es accionista, con un 9 por ciento–. De esta forma, vendieron activos, en sectores como la energía, para ganar fondos destinados a esta entidad.

El ministro colombiano distingue dos tipos de modelos. Para el nuevo corredor de comercio que se establecerá con Venezuela y Ecuador a través de una autopista, por ejemplo, el Gobierno colombiano plantea asociaciones público-privadas (APP). Sin embargo, para la conexión de la cuenca del río Orinoco, una zona con “un potencial agrícola enorme”, apuestan por “una modalidad más basada en obra pública tradicional”.

CERRAR BRECHAS

Por su parte, la ministra de Planificación del Desarrollo de Bolivia, Mariana Prado, cree que su país está “en un nivel de desarrollo distinto”. Aún así, el Gobierno es consciente de que asignar recursos públicos tiene un límite y desde hace un par de años están estudiando tipos de financiación que incorporen al sector privado.

Ella entiende que el desarrollo de infraestructuras es “un elemento crucial para poder generar integración en la región”, además de cerrar ciertas “brechas” que viene sufriendo desde hace mucho tiempo América Latina.

Por tanto, “es preciso generar acuerdos institucionales entre los países” para avanzar “en términos de integración”. Un ejemplo de esto es el tren bioceánico planteado para unir Perú, Bolivia y Brasil.

La apertura de esta primera mesa de debate, que ha estado moderada por Vicente del Río, del Programa Europeo ALICE, ha corrido a cargo de Antonio Pinheiro, vicepresidente de Infraestructura de CAF. Este ha repasado algunos de los 77 proyectos de alto impacto financiados por su banco –con un cuantía total de 11.373 millones de dólares–, como el gasoducto Brasil-Bolivia, o la expansión del Canal de Panamá.

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