Entrevista con Francisco Conde, conselleiro de Economía, Emprego e Industria de la Xunta de Galicia

Francisco Conde, conselleiro de Economía, Emprego e Industria de la Xunta de Galicia

Ha declarado en ocasiones que innovación e industria están llamados a marcar el paso de la economía gallega. Desde que implantaron esta estrategia, ¿qué resultados tangibles demuestran lo acertado de la misma? ¿Cómo ha contribuido a la recuperación económica y a la creación de un tejido industrial nuevo?

Desde la puesta en marcha de la Agenda Galicia Industria 4.0 en Galicia, se han logrado modernizar 4.200 empresas, crear 11.500 nuevos puestos de trabajo y movilizar cerca de 350 millones de euros. Son cifras extraordinariamente positivas, sobre todo si les sumamos las de la Estrategia de Especialización Inteligente (RIS3): más de 900 millones de euros en proyectos innovadores a través de empresas gallegas y centros tecnológicos con los que ha colaborado la Xunta.

Tenemos una treintena de empresas participando en las Unidades Mixtas de Investigación y una red de aceleradoras que apoyan la innovación entre las que podemos destacar, por poner algún ejemplo, la primera incubadora de nuevos fármacos de España gracias al trabajo de la multinacional Johnson&Johnson y la Fundación Kertor; o los proyectos en el sector de la automoción realizados a través de la Business Factory Auto.

La innovación es futuro y, para que sea todavía más prometedor, en Galicia tenemos claro que debemos contar con un tejido empresarial fuerte que vaya de la mano de empresas de referencia a nivel internacional.

A principios de 2017, Galicia fue galardonada con el Premio Nacional de Innovación por el proyecto del Polo Industrial y Tecnolóxico de Rozas, en Lugo. ¿Cómo establecen prioridades en materia innovadora teniendo en cuenta las fortalezas de cada una de las regiones? ¿Qué otros proyectos verán la luz en un futuro próximo?

La clave es que todas las iniciativas, programas y estrategias se lleven a cabo pensando en Galicia en su conjunto. Nuestros proyectos y ayudas no están territorializados y se dirigen a todas las empresas implantadas en la Comunidad. Nuestra estrategia combina dos elementos: apoyar la modernización de nuestros sectores estratégicos más tradicionales, como puede ser la automoción, que cuenta con su gran epicentro en la comarca de Vigo y por eso allí es donde está la iniciativa Business Factory Auto; el sector agroalimentario, que cuenta con Agrobiotech y en su última edición ha priorizado proyectos de las provincias de Lugo y Ourense; o la madera, con un nuevo coworking centrado en el sector forestal situado en el Centro de Innovación y Servicios Tecnológicos de la Madera, también en Ourense.

Y el segundo elemento es el de apoyar sectores emergentes y que éstos sirvan para llegar a zonas menos industrializadas de nuestro territorio. Aquí situaríamos la apuesta por la aeronáutica en Rozas (Lugo), que encuentra su complemento en el grado de Ingeniería Aeroespacial de Ourense y el Centro de Innovación Aeroespacial de Nigrán (Pontevedra); la apuesta por la biotecnología que está demostrando un gran desarrollo en la provincia de A Coruña en el terreno de la salud o el impulso a las energías renovables.

En una conjunción de realismo y optimismo, ¿con que papel de la industria en el PIB gallego estarían satisfechos?

Nuestro objetivo en este ámbito es mantener la progresión actual, ya que desde la puesta en marcha de la Industria 4.0, el peso del sector en el VAB ha pasado del 13,1% a mediados del año 2015 al 13,7% a finales del pasado año 2017, lo que nos ha permitido crear 11.500 puestos de trabajo en el ámbito industrial.

Uno de los grandes retos de la innovación tiene que ver con atraer inversión. En un entorno que tiende a la especialización y en el que se multiplican las opciones para los inversores, ¿qué hace la Xunta para convencerles de que Galicia es una buena apuesta?

Galicia tiene un objetivo muy claro: queremos convertirnos en una tierra de oportunidades, atractiva para invertir en nuevos proyectos pero también para consolidar e impulsar las empresas que ya están implantadas y que quieren crecer. Este es el motivo por el que aprobamos la Ley de Implantación Empresarial, un nuevo marco normativo que trabaja en tres campos: la simplificación administrativa para agilizar los trámites, reduciéndolos a la mitad de tiempo a través de un procedimiento único; la apuesta por ofrecer mayores facilidades para acceder al suelo industrial; o el impulso a bonificaciones en los impuestos que pondremos en marcha en colaboración con los ayuntamientos.

Además de los avances normativos, tenemos programas como Fábrica Inteligente, del que vamos a convocar su segunda edición, que busca apoyar el desarrollo de la I+D de nuevos proyectos industriales que avancen hacia la Industria 4.0. Las pymes serán las grandes protagonistas tras una primera convocatoria que nos permitirá movilizar 168 millones de euros con la puesta marcha por parte de PSA Peugeot Citroën y el Centro Tecnológico de Automoción de Galicia de una planta piloto de factoría 4.0, así como la iniciativa de Televés para el avance en la mejora de sus procesos a través de las nuevas tecnologías.

Para generar innovación, las pymes han de contar con facilidades en su acceso, romper el miedo al fracaso y ganar en músculo y tamaño. ¿Qué hace la Xunta para crear actividad innovadora en el sector?

La innovación es un elemento fundamental para las pymes porque puede incidir en su modelo de negocio y aumentar su competitividad. Uno de nuestros objetivos es concienciar a las pequeñas y medianas empresas y ofrecerles medidas para facilitar la incorporación de la innovación a sus negocios.

