MÁLAGA. Una nueva edición de Greencities & S-Moving comenzó ayer en Málaga tratando de desgranar cómo las ciudades inteligentes pueden contribuir a generar y atraer talento de calidad. Para responder a algunas de las preguntas pendientes, el evento (organizado por FYCMA con la colaboración de AMETIC) ha contado con dos pesos pesados en la materia: Francisco de la Torre, alcalde de Málaga, y Miguel Ángel Romero, presidente de Smart City Cluster.
El propio concepto smart city ha cambiado con el paso del tiempo. Ha llovido mucho desde que Málaga se alzara como ciudad española pionera en llevar las nuevas tecnologías, entonces disruptivas, a la mejora de los servicios públicos urbanos. Así lo reconocía el alcalde, quien percibe que la dimensión meramente tecnológica, ha dado paso a la priorización del cumplimiento de los ODS y la Agenda 2030 a la hora de aplicar estas innovaciones.
Tecnología y más
“La tecnología sigue siendo importante, pero ha de servir a la sostenibilidad ambiental, social y económica”. Las palabras del responsable público ayudan a entender que hoy el foco es otro. En este sentido, Miguel Ángel Romero ha parafraseado a Gema Igual, alcaldesa de Santander (ciudad invitada en la cita de este año), que suele hablar de la necesidad de socializar la tecnología. “Antes de nada, a ella le interesa saber cómo los nuevos desarrollos ayudarán al ciudadano y cómo estos aprenderán a utilizarlos”.
Este nuevo modelo de ciudad se nutre y gira alrededor del talento. Y generarlo, atraerlo o retenerlo, no es tarea sencilla. Francisco de la Torre ha defendido que, actuando de forma coordinada junto a otras administraciones y con la empresa privada, con una estrategia de ciudad clara, “es más sencillo” crear un ecosistema fuerte. “Son claves los espacios de colaboración; trabajar con el talento local y mirar hacia el exterior, y, para generarlo, contar con aceleradoras e incubadoras en la ciudad”. El alcalde percibe que este caldo de cultivo termina atrayendo a empresas de referencia en sus sectores.
Talento sin límites
El presidente de Smart City Cluster añadía que en el tablero de juego actual la relación trabajador-empresa ha mutado, fundamentalmente a raíz de la pandemia y de distintas filosofías que han echado raíces. “A la hora de elegir una empresa en la que trabajar, ya no basta con la ‘tradicional’ marca de compañía para convencer al talento”. Romero mencionaba nuevos elementos que entran en escena. Los trabajadores se preguntan por quienes integran los equipos, cuáles son los valores de la empresa y tienen en cuenta aspectos que han adoptado una nueva relevancia, como la conciliación.
“Prefiero no ponerle límites”, responde De la Torre preguntado por el talento ‘ideal’ que le gustaría que poblara la ciudad que capitanea. “El talento que nos gusta puede ser ecológico, innovador, emprendedor, colaborativo, cultural, gastronómico… Y el territorio, debe ser capaz de crear una buena oferta de trabajo para ellos”. Si bien piensa que hay no es positivo centrar los esfuerzos en lanzar señales al talento tecnológico, sí debe ser prioritario tratar de acelerar las industrias de alto valor añadido, en su totalidad marcadas por el peso de la innovación.
En su voluntad de cooperar, Francisco de la Torre concretaba puntos en los que el cluster puede llevar nuevos bríos a las ciudades. “Han de contar con las empresas y los expertos indicados para afrontar los retos de la ciudad en movilidad sostenible, eficiencia energética o economía circular. Con compañías así, el dialogo surgirá como punto de encuentro”.
El mandatario ha invitado a la esfera privada a adoptar una visión dinámica, “porque los retos cambian y se amplían”. De la Torre no se olvidaba de una de sus prioridades. “La ciudad inteligente es capaz de contribuir a mejorar el sistema educativo, por ejemplo, fomentado las vocaciones STEAM”. Estas áreas marcan la empleabilidad presente y futura.
Especialización y agilidad
Para que estos anhelos carburen y sean tangibles, desde Smart City Cluster entienden que, a fin de competir con agilidad, las ciudades y municipios deben especializarse, sobre todo los más pequeños. “No todas pueden ser como Málaga, que se ha especializado en pequeños nichos distintos. Los territorios de menor tamaño no están en condiciones de atacar todos los frentes, sino aquello en lo que son más fuertes”, argumentaba Miguel Ángel Romero. Como empuje extra, Francisco de la Torre recomendaba a estos municipios que actúen en un marco más amplio, trabajando en red con ciudades grandes y medianas. “Todos juntos somos más fuertes”.
Por la parte que le toca a la iniciativa privada, el alcalde de Málaga ha expuesto la idoneidad de que sean exitosas y ambiciosas. Y mucho más. “Deben conocer bien el territorio en el que se mueven y estar abiertas a la colaboración público-privada”. Además de ambición en el sentido más capitalista del término, De la Torre espera de las empresas un sentido de servicio más allá del beneficio económico. “Me gusta que quieran ser útiles a la sociedad y busquen el bien común en una empatía recíproca con la administración”.
La carta a los Reyes Magos de Smart City Cluster incluye más agilidad por parte de la administración pública. “Nos gusta que nos vean como un colaborador. Muchas veces, las empresas presentan proyectos que no miran solo el enriquecimiento particular, sino que se pueden traducir en una mejora para toda la ciudadanía. Todo sería más sencillo sin tantas trabas burocráticas.