Como casi todas las ideas de emprendimiento, Fresh Greens nació de una necesidad personal. En el año 2021, los creadores de esta joven compañía se dieron cuenta de que cocinar, con tanto trabajo, suponía un gran esfuerzo. Sobre todo, viviendo solos. Así que imaginaron una iniciativa en la que, sin cocinar, pudieran comer con una dieta plant-based, de origen vegetal, ordenada y sin perder tiempo.
“Entiendo que mucha gente piensa que es difícil llevar a cabo recetas veganas, poner las verduras a la plancha y demás. Por eso pensamos en hacer una cocina fantasma en Valencia [de donde es originaria la empresa] y pivotar hacia empresas como Globo y acceder a un público mayor, escalando rápido”, explica Pablo Alcolea, cofundador de Fresh Green. Pero la realidad fue distinta.
En un primer momento se llamaron Vegan Food Club, y abrieron una cocina en Valencia, pero no se fueron a Glovo. Abrieron su propia web con la idea de fidelizar al cliente y basarse en la suscripción. “Con ese nombre ganamos mucho, más de 600.000 ventas y 20.000 clientes en España y Portugal, pero nos dimos cuenta de algo que no sabíamos en un principio y que el mercado nos lo confirmó: mucha gente nos compraría el producto sin necesidad de ser veganos”.
Vender a personas que siguen una dieta vegana estaba bien: la idea, o eso pensaban ellos, era que en torno a un 70% de sus clientes serían veganos y el resto sólo querían tener una dieta sostenible; la realidad es que el 30% de sus clientes eran veganos y el resto no. “Entre gente comprometida y gente que no quiere o no puede cocinar, la mayoría se hizo presente. Nuestros cuestionarios hicieron ver que no era necesario el “Vegan” en nuestro branding y que incluso representaría un posible problema para los que no lo son. Ahora somos más inclusivo y en diciembre nos cambiamos a Fresh Greens, en un paso que nos llevó mucho tiempo tomar”, afirma.
Comida de origen plant-based
Su comida, como se ha mencionado anteriormente, es de origen vegetal, o también denominada como plant-based. “Una persona vegana no toma nada de origen animal, y nosotros abogamos por un producto respetuoso con el planeta. Intentamos sustituir cada vez más parte de una dieta normal con procesos vegetales. Lo bonito de todo esto es que, si lo pruebas, sabrás que está bueno, no da la sensación de que te estás sacrificando por ética o por un estilo de vida: la verdad es que es conveniente para la salud y, además, está rico”, asegura Alcolea.
El modelo es sencillo y, a la vez, diferente a lo que se suele ver en este tipo de negocios. Se puede comprar a través de una web y de una suscripción por planes. Esta última tiene diversas formas, porque hay suscripciones para una persona, para dos, con diferentes días. De hecho, como mínimo, se pueden pedir cuatro platos semanales. Y, en dos días como máximo, se puede obtener las cajas previamente refrigeradas. Con sólo dos minutos en el microondas, ya se puede comer.
“Nos mudamos a Madrid por eso, para estar más céntricos en la Península Ibérica y tener una logística mejor, además de que es la ciudad con mayor densidad de clientes de Fresh Greens”, explica su cofundador.
“Hacer las recetas es lo más difícil”
Para Alcolea, hacer las recetas es lo más difícil. Según él, diseñarlas es muy complejo, pero que tengan valores nutricionales y que, a escala, sean buenos productos es todo un mundo. “Trabajamos mucho para que la primera lasaña que sale de la cocina sea igual que la número 2.999 de las 3.000 que hacemos, por ejemplo”.
Para ello, cuentan con un equipo de I+D que cada semana va aportando ideas para las recetas. Testean tiradas pequeñas a nivel interno de seis platos semanales. Al final, siempre se queda uno o ninguno. “Es que tiene que ser nutricional, que esté bueno y que entre por los ojos, porque al final esto es un servicio digital y tiene que entrar bien”.
Esa es otra de sus fortalezas: el contacto directo con el cliente. Si hubieran entrado en Glovo o similares, tendrían más visibilidad, más tráfico, una visibilidad absoluta.
Alcolea explica: “Y es lo mejor de este tipo de plataformas: no se invierte tanto en el tráfico, pero se pierde la relación directa con el cliente y nosotros queremos un cliente menos casual que el de estas plataformas. Ojo, no descartamos estar en ellas, pero queremos que estén más tiempo de media con nosotros. Si sólo apostáramos por lo orgánico no creceríamos tan rápido, aunque fuera mejor. Por eso, más allá de esa boca a boca, estamos en todas las redes sociales que podemos con nuestras estrategias digitales de marketing”.
Sobre el futuro, adelanta que para 2025 intentarán ampliar sus horizontes al resto de Europa, algo que harán “100%”, aunque primero quieren afianzarse en la Península. Aunque hayan tenido un crecimiento muy rápido, son muy conscientes de sus pasos y no dan puntada sin hilo. “Todavía nos quedan canales por explotar en España y Portugal”, admite el cofundador de Fresh Greens.