Lo hacemos a través de diferentes programas: junto a la Fábrica Inteligente, tenemos también Conecta Peme e Interconecta que, desde su puesta en marcha, han llegado a 1.100 empresas para mejorar su competitividad a través de la innovación; o los nuevos instrumentos financieros innovadores (IFIS) que darán apoyo a un centenar de proyectos, movilizando 60 millones de euros.

Contamos, además, con programas pioneros como Innova Peme, una iniciativa destinada a mejorar la innovación en las pymes y microempresas que permitirá beneficiar a 60 compañías de la comunidad movilizando 10 millones de euros.

¿Cree que las grandes empresas instaladas en Galicia son una “locomotora” de innovación para otras?

Sin duda. Potenciarlo es una de nuestras prioridades y, por eso estamos haciendo un especial esfuerzo por llevar la innovación a las pymes. Lo ideal es que las grandes empresas instaladas aquí vean Galicia como el ecosistema innovador ideal para desarrollar su actividad, ya sean productos o mano de obra cualificada, apoyándose en sus empresas proveedoras y en nuevos proyectos de emprendimiento.

Uno de los mejores ejemplos de cómo las empresas están sirviendo de locomotora para otras lo encontramos en el sector de la automoción. Tenemos a PSA en Vigo colaborando con el CTAG o CEAGA e impulsando empresas auxiliares. Hemos puesto en marcha una aceleradora de empresas, la Business Factory Auto, centrada en proyectos innovadores de automoción y tenemos ocho unidades mixtas trabajando en este sector, en el que Galicia pretende marcar la diferencia. En ellas participan empresas como GKN, Viza, Borgwarner o Copo.

Con los nuevos presupuestos sobre la mesa, ¿qué medidas nuevas contemplan de cara a 2018?

En los presupuestos del próximo año, la innovación tendrá, de nuevo, un papel estratégico. El hecho de que la Agencia Gallega de Innovación (GAIN) disponga de un 26% más de presupuesto deja bien claro cuál es el camino que queremos seguir.

Debemos ser ambiciosos y trabajar pensando en las nuevas generaciones. Por eso a las iniciativas que están dando buenos resultados, en 2018 vamos a sumar nuevos programas como ReAcciona Innovación, con servicios especializados para las empresas más pequeñas que quieran orientar o iniciar su actividad en el terreno de las nuevas tecnologías; o como FabLab Maker, espacios donde pequeñas empresas y emprendedores puedan compartir el uso de equipamientos innovadores para hacer prototipos; y ayudas dirigidas a acelerar el proceso de digitalización de las empresas.

¿Cree que el emprendedor gallego tiene algún rasgo distintivo que le ayuda (o limita) en sus avances?

Los gallegos están demostrando su carácter emprendedor y su capacidad para adaptarse a los cambios. En todas las iniciativas que ponemos en marcha para apoyar proyectos emprendedores, como el caso de los coworking celebrados en colaboración con la Escuela de Organización Industrial, estamos viendo grandes ideas que ya se están materializando en negocios de todos los ámbitos.

Sin el compromiso de nuestros emprendedores, el esfuerzo que estamos haciendo no serviría para nada. Ellos son los verdaderos artífices de que Galicia se haya concienciado de lo importante que es sentar los pilares del nuevo modelo económico, que está sustentado en la Industria 4.0. Y lo están haciendo colaborando con una mayor intensidad con las Universidades y centros tecnológicos y es esta mayor colaboración entre industria y centros de conocimiento lo que nos está permitiendo diferenciarnos y estar a la vanguardia.

Apreciamos también una gran apuesta por llevar los productos y servicios gallegos al exterior, algo que se refleja en los datos: tras batir nuestro récord exportador en 2016, 2017 consolidó esta tendencia con un crecimiento del 8,4% en las ventas al exterior. Somos, además, la segunda mejor balanza comercial de España. Este espíritu emprendedor y este afán de superación y de llegar a nuevos mercados demuestra que los gallegos tienen ideas y, sobre todo, muchas ganas de ponerlas en práctica y mostrárselas al mundo.

¿Cómo trabaja la Xunta –por ejemplo con la Universidad y otros focos de conocimiento, incluso la propia empresa- para que el talento no abandone las tierras gallegas?

Galicia no sería lo que es hoy en día sin la colaboración público-privada. La Xunta cuenta con una serie de líneas de ayudas que tienen como principal objetivo retener el talento en la Comunidad. Entre ellas destaca, por ejemplo, la iniciativa Principia que ha permitido la contratación, por parte de empresas y centros de investigación, de 300 investigadores menores de 35 años.

Existe otra línea, Oportunius, que presta apoyo a nuestros investigadores y que, entre otras acciones, ha permitido asesorar a más de 70 para conseguir becas ERC; y en 2018 pondremos en marcha un programa dirigido a la contratación de personal investigador senior.

Otros proyectos como Ignicia o las Unidades Mixtas de Investigación también contribuyen a que en Galicia podamos retener y captar talento gracias a la colaboración de empresas y centros de conocimiento: si queremos apostar por la innovación y el talento para ser más competitivos, tenemos que estar unidos y trabajar de forma conjunta desde la Administración, el tejido empresarial, las universidades y los centros tecnológicos y de conocimiento.

Para que la economía gallega siga creciendo y sea más competitiva, necesitamos mantener nuestra apuesta por la innovación, el talento y el empleo cualificado. Tres retos que solo son posibles si existe una verdadera colaboración entre todos los agentes públicos, económicos y sociales. Solo a través de la suma de esfuerzos y del trabajo en equipo conseguiremos que las gallegas y los gallegos alcancen mayores cuotas de bienestar y calidad de vida.

 

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