Francisco Regusci: "Incluso a los partidos de izquierdas les cuesta asumir la llegada de inmigrantes"

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Francisco Regusci (derecha) y Javier Cuevas. Imagen: Fundación Cellnex.

Cuando Francisco Regusci llegó a España desde su Uruguay natal, no sospechaba el ‘tsunami’ burocrático que le estaba esperando a este lado del Atlántico para regularizar su situación. “Mi pareja, con pasaporte español, vino para estudiar enfermería. Incluso así, todo fueron complicaciones”, explica en entrevista telefónica con Innovaspain. Emprendedor tecnológico con experiencia en distintas compañías, Regusci se propuso dar un giro a esta problemática y ayudar a otros migrantes en una situación parecida o mucho más compleja que la que le tocó vivir a él. Así nació Citizens Immigration, una aventura en la que le acompaña Javier Cuevas, abogado especialista en derecho de extranjería y nacionalidad.

El proyecto se postula como una alternativa “más eficaz y más humana” respecto a los servicios que tradicionalmente han prestado los abogados de extranjería. “Somos más baratos, ya que automatizamos parte del proceso”. Regusci se refiere a que, a través de la plataforma de Citizens, los clientes pueden acceder a vídeos pregrabados en los que Javier Cuevas explica, paso a paso, y de manera sencilla, todos los trámites necesarios y la manera de presentar los documentos en función de cada necesidad particular. “Todo es más rápido y fácil”, añade.

Esta manera de proceder no implica que los profesionales de Citizens dejen aparcada la cercanía. “Cuando el cliente termina un paso, sube el documento a la plataforma. Nosotros revisamos que todo está OK, y en caso de que nos sea así, indicamos dónde está el error y cómo subsanarlo antes de seguir avanzando. Trabajamos así hasta completar el expediente”.

Combatir la vulnerabilidad

El proyecto arrancó hace un año. A lo largo de estos meses, la estrategia inicial ha cambiado. “Empezamos apuntando a todo el mercado. Pero nuestra misión es social. El objetivo principal no es ganar dinero, sino ayudar a las personas”. Bajo esta premisa, han situado el foco en aquellos que viven en España en una situación irregular, alrededor de medio millón de personas.

“Esto no significa que no ayudemos a un estudiante que viene a hacer un máster, e incluso a los nuevos nómadas digitales, pero nuestra prioridad son los más vulnerables. Se trata de personas que cobran en dinero negro, con unos ingresos por debajo de la media y problemas para lograr un alquiler o llevar a cabo cualquier gestión básica. Están en la primera línea de explotación”, detalla Francisco Regusci.

En Citizens Immigration saben que este colectivo no tiene tiempo que perder. La vía más rápida -aunque no sencilla- es la solicitud del permiso de Arraigo -social, familiar, laboral- que, según el caso, exige que la persona lleve 2 o 3 años en España, y disponer de una oferta de trabajo. A diferencia de otras alternativas –“donde incluso cobran por una primera cita informativa”-, la startup permite pagar el servicio hasta en 12 cuotas. “También contamos con una política de reembolso. Devolvemos el 100 % de nuestros honorarios si la persona no consigue su permiso de residencia”, afirma el emprendedor uruguayo.

Crecer

Entre las dificultades a las que se enfrentan, está la de llegar de manera más generalizada a su público objetivo. “Es una barrera. Hacemos un mix de redes sociales, vídeos en YouTube, algo de publicidad… sin embargo, hemos constatado que la mejor herramienta es el boca a boca, ya que funciona de maravilla en la increíble comunidad migrante. Es cierto que nos cuesta cerrar un cliente, pero una vez lo logramos, las oportunidades se multiplican. Y un cliente que viene recomendado, lo hace más seguro y confiado”. La empresa ha sido seleccionada por el programa Cellnex Bridge de Fundación Cellnex. Se abre así un período en el que confían escalar y extender su propuesta con distintas acciones de marketing y un proceso de rebranding.

Francisco Regusci asegura soñar con el día en el que sus servicios no sean necesarios. De vuelta al realismo, sabe que ese momento aún está lejos. “La administración no llega, o no llega bien a las necesidades de estas personas. Les obliga a ir presencialmente, con un ‘taco’ enorme de documentos impresos, con cita previa, y confiar en resolverlo todo es una sola visita, algo casi imposible… Por fortuna para ellos, Citizens puede presentar los expedientes sin cita por la condición profesional de Javier (Cuevas). En todo este entramado se cuelan cuestiones políticas. Incluso a lo partidos de izquierdas les cuesta asumir la llegada de inmigrantes a España. No les gusta dedicar recursos adicionales a la materia”, concluye.

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