La empleabilidad de hoy y la del inmediato futuro, por supuesto, dependerá de la educación digital que tengan los alumnos y el déficit es importante. En esta afirmación coincidieron todos los expertos reunidos por la Fundación Telefónica para celebrar el primer aniversario del programa de Empleo Digital que la citada institución puso en marcha con la intención de colaborar en la formación de los jóvenes, el segmento de la población más castigado por el paro.
El director general de la Fundación Telefónica José María Sanz Magallón destacó la falta de profesionales formados en técnicas digitales cuando repasó el logro de Fundación en este primer año: 600 jóvenes que han aprendido a programar. Solo deben ser conscientes de que tienen que saber adaptarse a la nueva demanda, y eso supone que tienen que abandonar, en muchos casos, lo que habían pensado y estudiado antes, vino a decir en su intervención.
Otros ponentes ratificaron esta necesidad de adaptarse a la situación actual y al futuro. El empleo ya no depende de la empresa, sino de uno mismo. El que quiera cambiar y aprender en las nuevas técnicas tendrá empleo; el que no lo haga lo tendrá difícil. El ejemplo lo puso Alfonso Aznar, director general de Tecnología e Innovación de Havas. Hay oferta de trabajo en el campo de la Realidad Virtual, que ya en 2016 facturó 45 millones de euros. Y hay oferta porque no hay profesionales formados en esta técnica, dijo.
Muchas de las profesiones que existen hoy van a desaparecer, más de 200, según algunos cálculos. No habrá taxistas cuando funcionen los coches autónomos, ni cajeros en los supermercados, los empleados de banca serán mínimos y eso va a pasar en un plazo muy breve. Mientras tanto, la educación sigue, casi en todos los niveles, siendo analógica, cuando ya tenía que ser digital.
Por eso los programas de educación que ha desarrollado Telefónica y su Fundación llevan siempre esa característica, según declaró Luis Miguel Olivas, gerente de Empleabilidad y Emprendimiento de la Fundación, a innovaspain.com. Los programas educativos, que sobre todo se han desarrollado en América y en países como México, Brasil, Colombia, Argentina, etc. han tenido esa peculiaridad y se han beneficiado más de tres millones de niños. Pero eso no es lo mejor; según Olivas, en el plazo de cinco años los beneficiados ascenderán a 10 millones en todo el mundo.
En España, los cursos sobre digitalización ya han alcanzado a más de 10.000 jóvenes y a través de los MOOC, se ha llegado a 135.000 en todo el mundo. Dentro del programa del que se hacía balance ayer, de los 600 jóvenes que han aprendido a programar, había un 48% de hombres y un 52% de mujeres, un porcentaje que es llamativo porque no es habitual.
Por parte de los ponentes también se destacó como las costumbres habían cambiado, aunque muchas veces son las empresas las que no están preparadas para hacer frente al cambio que se está produciendo. En resumen, que no vale solo el curriculum tradicional, sino las habilidades que tengas y el talento que seas capaz de demostrar. Eso ha cambiado y hay que enseñarlo.
Javier Sirvent, una de las figuras españolas en el campo de la “evangelización” de la nueva sociedad que ya estamos viviendo en muchos aspectos, y que se acentuará en el próximo futuro, puso de manifiesto el crecimiento exponencial del cambio y en una intervención llena de ejemplos, como el efecto que puede tener el coche autónomo -50.000 coches pueden dar servicio a los 5 millones de habitantes de Madrid- dejó otra nota curiosa: la industria volverá a los países donde se genera la investigación y el desarrollo. Por eso los países donde ahora se fabrican corren para estar preparados para este proceso. Ya fábricas que con los robots han tenido un crecimiento del 250% en su productividad y aseguran menos errores que los humanos. “Donde pueda haber un robot, lo habrá”, dijo