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Conocimiento científico al alcance de todos

Fych: la startup alicantina capaz de lograr lo imposible en el reciclaje de plásticos

Hablamos con la doctora en Ingeniería Química Andrea Cabanes, cofundadora y CEO de la empresa que comenzó su actividad en los laboratorios de la Universidad de Alicante
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El equipo de Fych. De izquierda a derecha: Andrea Cabanes, Andrés Fullana y Oksana Horodytska.

Cuando Andrea Cabanes y Oksana Horodytska preparaban su doctorado en Ingeniería Química con el catedrático Andrés Fullana en la Universidad de Alicante, sus investigaciones en nuevas vías para reciclar plásticos se tradujeron en tres patentes. “Casi de inmediato despertamos el interés de grandes empresas que nos consultaban sobre la posibilidad de poder aplicar o probar nuestras tecnologías”, recuerda Cabanes. Ante tal expectación, testaron la viabilidad de convertir el trabajo investigador en una empresa y todos los indicadores ofrecieron un resultado positivo. En 2020 completaron la transferencia y nació Fych Technologies, hoy ubicada en el Parque Científico de la Universidad de Alicante.

La compañía ha logrado aumentar la reciclabilidad de los productos plásticos y ha mejorado la calidad de los plásticos reciclados. De este modo, consiguen que se puedan utilizar en aplicaciones de alto valor añadido y contribuyen a que el sector entre con paso más decidido en la economía circular.

Innovar en cada paso

¿Cómo lo hacen? En el caso de los envases plásticos multicapa, hasta la fecha se han dado pocos avances para lograr su deslaminación. “Apenas hay nada patentado, y lo que existe se basa en el empleo de disolventes inflamables, tanto para los distintos materiales del envase como para el adhesivo que los une. Nosotros no usamos disolventes. Apostamos por un reciclaje mecánico, no químico. Añadimos una etapa previa de tratamiento mecánico al reactor donde se deslamina el plástico que acelera y perfecciona el proceso”, detalla Cabanes, CEO de Fych.

En cuanto a la desodorización de plásticos reciclados, lo que se comercializa actualmente elimina olores con aire caliente. En Fych utilizan vapor de agua en un complejo proceso físico-químico. “No solo eliminamos más rápido los olores, sino que acometemos un lavado en profundidad, imposible con otros métodos. Descontaminamos y desodorizamos en un mismo paso”.

Una planta industrial propia

Fych trabaja codo con codo con las industrias implicadas en su actividad, desde fabricantes de polímeros y productos plásticos, hasta los propios recicladores y convertidores de estos residuos. Por el momento, el modelo de negocio de la empresa ha consistido en licenciar maquinaria y tecnología a terceros para que lleven a cabo el proceso de deslaminado de manera independiente en una planta industrializada.

En sus instalaciones, cuentan con una planta piloto que sirve para mostrar a los clientes todo lo que son capaces de hacer, pero que no les permite replicar la operativa a gran escala. Por este motivo, el  proyecto está en plena ronda de financiación público-privada en la idea de poner en marcha en Alicante una planta industrial propia para el reciclado de envases plásticos multicapa. “Nos gustaría cerrar la ronda a finales de este año”, detalla Cabanes. Junto a la Universidad de Alicante ya han construido una planta piloto de desodorización.

Fych + Cinfa

Con un pie en el laboratorio y otro en el terreno empresarial, Fych colabora con compañías que tienen necesidades específicas para abordar reciclajes hasta ahora imposibles. Una de estas corporaciones es Cinfa. El laboratorio navarro, a través de CinfaNext, su programa de innovación abierta, propuso a Fych el reto de reciclar materiales multicapa utilizados en el acondicionamiento de productos farmacéuticos.

“Con Cinfa hemos estructurado tres etapas para dar una respuesta al desafío: desarrollo a escala de laboratorio, piloto e industrialización. El objetivo pasa por separar los distintos plásticos y el aluminio a fin de reciclarlos individualmente”, explica Andrea Cabanes. “Se trata de un proyecto complejo y ambicioso, pero las primeras pruebas de optimización en el laboratorio son positivas”.

La emprendedora celebra que empresas como Cinfa se muestren abiertas a la cooperación con startups en sus estrategias de ampliación del modelo de negocio. “Para nosotros es una palanca fundamental, más allá de la inversión. Antes o después, el dinero se acaba, pero si estableces un vínculo con un gran cliente, el soporte tecnológico y la confianza te harán caminar más seguro. Bajo nuestro punto de vista, es la mejor opción”.

Empuje normativo

En sus próximos pasos, Fych tendrá que seguir lidiando con un escenario complejo. “Digamos que en el reciclado de botellas de plástico hay menos deberes pendientes. El problema está en los envases multicapa. No se pueden reciclar siguiendo los procesos habituales, ya que son incompatibles entre sí al fundirlos. La mayoría de los multicapa son además flexibles, tipo bolsa, así que acaban en el vertedero o incinerados”.

La llave del cambio, la tiene, a su juicio, un cambio normativo. “Reciclar botellas es rentable, pero nuevas regulaciones llegarán para abordar la cuestión de los multicapa flexibles, como aumentar las tasas de vertedero o incineración. Por otro lado, para crear demanda, la Unión Europea ya dicta unos mínimos de plástico reciclado en los envases. Se trata de requisitos aplicables en 2025. El cambio está a la vuelta de la esquina”.

Emprendimiento científico  

Andrea Cabanes recuerda que su pasión por las matemáticas en secundaria no continuó en la carrera. “Dejó de gustarme tanta abstracción, así que di el salto a la ingeniería química, mucho más tangible y aplicada”.

En los últimos tiempos, percibe un auge muy positivo del emprendimiento de base científica. “La tendencia nace, en parte, de las nuevas generaciones de investigadores que tenemos un espejo distinto en el que mirarnos. También se han multiplicado los apoyos y las herramientas para emprender”. Sus investigaciones han recibido el reconocimiento de Santander X, Mares Circulares (proyecto de Economía Circular de Coca-Cola) y Fych fue parte de Lanzadera, la aceleradora de empresas de Juan Roig. “Los mecanismos de transferencia se han perfeccionado y crece la voluntad de los estudiantes de dar forma de proyecto empresarial a sus investigaciones e ideas como medio de vida”.

Cabanes huye, eso sí, de algunos tópicos del emprendimiento. “No creemos en el pelotazo que te convierte en millonaria de la noche a la mañana ni en los emprendedores que entregan su vida a su startup, sin tiempo para nada más que trabajar. Atravesamos picos de trabajo y momentos de estrés, obviamente, pero como en cualquier otra actividad”, concluye.

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