Según datos de la FAO, el 33% de los alimentos producidos anualmente en el mundo son desperdiciados. Esta cifra se eleva hasta el 40% según un estudio reciente de WWF, lo que convierte al desperdicio alimentario en un grave problema medioambiental, responsable de alrededor del 8% de las emisiones globales de CO2. En este contexto, nace en 2014 la Fundación Espigoladors, una organización sin ánimo de lucro que trabaja para el aprovechamiento alimentario, el derecho a una alimentación saludable y sostenible para todas las personas y la generación de oportunidades laborales.
La actividad que les da nombre y que es el punto de partida de todo el proyecto es el espigueo. Esta práctica consiste en la recolecta, en convenio con el sector primario y en colaboración con personas voluntarias, de frutas y verduras que son descartadas del circuito comercial.
"El objetivo es aprovechar los excedentes de producción y aquellos alimentos descartados por su aspecto estético o por no cumplir con los requisitos comerciales", explica Mireia Barba i Cuscó, presidenta de la Fundación Espigoladors y administradora única y socia de la empresa de inserción es im-perfect®. Todos los alimentos recuperados se envían a entidades sociales y a servicios de distribución de alimentos que trabajan para garantizar el acceso a una alimentación saludable para personas en situación de vulnerabilidad.
“Cuando los productores no pueden dar salida a los alimentos, nos contactan para darles una segunda oportunidad”
Por otro lado, elaboran, en un centro de producción propio situado en el Prat de Llobregat, conservas 100% naturales y vegetales bajo la marca es im-perfect®. Patés, mermeladas, cremas, salsas y compotas con frutas y verduras locales descartadas del circuito comercial por ser imperfectas, por caídas de precio o por excedentes de producción. “Cuando los productores/as no pueden dar salida a estos alimentos, nos contactan para darles una segunda oportunidad. Compramos las frutas y verduras a un precio negociado y, además, ofrecemos un servicio de transformación para terceros, convirtiendo sus excedentes en productos como cremas o mermeladas bajo su propia marca”.
En es im-perfect® las reinventan y les dan un nuevo valor de triple impacto ambiental, social y económico. Para desarrollar esta labor, cuentan con un equipo técnico multidisciplinar, versátil y diverso, especializado en áreas como sensibilización, investigación, espigueos y voluntariado, comunicación, administración, producción y logística. “Además, trabajamos con una red de colaboradores y diferentes ecosistemas que nos permiten trabajar con diferentes agentes. Contamos con más de 300 productores colaboradores y 3.000 personas voluntarias”.
“Trabajamos de forma transformadora, inclusiva, participativa y sostenible”
"Las personas son el ingrediente principal”, asegura Mireia. A través de la creación de empleo en situaciones de exclusión social y el desarrollo de programas formativos, ambas organizaciones promueven la inserción laboral de personas en riesgo de exclusión, mejorando su calidad de vida y brindándoles una oportunidad para desarrollarse en un entorno seguro y formativo.
Ambas organizaciones forman parte del mismo modelo, abordando el problema de las pérdidas y el desperdicio alimentario desde el campo hasta el plato, actuando en toda la cadena alimentaria. “Trabajamos de forma transformadora, inclusiva, participativa y sostenible, y es im-perfect® es una marca activista, socialmente responsable y alineada con la economía circular”.
Su compromiso con la transición hacia un sistema agroalimentario más sostenible está en su ADN. “Estamos alineados con seis de los diecisiete ODS de la Agenda 2030 y, desde 2023, somos Empresa B-Corp, certificación que reconoce nuestro impacto social y ambiental dentro de un modelo de economía regenerativa e inclusiva”.
“Para que nuestro modelo genere impacto hemos de encontrar acompañantes de viaje”
A pesar de los logros alcanzados, el proyecto se enfrenta a diversos desafíos. "El principal reto es el crecimiento", señala Mireia. "Queremos ampliar nuestra capacidad de producción y distribución, pero debemos hacerlo sin perder la esencia de lo que somos: una organización que genera impacto social y ambiental." Otro desafío importante es la financiación. "Para que nuestro modelo genere impacto hemos de encontrar acompañantes de viaje, sean empresas alienadas con nuestro modelo, particulares, inversores sociales, administraciones…. Que quieran acompañarnos en hacer escalar el modelo global, en España y en cualquier ciudad del mundo con un objetivo claro que es el de generar un cambio sistema para prevenir y reducir las pérdidas y el desperdicio alimentario”, añade.
Los próximos pasos de es im-perfect® incluyen la expansión de su distribución a nivel nacional. Al mismo tiempo estudian el desarrollo de nuevas líneas de productos a partir de excedentes alimentarios, explorando tendencias. Y de forma paralela, su objetivo es fortalecer la sensibilización. “Queremos seguir trabajando en campañas y alianzas que fomenten el cambio de mentalidad”.
Como reto, también están explorando la escalabilidad y replicabilidad del modelo global en otras comunidades y regiones. “No nos olvidemos que nuestro fin último es generar un cambio sistémico que nos permita acabar o como mínimo reducir el problema de las pérdidas y el desperdicio alimentario”.