Ahora los bancos tienen que mover ficha, declaró Miguel Ángel Fernández Ordoñez, ex Gobernador del Banco de España, a innovaspain.com tras la presentación del Libro Blanco de la regulación FinTech en España, promovido por la Asociación Española de FinTech e InsurTech, en las dependencias del ministerio responsable de la Agenda Digital, todo un signo de la voluntad del Gobierno en llevar adelante la regulación necesaria. La presencia en la mesa de la Emma Navarro, secretaria de Estado del Tesoro aseguraba esa voluntad.
La innovación en el sector financiero ya no es solo cosa de los actores tradicionales del sector y a eso responde el interés de las empresas alternativas para poner en marcha una legislación que les permita competir. Sin garantías y confianza es complicado entre los potenciales inversores o demandantes del servicio y en España es verdad que vamos con un cierto retraso.
El Libro Blanco es una buena enciclopedia para conocer más a fondo las regulaciones existentes en otros países, que es lo que se propone imitar este trabajo, o los trabajos que se están haciendo en otros. En cualquier caso, tanto en el Reino Unido, que ha sido el pionero en el desarrollo del marco regulatorio, como en Alemania y Francia, ya han iniciado proceso similares.
El Libro Blanco propone tres grandes bloques regulatorias transversales que afectan al fomento de la innovación financiera; al establecimiento de unidades asesoras dentro de los distintos supervisores; al desarrollo del Programa Open Banking and Insurance, considerando éste como una iniciativa para fomentar el intercambio de información entre entidades; y, otras actividades transversales, como la realización de un Foro FinTech.
Todo ello afectaría a las siguientes actividades: asesoramiento y gestión patrimonial; finanzas personales, financiación alternativa, crowdfunding y crowdlending sobre activos y bienes tangibles; servicios transaccionales y divisas; medios de pago, infraestructura financiera; critocurrencias&Blockchain; insurtech; identificación online de clientes y Big Data.
Lógicamente, el Libro Blanco termina citando las ventajas que supondrá esta regulación y que pueden resumirse en la seguridad comentada para los clientes. Con esa confianza está claro que el FinTech estará posicionado como un agente más en la competencia financiera que puede mejorar la accesibilidad a los posibles demandantes. Naturalmente, esto es una novedad, y grande, en el mundo financiero que hemos vivido en las últimas décadas. Las instituciones financieras han dado muchas respuestas ya pero es seguro que no es suficiente.