Fundación Telefónica ha presentado de manera oficial su 42 Madrid, el campus de programación que cuenta con un método –llegado desde París, donde nació la iniciativa– que promete tener un 100% de inserción laboral. Implantado en más de diez países, 42 Madrid, que está operativo desde septiembre, aunque abrirá sus puertas el próximo 4 de noviembre, cuenta con 5.000 metros cuadrados –con capacidad para 900 alumnos, aunque ahora solo se encuentran los 300 aspirantes– en los que todo es innovación.
“En 42 Madrid, los estudiantes aprenden a aprender, a buscarse la vida, porque además de programadores son solucionadores de problemas. En 42 no solo se desarrollan habilidades técnicas; el esfuerzo, la tolerancia a la frustración, la capacidad de superación y el trabajo en equipo son fundamentales. Es un modelo educativo donde el alumno elige libremente su camino y en el que la colaboración es una máxima”, ha declarado el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, durante la presentación del evento.
En esta “puesta de largo”, el propio Álvarez-Pallete ha recorrido el campus de 42 Madrid con varias personalidades destacadas del mundo de la innovación y del entorno de la iniciativa, que han comprobado de primera mano cómo trabajan los seleccionados. Además, la inauguración ha sido amadrinada por Magdalena Valerio, ministra de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social en funciones, que ha declarado sobre el proyecto: “Nadie se va a jubilar en la misma empresa después de trabajar 40 años en ella. Está muy claro que tiene que haber una formación permanente: el derecho de la formación de las personas durante toda su vida”.
Según ella, “las grandes transformaciones que necesita España no pueden aplazarse por más tiempo, por una razón muy sencilla: todo está cambiando para todos. Pretender lo contrario es ir contra toda lógica […] Necesitamos también que las mujeres ocupen el papel que les corresponde en sectores de futuro, de lo contrario se aumentarán las brechas”. 42 Madrid, que no tiene límites de edad ni requisitos previos para su inscripción, cuenta con un 36 % de mujeres entre todos los elegidos.
Con tres clústers dotados de 300 ordenadores, 42 Madrid cuenta con un horario 24/7 para que cualquiera pueda ir a formarse y a aprender. Del mismo modo, el campus tiene un espacio polivalente para desarrollar una faceta más artística a través de charlas, talleres y actividades vinculadas a las artes plásticas o escénicas llamado ‘Studio42’; “galleries” donde los alumnos comparten experiencias y los denominados “refugios”, creados para desconectar digitalmente y poder descansar de manera óptima.
Asimismo, 42 Madrid busca dar respuestas a las necesidades del actual entorno laboral en plena revolución tecnológica. De hecho, más de 17.000 personas se registraron para poder entrar a estas “piscinas” laborales; de los 300 seleccionados –que se irán incrementando hasta llegar a los 900 a largo plazo–, el 55 % viene de fuera de Madrid, lo que indica el gran interés de los futuros profesionales por este tipo de iniciativas.
Como han afirmado en el evento, “solo en España, el año pasado se quedaron sin cubrir 300.000 puestos de trabajo y, en la actualidad, casi el 60% de las empresas tienen dificultades para encontrar los perfiles digitales más demandados”. Para Álvarez-Pallete, “es labor de todos procurar que la revolución tecnológica se haga bien. En Telefónica nos esforzamos por la empleabilidad y la inclusión. Creemos que tenemos crédito y capacidad para hacerlo. Por eso, nos fijamos en 42”.
42 llevará su modelo a otros lugares de España
El presidente de Telefónica ha anunciado además la intención de llevar el modelo formativo de 42 a más lugares de España. “Queremos que muchas otras personas puedan tener la oportunidad de desarrollar su talento. Por ello, vamos a seguir creciendo juntos y replicar este modelo, como ya hemos hecho en São Paulo y en Madrid. En vista a la acogida que ha tenido el proyecto, queremos acelerar y abrir en los próximos 18 meses 4 nuevos campus, en Barcelona, Vizcaya, Málaga y Valencia”, ha asegurado, apuntando además que lo harán de la mano de entidades privadas y públicas como “elemento de progreso y cohesión social”.
