Coupling: la mejor opción para descarbonizar España

Fundación Naturgy publica un informe sobre el coupling, un sector que integra gas y electricidad y que ahorrará mínimo 2.000 millones de euros al año
coupling Naturgy

Fundación Naturgy ha publicado y presentado un estudio realizado por Frontier Economics y la universidad alemana de Aachen. En este proponen que el sector coupling, conocido como la integración de las infraestructuras de gas y electricidad, es la mejor opción para descabornizar sectores cuya electrificación no es viable. Además, explican que, de aplicarlo, en un escenario de emisiones netas nulas en 2050, se ahorraría 2.000 millones de euros anuales, como mínimo, en España.

Los ahorros, presentados ayer en un evento organizado por Naturgy, provendrían de cuatro actores: ahorro en tecnologías finales, ya que los mayores costes de aparatos y vehículos eléctricos provocarían que el escenario con gases renovables genere ahorros de 2.753 millones de euros; ahorro por menor expansión de la red eléctrica, pues los sobrecostes por mayor expansión de redes eléctricas en el escenario eléctrico ascenderían a 1.092 millones de euros.

En tercer lugar, el coste extra en red de gas, dado que los mayores costes por adaptación y mantenimiento de las redes de gas en el escenario integrado de electricidad y gases renovables ascenderían a 223 millones de euros y el coste extra por generación y almacenamiento de energía, esto es, un mayor coste de generación y almacenamiento para satisfacer la demanda y la necesidad de almacenamiento estacional, estimado en 1.585 millones de euros.

Fernando Barrera, director de Energía de Frontier Economics Madrid, ha explicado en el encuentro con periodistas que los ahorros de costes estimados del coupling se pueden considerar “conservadores, puesto que no tienen en cuenta sectores cuya electrificación tendría un coste significativamente más caro, como los procesos industriales a elevadas temperaturas, y el transporte marítimo y aéreo. El resultado es que el uso continuado de la infraestructura gasista ahorra 2.037 millones al año en comparación con un escenario en el que dicha infraestructura deja de emplearse”.

Así, si se optara por electrificar las necesidades de calefacción de los hogares, servicios e industria, la estacionalidad de la demanda de calor que hoy en día soportan los combustibles térmicos (gas natural, butano, biomasa) tendría que ser cubierta por el sector eléctrico.

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Y esto sería muy costosa de cubrir con la electricidad, cuyas redes “requerirían elevadas inversiones para dar respuesta a la demanda, a la vez que se desaprovechan las inversiones ya realizadas en la infraestructura gasista, con una capacidad muy superior para transportar energía”, ha indicado Pablo González, manager de Frontier Economics Madrid. 

Es por eso que se hace “imprescindible" el uso del coupling y de la capacidad del sistema gasista y de los gases renovables, que podrían producirse con los excedentes de electricidad en las estaciones más cálidas y ser luego empleados para generar electricidad en las estaciones frías.

“No podemos un sector completo eléctrico –ha indicado Barrera– porque no se puede alcanzar, se necesita tener un almacenamiento para llevar la energía del verano al invierno. Los dos escenarios que comparamos es que, en el primero, la electricidad y almacenamiento en forma de gas, satisfacen la demanda del usuario final. Y esto seria con el gas mínimo. El segundo escenario, se combinaría la electricidad y el gas. Se lleva el gas al final con tecnologías eléctricas y gasísticas. Tienen en común la misma demanda de descarbonizacion. Esos dos escenarios, aunque son comparables, no se pueden comparar con lo que hay hoy en día”.

Por otro lado, González ha incidido en la idea de que “el hecho de aprovechar la red de gas reduce la necesidad de ampliar las redes eléctricas”. La expansión que se necesitaría, por lo tanto, sería menor. Aunque diferencias en los costes de la red de gas. H”ay que adaptar las redes de hidrógeno, por ejemplo, pero donde solo hay electricidad hay sellado y aislamiento que hay que pagar. El coste de producción de esa energía tiene ahorros respecto a los gases renovables porque los eléctricos son más eficientes y porque el coste de producción es algo más barato. Se ve parcialmente compensando en España porque, si no hay almacenamiento estacional, se puede jugar con otros y atender necesidades durante todos años. En el escenario donde se prescinde de gases renovables se necesita estacionar y almacenar”. 

Barrera, por su parte, ha subrayado la importancia que tendría el coupling en España, pues un estudio de la Comisión Europea sitúa a nuestro país como el mayor productor de gases renovables de Europa en el futuro, “un potencial que podría ser aprovechado para desarrollar una industria con vistas a crear nuevos modelos de negocio, al relanzamiento de la economía tras el COVID-19 y como una oportunidad para la inversión y para el empleo, como ha hecho ya el gobierno de Portugal”.

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