El Pacto Verde Europeo, presentado hace menos de dos semanas por la Comisión Europea, es un acuerdo ambicioso para el continente, especialmente por la meta que se ha marcado: lograr ser climáticamente neutro. Este paquete de medidas se centra en permitir que las empresas y los ciudadanos europeos se beneficien de una transición ecológica sostenible. Frans Timmermans está a la cabeza de este pacto desde hace 12 días, exactamente el tiempo que lleva como vicepresidente de la Comisión. "Quiero que este pacto sea también el vuestro", se ha dirigido a las decenas de jóvenes que le escuchaban y que incluso han podido conversar con él durante la COP25.
Las medidas, acompañadas de una hoja de ruta inicial para las principales políticas, abarcan desde una gran reducción de las emisiones a la inversión en investigación e innovación de vanguardia, a fin de preservar el entorno natural de Europa. "Si no alcanzamos este objetivo y abordamos con determinación los desafíos climáticos veremos cómo la temperatura subirá un grado y medio en pocos años", ha avisado Timmermans.
Sus palabras coinciden con las de la nueva presidenta de la Comisión Europa, Ursula von der Leyen, que ha afirmado en varias ocasiones que "el coste de la transición será grande, pero el coste de la inacción será mucho mayor". Tanto Von der Leye como Timmermans han trazado en las últimas semanas la estrategia de la nueva Comisión con el impulso de un discurso integrador: no permitir que nadie se quede atrás.
También se ha puesto fecha: la Unión Europea será climáticamente neutra en 2050. La Comisión propondrá una 'Ley del Clima' para convertir este compromiso político en una obligación jurídica y en un incentivo para la inversión. "Que los humanos no podamos controlar los acontecimientos es algo terrorífico", ha reconocido Timmermans, preocupado porque "nuestra Madre Tierra ya no soporta más lo que está ocurriendo".
Por ello ha hecho un llamamiento a "estar preparados" ya que los acontecimientos han cambiado. Se ha referido Timmermans a la gota fría, que "En España ocurría una vez cada 50 años y ahora sucede todos los años". Para ello ha incidido en "controlar nuestro destino", algo que según él "será más fácil si implantamos el pacto verde". No en vano, el pacto no es una receta sino una hoja de ruta, como ha aclarado el vicepresidente.