Imita el funcionamiento de la hoja de un árbol y el proceso natural de la fotosíntesis, pero de forma mejorada, de tal manera que absorbe el CO2 y lo transforma en combustible. Se trata del nuevo dispositivo para conseguir energía limpia que han desarrollado y patentado investigadores de la Universitat Rovira i Virgili (URV) y realiza el proceso a gran velocidad, hasta 10 veces más rápido que la biomasa.
La investigación ha dado como resultado el desarrollo de un prototipo que mejora el modelo natural de la fotosíntesis. Según han explicado desde la URV, “aumentaría de cuatro a diez veces más la capacidad de acumulación de CO2 respecto a las hojas de los árboles, permitiría obtener un compuesto concreto y la velocidad de producción de energía sería, como mínimo, diez veces más rápido que la biomasa”.
El dispositivo consiste en una membrana que contiene unos orificios que imitan a los estomas, los poros de las hojas por donde penetra el CO2 de la fotosíntesis, a los que se les ha aplicado unos compuestos que al entrar en contacto con el agua, hacen que las moléculas de dióxido de carbono queden atrapadas sobre la superficie. Así, si en el caso de los árboles el CO2 concentrado en las hojas se convierte en materia orgánica, en este dispositivo el resultado es la producción de ácido fórmico o metanol. Este compuesto, han indicado desde la URV, “permitirá fabricar combustible limpio con la ayuda de placas solares, sin ningún impacto medioambiental, que se puede almacenar y posibilitará producir electricidad en el momento que haga falta”.
Más energía en menos tiempo
Si bien esta línea de trabajo no es nueva, los investigadores sí han destacado que la gran aportación de este dispositivo radica en su rapidez de acción. Según han defendido, produce energía en menos tiempo que los productos ya existentes, “lo que permitirá optimizar el proceso de captación de CO2 y conseguir más energía en menos tiempo”.
En cuanto a sus posibles aplicaciones prácticas en el mercado, el nuevo dispositivo podría actuar como sustituto en pequeño formato de baterías solares o a modo de ‘pilas’ que se cargarían solas con energía renovable para poder hacer funcionar teléfonos, ordenadores, tabletas e incluso coches y casas.