Impulsar los llamados sistemas agroalimentarios territorializados es clave para la Fundación Daniel y Nina Carasso. En su apuesta por acelerar la transición hacia una alimentación sostenible, ha abierto una convocatoria para apoyar proyectos que diseñen, ejecuten y coordinen políticas públicas alimentarias aplicadas a una alimentación saludable y de producto local.
"En 2019 inauguramos un nuevo capítulo para que el impacto de nuestra acción, al servicio de los proyectos, sea todavía mayor. Desde nuestras dos grandes líneas de intervención, la Alimentación Sostenible y el Arte Ciudadano, queremos continuar descifrando temas poco tratados, explorar nuevas vías de transición y estructurar la acción social hacia un mundo más justo, inclusivo y sostenible", explican desde la Fundación Daniel y Nina Carasso.
Los sistemas alimentarios territorializados conectan a las personas que consumen con aquellas que producen facilitando su cooperación y, a menudo, desde apuestas como la producción agroecológica o la generación de empleo. Estos son una piedra angular en la labor de la Fundación, como remarca su directora para España, Isabelle Le Galo. "Creemos firmemente en este tipo de enfoques, que apoyamos desde 2014 tanto en Francia como en España con el objetivo de aportar luz a su trayectoria y potencial y poner de manifiesto sus necesidades: la evaluación del impacto, la formación y el trabajo en red de los actores, la continuidad de los proyectos, la financiación de la dinamización y el desarrollo de las infraestructuras adecuadas", confirma.
Partiendo de este enfoque, la Fundación Daniel y Nina Carasso acompañará, con un total de 500.000 euros, entre 6 y 10 iniciativas diseñadas por y para el territorio. Se valorará que el proyecto presentado involucre a la totalidad de agentes implicados así como la interacción del mismo con la ciudadanía, fomentando y siendo parte activa de la transformación duradera del territorio.
Además de la financiación que concede la Fundación, a los proyectos seleccionados se les ofrecerá una serie de oportunidades que pueden incluir la puesta en red, la participación en grupos de reflexión, el acompañamiento estructural, o incluso el apoyo metodológico durante la evaluación.
A modo de ejemplo, podrían aplicar a esta convocatoria proyectos que promuevan la realización de diagnósticos de los procesos y actividades integrados en los sistemas alimentarios de su territorio, la elaboración de estrategias alimentarias más sostenibles, la puesta en marcha de mecanismos de participación ciudadana en los procesos de definición de las políticas públicas alimentarias, la articulación y coordinación de agentes, departamentos o administraciones implicadas en la ejecución de la estrategia alimentaria, el asesoramiento en compra pública o el diseño de menús sostenibles para colectividades de titularidad pública.
"Somos conscientes del enorme impacto de las decisiones en torno a nuestra alimentación sobre el conjunto del ecosistema actual, pero también de su extraordinario y valioso potencial como elemento transformador de la sociedad y como motor de cambio", afirma Eva Torremocha, responsable de la línea Alimentación Sostenible - España en la Fundación. En la misma línea, Guilhem Soutou, responsable a nivel global de Alimentación Sostenible, ratifica que "queremos demostrar que la transición agroecológica y alimentaria es posible. ¿Nuestro objetivo? Conseguir que las soluciones avancen más rápidamente que los problemas".