El famoso Pacto Verde Europeo de la Unión Europea se compromete a la neutralidad climática de aquí a 2050, lo que significa, según el acuerdo del Consejo de la UE de diciembre de 2020, que los estados se comprometen, antes de 2030, a una reducción de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) de un mínimo del 55% respecto a los valores de 1990. Pero ¿qué pasa con el medio rural? ¿Se necesita también un pacto verde rural?
El pacto verde de la UE debe impulsar un modelo de desarrollo sostenible que al mismo tiempo maximice las oportunidades económicas, la inclusión social, los derechos y protección social para todas y todos y la cohesión territorial, sin dejar a nadie atrás. Por ello, desde el Foro de Acción Rural consideran “imprescindible” que haya una serie de propuestas que no dejen a nadie atrás.
“El camino hacia el futuro del medio rural debe conformarse desde el pluralismo de voces y el respeto a las distintas sensibilidades, siendo conscientes de que no existen ‘soluciones milagro’ –asegura el secretario general para el Reto Demográfico, Francesc Boya–, pero sí estrategias claras para abordar los problemas del medio rural. Unos problemas en los que se van dando pasos adelante y consiguiendo logros, unos logros que hay que ‘poner en valor’ para demostrar que los pueblos pueden y deben ser un buen lugar para vivir”.
Para ello, han presentado nueve ejes de actuación para alcanzar el pacto verde rural: producción sostenible de alimentos, lucha contra el cambio climático, protección del medioambiente y la biodiversidad, reequilibrio de la cadena agroalimentaria, refuerzo de la producción ecológica, fomento de la investigación y la innovación, transparencia de cara a los consumidores, lucha contra el desperdicio alimentario y transición también a nivel mundial.
Propuestas para el pacto verde rural
Esas nueve líneas de actuación contienen 36 propuestas para alcanzar el ansiado pacto verde rural. Como por ejemplo, impulsar un modelo de agricultura familiar sostenible; promover dietas sostenibles; aprovechar la reforma de la nueva PAC; establecer indicadores sociales, económicos y ambientales; darle valor a la caza sostenible; promover la lucha contra el cambio climático; resiliencia frente a sequías o reequilibrar el modelo de gestión del agua.
Además, desde el Foro de Acción Rural también piden: un modelo de ahorro enérgetico para estas zonas; un modelo de movilidad sostenible; reducir residuos, proteger espacios agrarios; dar prioridad a zonas con protección ambiental; programas para diversificar el uso de especies agrícolas y ganaderas; polinización abierta; detener deterioro de ríos y acuíferos; promover la planificación integral del territorio y aprobar un Plan Estatal para la ganadería extensiva y de planificación silvopastoral.
Por otro lado, consideran que es importante actualizar el marco estratégico forestal; fomentar la restauración ecológica; equilibrar la cadena agroalimentaria; dar prioridad a economías locales; reforzar el peso de pymes agroalimentarias; más producción de calidad diferenciada; combatir fraude alimentario; impulsar la producción agroecológica; fomentar en la PAC la producción sostenible ecológica o crear un entorno alimentario en el que la elección saludable y sostenible sea la más fácil.
Por último, el pacto verde rural solo se conseguirá si: se promueve un etiquetado saludable de los alimentos; se regulan aspectos sociales del etiquetado; se frena el desperdicio de alimentos; se asegura la transmisión de conocimientos; se garantiza el acceso a la conectividad; se auemntan las inversiones en innovación agraria y si se garantizan en los acuerdos comerciales de la UE con terceros países, una mayor ambición y obligatoriedad en los requisitos de sostenibilidad.
