Fintup acaba de sumarse al panorama fintech español. Se trata de una empresa de asesoramiento financiero que combina las ventajas de la tecnología con la atención individual y personalizada a sus clientes. Su objetivo principal es ofrecerles la cartera de inversión más adaptada a su perfil de inversor junto a la formación y las herramientas adecuadas para gestionar su patrimonio de la forma más rentable y eficiente.
"Queremos ser más que una empresa que asesore. Aspiramos a ofrecer un servicio integral, acompañando a los clientes durante todo el camino, desde la toma de decisiones hasta el resultado final", explica Pedro Perelló, CEO de Fintup. Esta WealthTech se dirige principalmente a usuarios habituales de tecnología, con activos por debajo de 300.000 euros, que no están satisfechos con los productos de inversión o con el escaso asesoramiento que les ofrecen sus bancos, pero que no quieren renunciar a obtener la mejor rentabilidad posible para su dinero.
No obstante, desde Fintup se muestran seguros de poder ayudar también a hacer más eficiente parte de la cartera de clientes cuyo patrimonio sea superior a 300.000 euros y que también formen parte de la banca privada. El principal valor añadido está en la capacidad de recomendar la mejor opción en cada momento, como destaca Jorge Sieiro, el otro miembro fundador de la empresa. "Proponemos una estrategia de inversión diversificada con acceso a los mejores fondos de inversión indexados y 'value' a nivel mundial, hasta ahora sólo al alcance de unos pocos, y por menos de un tercio del coste que les supondría en el sistema de banca privada”, subraya.
Han pasado nueve meses desde el nacimiento de esta fintech y en este tiempo el equipo de Fintup ha podido testar su modelo de negocio y comprobar la validez de su propuesta empresarial. En la actualidad, más de 70 clientes confían ya en ellos para gestionar sus activos y mejorar la rentabilidad de su patrimonio. Para lograrlo, Perelló incide en la importancia de perseverar en el principal activo del negocio: "Sabemos el comportamiento óptimo que debe tener un buen inversor, motivándoles para mantener el rumbo y alcanzar sus objetivos".